El Camino Lebaniego nos prepara para el Año de la Esperanza
Lunes, 13 Enero 2025

El Camino Lebaniego nos prepara para el Año de la Esperanza

Cumpliendo con el lema del año Jubilar 2025 “Peregrinos de Esperanza”, Cantabria prepara distintas peregrinaciones y múltiples actividades a lo largo del año 2025, con epicentro en el mes de junio. Como preparación a las distintas actividades a desarrollar el Gobierno de Cantabria, la Fundación Camino Lebaniego, la Conferencia Episcopal Española y la Red Mundial de Destinos Turísticos Religiosos y Espirituales, organizaron un “Congreso Itinerante” que recorrió parte del Camino Lebaniego, al cual fue invitado el PDA  dentro de la prensa especializada.

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por Ramón de Isequilla Real de Azúa, desde Madrid

La organización estuvo a cargo de Antonio Santos del Valle, presidente del Tourism and Society Think Tank; María Pilar Valdés Arroyo, directora general de la Red Mundial de Destinos de turismo Religioso y Espiritual; Pilar Gómez Bahamonte, directora de la Fundación Camino Lebaniego Future for Religious Heritage; Silvia Rodrigo López, Comunicación Fundación Camino Lebaniego; Juan Francisco Sáenz Moratilla, Redes Sociales Fundación Camino Lebaniego; Carlota Valenzuela y Mónica Martínez López.

Nos acompañó una delegación de prestigiosos invitados españoles e internacionales, entre quienes estaban nueve colegas periodistas.

Primera etapa Santander

El inicio de este “Congreso Itinerante” fue en la Catedral de Santander, con la bienvenida del obispo de Santander Monseñor Arturo Ros Murgadas. Luego de la Misa realizamos un breve recorrido por la siempre acogedora Santander con su imponente Palacio de la Magdalena, regalo de la población local al Rey Alfonso XIII. Terminamos la jornada con una cena acompañados de Carlota Valenzuela, experta en “peregrinaciones a pie” y entusiasta difusora del Evangelio, que nos contó sobre su peregrinación de Finisterre a Jerusalén, una experiencia alucinante que vale la pena conocer.  

Cantabria es una maravilla y nos espera en junio de 2025

El objetivo de este viaje fue que la prensa internacional conociera la admirable oferta de Cantabria, lugar de peregrinación en el Camino Lebaniego, pilar del turismo religioso que en la primavera boreal de 2025 nos ofrece una programación especial para el “Año Jubilar”.

Iniciamos la segunda jornada partiendo hacia Potes, un viaje de dos horas atravesando paisajes increíbles. Desde la costa cántabra hasta los pies de los Picos de Europa, por Torrelavega, Embalse del Ebro y  Piedrasluengas. Los últimos veinte kilómetros de ensueño y de vértigo por una angosta carretera que tendrá duplicado su ancho en diciembre de 2026.  

Potes es el centro neurálgico de la comarca de Liébana, “Capital Rural del Camino Lebaniego”, con sus calles empedradas y puentes medievales sobre el río Deva, lugar donde se celebran festividades religiosas y culturales en honor a la tradición lebaniega. Las guías turísticas dicen que “Potes es uno de esos lugares donde el tiempo parece haberse detenido",  con sus casas de piedra con balcones de madera y los característicos puentes sobre el río Deva. Hace gala de su gastronomía por el "cocido lebaniego", un plato de la zona con garbanzos, carne, y repollo, ideal para el clima montañoso que disfrutamos en el restaurant “El Bodegón” con la maravillosa atención de sus dueños y el “orujo de Liébana”.

Los Picos de Europa son el decorado ideal para este pueblo detenido en el tiempo, donde parten diversas rutas de senderismo, situado a las puertas del Monasterio de Santo Toribio de Liébana al cual llegamos tras una marcha de tres kilómetros en subida que va preparando el espíritu para enfrentar, la Lignum Crucis, que alberga el monasterio, el lugar más emblemático del Camino Lebaniego y de toda Cantabria. El lugar tiene una importancia religiosa equiparable a la de Santiago de Compostela, ya que es uno de los cinco lugares santos del cristianismo que pueden otorgar el Año Jubilar y la indulgencia plenaria a los peregrinos. Alberga la reliquia del Lignum Crucis, el fragmento más grande conocido de la Cruz de Cristo, lo que lo convierte en un lugar de peregrinación de superlativa importancia.

El monasterio fue fundado en el siglo VI por el obispo Toribio de Palencia, quien trajo consigo la reliquia del Lignum Crucis. Celebra un Año Jubilar cada vez que el 16 de abril (fiesta de Santo Toribio) cae en domingo. Durante estos años, los peregrinos que acuden pueden obtener indulgencia plenaria. Este jubileo le da al monasterio un estatus especial en el cristianismo, similar al de Santiago de Compostela, Roma, Jerusalén o Caravaca de la Cruz.

