En Uruguay, entre el 2017 y el 2018, el turismo pasó a representar el 8,6% del Producto Interno Bruto (PIB o PBI). Por esos años, la cantidad de empresas en el rubro fue la mayor en los últimos 13 años y hubo un aumento en las firmas relacionadas al transporte, lo que estuvo explicado por el crecimiento de Uber.
Los datos administrativos del Banco de Previsión Social (BPS) muestran que entre 2011 y 2023 hubo un total acumulado de 71.100 empresas vinculadas al turismo, de las cuales el 87% tuvo como giro principal una actividad vinculada al rubro y otro 13% la desarrollaba como tarea secundaria. Desde el inicio de ese período –analizado en un informe del BPS– hubo una “tendencia creciente”en la cantidad hasta el 2018, cuando se alcanzó el máximo (33.995, un 17% más que el año anterior). Luego, con la contracción del turismo receptivo, ese número comenzó a bajar, un comportamiento que fue acentuado por las devaluaciones en Argentina y por el cierre de fronteras durante la pandemia de Covid-19. La llegada y el gasto de los visitantes tuvo un descenso de 70% durante 2018 y 2021, pero los registros del BPS muestran que la disminución de las empresas fue menor (12%, unas 4.219 menos).
Tras la pandemia, el turismo no pudo retomar los niveles de 2019: en 2023 hubo 2.186 firmas en el sector, 6,6% menos. Si se compara este porcentaje con el total de las empresas, hay una “diferencia sustantiva” ya que, a nivel general, la cantidad se mantuvo (0,38%). Sin embargo, el descenso en Uruguay es menos marcado que en el resto de la región. La Organización Mundial del Turismo informó que, en América, el número de firmas del sector estaba 35% debajo de los niveles prepandémicos.
Ante los“desafíos impuestos”por la crisis del Covid y la coyuntura de Argentina, las empresas turísticas formales de Uruguay mostraron una “importante resiliencia”, resalta el análisis, publicado recientemente. Eso, aunado al“esfuerzo colectivo expresado a través de diversas políticas públicas”, ha “permitido proteger la afiliación empresarial del sector y, con ello, los derechos de protección social de un amplio grupo de trabajadores”, señala el BPS.
Efecto Uber
Cada año se registran ante el BPS unas 2.000 empresas que, en diferentes rubros, se vinculan al turismo. Si se desagregan los datos según la evolución mensual de las firmas, la cantidad crece en los meses de temporada alta. Hay una “marcada estacionalidad”, que incluso se mantuvo durante la emergencia sanitaria: un aumento acelerado sobre el fin de cada año que alcanza a su “máximo” en enero, para luego decrecer hasta abril.
El récord en la apertura de empresas fue en 2018, cuando la cantidad se incrementó 132%. Esto respondió a una “temporada excepcional”, pero también a “nuevas modalidades de trabajo”, dice el informe, en referencia al crecimiento de plataformas como Uber. Algo más de la mitad (52%) de las empresas del turismo son unipersonales, una modalidad que aumentó en 2018 por el “registro masivo de empresas de transporte”. En 2017 había 2.772 firmas del giro de transporte terrestre de pasajeros mediante aplicaciones informáticas registradas.
La llegada de Uber “desafió tanto al BPS como al resto de los organismos reguladores”, ya que les exigió “readaptar la normativa”, registrar e incorporar a la seguridad social a esa cantidad de empresas, afirma el análisis. “Esta masiva incorporación explica gran parte del incremento en el stock de las empresas vinculadas al turismo” y su posterior descenso, desde 2019, cuando el transporte terrestre de pasajeros inició un “período de retracción”, agrega. Una posible explicación de este fenómeno es que, entonces, la aplicación ya había formado una masa de conductores y retiró algunos beneficios.
Si se compara el período punta a punta, las unipersonales se incrementaron 28%. Pero pese a este aumento, el número implica una “subrepresentación” respecto al total de las empresas, donde la misma estructura jurídica ponderó 75% durante el mismo lapso.
En 2019, las empresas vinculadas al turismo descendieron “significativamente” en la comparación interanual, pero se mantuvieron por encima del promedio 2011-2017. La contracción durante la pandemia se recuperó en 2022 (hubo 19% de empresas más) y volvió a bajar en 2023 (-2%).
La mitad de las empresas tenían, al momento del estudio del BPS, una antigüedad de, al menos, 10 años en los registros. En las últimas temporada hubo un “incremento sustancial”en los cierres de las empresas más jóvenes. Las que se mantienen son las que tienen un registro superior a los cinco años.
Rubros, tamaño y zonas
En los últimos 12 años, los giros dentro del sector turístico se han mantenido prácticamente incambiados. Algunos, como el gastronómico, consolidaron una “tendencia creciente”; las inmobiliarias se recuperaron en las últimas temporadas, el transporte tuvo una “tónica contractiva” y los alojamientos no superaron el“impacto”de la emergencia sanitaria.
En los registros del BPS, las inmobiliarias son las que tienen una mayor ponderación. Representan más de un tercio de las empresas vinculadas al turismo y, con oscilaciones en el medio, crecieron 8,4% entre 2011 y 2023.
Los restaurantes, bares y cantinas tuvieron un “crecimiento sostenido” hasta el 2021, cuando el número de empresas gastronómicas cayó 5%, pero retomaron la “senda creciente” un año después.
Los hoteles y otras empresas de alojamientos, en tanto, aumentaron en cantidad hasta el 2019, cuando iniciaron una “moderada contracción” en 2020 y tuvieron una posterior caída del 10% en el registro, que no se logró revertir en los dos años posteriores.
Si se analiza la información según el tamaño de las empresas, las grandes mostraron un “fuerte impulso” tanto en 2022 como en 2023, aunque no son un número “significativo” en el total. El sector se caracteriza por estar compuesto por pequeñas y microempresas; estas mostraron una “mejor recuperación” tras la pandemia, al tiempo que los “patrones sin dependientes” tuvieron “mayores dificultades”.
El “epicentro” de las empresas turísticas está ubicado en Montevideo y Canelones, aunque en estos casos hay algunas diferencias entre los registros del BPS y los del Ministerio de Turismo, lo que está relacionado al domicilio fiscal declarado.
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