Japón ha empezado a tomar medidas para paliar la masificación que se vive en las zonas de mayor atracción turísticas, como Tokio, Osaka y Kioto, y tratar de diversificar a los viajeros por otros lares.
Algunas de las medidas establecidas por las autoridades locales y apoyadas por el Gobierno central han sido la creación en Kioto (oeste) de un sistema de autobuses lanzadera que acerca a los visitantes hasta atracciones turísticas o promocionar regiones menos conocidas para descentralizar el turismo.
Estas iniciativas se suman a otras previas, como la prohibición de acceso a ciertas calles del barrio de geishas —cortesanas— de Kioto o la limitación del número de senderistas que pueden subir el Monte Fuji a través de su ruta más concurrida, la Yoshida, a 4.000 diarios.
Portal de América - Fuente: Tourinews