Tuvimos la experiencia única de asistir a Misa bajo el madero en el que Cristo fue crucificado, pudiendo cada uno al final de la celebración adorarla de forma individual.

El monasterio es una mezcla de estilo gótico y renacentista, su sobria fachada de piedra y la estructura de la iglesia reflejan la influencia del gótico montañés, mientras que su capilla del Lignum Crucis presenta elementos renacentistas.

La Puerta del Perdón es un elemento de gran simbolismo, ya que solo se abre durante los Años Jubilares, permitiendo a los peregrinos entrar por ella para alcanzar la indulgencia plenaria.

El Camino Lebaniego nos sigue dando sorpresas

La Lignum Crucis en la mañana, nos abrazó el corazón y la Torre del Infantado en la tarde nos sacudió el conocimiento.

Luego de la impresionante experiencia de estar bajo el “Lignum Crucis” nos encontramos con la Torre del Infantado, del siglo XV, uno de los símbolos arquitectónicos más imponentes de Potes.

Allí nos recibió y nos contó hasta el último detalle sobre su contenido Pilar Gómez Bahamonte, directora de la Fundación Camino Lebaniego, quien haciendo gala de la profundidad de su conocimiento nos dio una clase magistral de historia.

En el video al que se puede acceder por código QR en esta misma nota, tuvimos el gusto de volver a dialogar con ella,  junto a María Pilar Valdés Arroyo, directora general de la Red Mundial de Destinos de turismo Religioso y Espiritual y a Sergio Antonio Herrera.

La Torre del Infantado alberga una exposición sobre el Beato de Liébana, monje medieval cuya obra influyó profundamente en la cristiandad, conocido por su "Comentario al Apocalipsis", un texto ilustrado que interpretaba el último libro de la Biblia y ofrecía una perspectiva única sobre la fe en su tiempo.

En el tercer día, empujados por el espíritu Lebaniego recorrimos su camino en sentido inverso, iniciando con una emotiva Misa en la Iglesia de Potes.

Tuvimos la suerte que nos acompañara durante este “Congreso Itinerante” el padre Gustavo Riveiro D´́Angelo del Departamento de la Pastoral del Turismo de la Conferencia Episcopal Española, verdadero motor de todas las actividades de la Iglesia española relacionadas con el turismo como factor de evangelización,  siendo párroco de la Iglesia de San Jorge de Paiporta, testigo y damnificado de la Dana que azotó la Comunidad Valenciana, que lo llevó a palear barro junto a sus feligreses para recuperar su parroquia del desastre, rescatando del barro una figura de Cristo yacente, que la mantendrán con los restos del  barro que la cubre parcialmente para testimoniar el dolor del momento vivido.

Partimos no sin cierta nostalgia hasta el castañar milenario “el Habario”, donde el grupo se dividió en dos, los más preparados físicamente se internaron en peregrinación a pie conducidos por Carlota Valenzuela y otros fuimos hasta Lebeña en el bus.

En el Valle de Liébana (Cantabria), Lebeña es una pequeña localidad con gran valor histórico y cultural y destaca por sus raíces medievales. Esta aldea es conocida principalmente por albergar la Iglesia de Santa María de Lebeña, un monumento clave del arte prerrománico cántabro que fue construida en el año 925. Este templo mozárabe combina elementos arquitectónicos visigodos, asturianos y musulmanes.

Paramos para almorzar en el Molino de Cicera y luego continuamos hacia El Mirador de Santa Catalina donde disfrutamos de unas vistas impresionantes del Desfiladero de la Hermida, el Valle de Liébana y las montañas circundantes, antes de iniciar nuestra última etapa hacia Comillas donde pernoctamos.

Cuarto y último día del “Congreso Itinerante”

Nos despertamos al lado del mar luego asistimos a Misa y fuimos a conocer la fantástica Universidad de Comillas, en la ciudad conocida como “la Villa de los Arzobispos” y  destaca por el Modernismo en un entorno rural, en un paisaje que combina mar y montaña.

Llegamos al Seminario Mayor de la antigua Universidad Pontificia de Comillas, un monumental edificio, una de sus joyas arquitectónicas, inaugurado en 1892, diseñado por Joan Martorell, quien también colaboró con Gaudí en sus primeras etapas.

El Palacio de Sobrellano que vimos desde la altura es otro lugar emblemático de Comillas, construido por encargo del Marqués de Comillas como su residencia.

Finalmente visitamos el Capricho de Gaudí, un edificio que sin duda es uno de los más visitados en Comillas. Su nombre se debe a su diseño peculiar y fantasioso, una obra temprana de Antoni Gaudí que ya muestra su genialidad y es una de sus pocas obras fuera de Cataluña.

Hasta aquí llegamos queridos lectores, con la necesidad y el firme propósito de volver el próximo mes de junio, esperando que nos acompañen, no se van a arrepentir.

Portal de América

 

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