por Bárbara Gimpel, ODIT Uruguay.Desarrollo e Innovación Turística
La capacidad de improvisar es una cualidad creativa que puede resultar a veces muy útil en lo inmediato, pero no es un buen método. Si bien la planificación en sí misma no garantiza el éxito, porque los imprevistos siempre estarán a la vuelta de la esquina, puede sin embargo minimizar los riesgos. Por eso, la gestión y el seguimiento de cualquier proyecto permiten identificar con suficiente tiempo los posibles errores y solventar los imprevistos.
Contar con una buena gestión ayuda a obtener buenos resultados pero además ayuda al equipo de trabajo a tener una visión global de lo que se va a desarrollar y a hacer un seguimiento continuo del proyecto.
De esta forma también podemos detectar errores y rectificarlos a tiempo; algo que trabajando de forma improvisada, seguramente advertiríamos mucho más tarde. Sumado a esto podemos,además de realizar correcciones, optimizarlo.
Uruguay está lleno de creativos, en cada reunión a la que asisto sigue sorprendiéndome la inagotable capacidad de imaginar opciones y compartirlas que surge naturalmente en los participantes.
Si quisiéramos organizar un premio a la “mejor idea” muchas veces no sabríamos cual elegir. El tema es como hacemos para pasar de la “buena idea” al “proyecto” y del proyecto al “éxito”.
En lo que me ha tocado ver la “buena idea” equivale solo al 5% del éxito, el restante 95% es trabajo y gestión.
Necesitamos por lo mismo mas gestión, pero no de cualquier tipo, necesitamos gestionar creativa y flexiblemente esa inteligencia colectiva y así explotar las mejores opciones de turismo que podemos generar y ofrecer.
Necesitamos una fórmula que sume imaginación + intuición + trabajo + persistencia + gestión y a eso sumarle una pizca de suerte. Aunque la sabiduría popular signa: “Cuanto más trabajo, más suerte tengo”
En el macroproyecto “Uruguay turístico” estamos todos, somos un gran equipo…¿y si planificamos juntos?.
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