No es el único problema que azota la región. En la Península de Florida también se está luchando contra otra contaminación de origen natural, comúnmente llamada “marea roja”. Se trata de una proliferación anormal de la microalga Karenia brevis, provocada por el huracán Ian. Cuando se concentra en grandes cantidades como ahora, esa alga suelta neurotoxinas dañinas para la salud humana.
Al igual que el sargazo, su presencia a lo largo de las playas es recurrente y responde a ciclos naturales; pero los trastornos climáticos provocan su masificación. Su aparición coincidió además este año con el tradicional Spring Break, lo que provocó olas de cancelaciones de parte de los viajeros. Varios hoteleros de Saratosa y otros balnearios de la Florida confirmaron haber sufrido importantes caídas de reservas; mientras que los pasajeros ya presentes acortaron sus estadías.
El Mote Marine Laboratory trabaja para mitigar este fenómeno que ya había sido mencionado por los conquistadores españoles en el siglo XVI. Los trabajos del instituto de investigación se centran sobre la neutralización de las toxinas del alga.
En cuanto al sargazo, su progresión está siendo monitoreada desde el espacio. Forma una masa tan grande que es posible seguir su desplazamiento por medio de satélites. Es lo que están haciendo varios científicos de la Universidad del Sur de Florida. Declararon a los medios locales que la cantidad de alga es mayor año tras año y que hay que esperar que este año la contaminación afecte tanto las costas continentales como las islas.
El sargazo ya empezó a aparecer sobre las playas de la Riviera Maya donde la semana pasada un monitoreo de 80 balnearios demostró que solamente 4 de ellos no habían sido afectados. Los equipos de la Universidad del Sur de Florida advierten que “estamos viendo una floración que no se parece a nada que hayamos visto antes”.
Portal de América - Fuente: Réport News