Estamos en el mes de la nostalgia, un fenómeno que sólo se puede dar en Uruguay
Este mes el calendario uruguayo tiene una fecha de enorme significación: reunidos en asamblea, los patriotas orientales decidieron por mandato de sus pueblos, el 25 de Agosto de 1825, declarar la Independencia de España. Pero desde hace unas décadas incluye otra fecha que está más en la mente de la gente que el día patrio. Es que el 24 es la Noche de la Nostalgia.
Basta con ver el panorama del Transporte en la Argentina, para advertir que no hay una política del sector y que su eficiencia es propia de la época de las carretas. Ejemplos. Se compraron formaciones del Talgo IV que pueden circular a una velocidad máxima de 160 Km por hora, ya en desuso en España, para mejorar la calidad de los servicios ferroviarios.
El turismo tiene la ventaja de conocer otras culturas, costumbres e idiomas, no sólo cuando viajamos, sino también cuando recibimos y oímos. Tal es el caso que me ocurrió hace pocos días, sol mediante, en una tregua vespertina de estos fríos paralizantes. Estaba sentado cómodamente en la Plazuela del Teatro en Colonia del Sacramento, cuando un señor se me acercó, con marcado acento castizo y me consultó del porqué del nombre del lugar.
Fue instalado el nuevo Consejo Ejecutivo Honorario para las Obras de Restauración y Preservación de la Antigua Colonia del Sacramento: la meta concretar Plan de Gestión que requiere UNESCO al Estado uruguayo. El casco histórico de Colonia del Sacramento es el único sitio del Uruguay declarado Patrimonio Mundial por UNESCO. Esta distinción –concedida en 1995 luego de un gran esfuerzo del país y la ciudad- introdujo al viejo enclave portugués a un circuito turístico apenas pensado antes de esa fecha.
Al parecer, los ayudantes de Tabárez no le dijeron que El Ruso Pérez tenía amarilla desde los 2 minutos. Argentina vive lo que vivió Uruguay hace años con los "repatriados". Brasil siendo campeón eterno de fútbol playa no puede excusarse de errar penales por la arena en el piso del Estadio de La Plata y Chile, sigue sin aprender la lección.
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