Miércoles, 28 Agosto 2024 13:34

Una nueva y enriquecedora experiencia

Cuarenta días pueden ser nada para viajar por Europa pero en nuestro caso tenemos muy en claro que es un privilegio poder hacerlo con la frecuencia que en los últimos tiempos hemos tenido la felicidad de reiterarlo.

Estamos culminando nuestro viaje por la “ex Yugoslavia” que es la única forma de englobar los países visitados ya que Eslovenia no pertenece a la Península balcánica como sí ocurre con Croacia, Serbia, Bosnia y Herzegovina y Montenegro. Comenzamos viajando en bus desde Milán hasta el primer destino de esta región que fue Liubliana, en Eslovenia, país de Europa Central que es uno de los 27 Estados miembros de la Unión Europea.

Domingo, 28 Julio 2024 21:12

El transporte es un problema

Con las maravillas que tiene para ofrecer esta región presenta un problema tremendo respecto a la conectividad en general. Un matrimonio que conocimos en el tour a Bled el viernes desde Liubliana, para llegar en avión a la capital eslovena desde Trieste, tuvieron que volar a Franfurt!!. Nosotros para llegar a ese mismo lugar el jueves pasado desde Milán, debimos optar por el bus. Esa vez, además de viajar nueve horas de corrido sin "escala técnica" el mayor problema que tuvimos fue que nos retrasamos un poco de más de una hora. Pero en esta jornada que debíamos salir de Liubliana a las 14.15 para llegar a Zagreb a las 16.30, recién pudimos partir a las 16.45 y llegamos sobre las 19.00. Todo el servicio de bus deja mucho que desear. Las terminales son de elementales para abajo, casi sin servicios, sin apoyo informativo casi, e incómodas por donde se las mire. Para poder acceder a nuestros asientos hoy, poco faltó para terminar a las trompadas. El equipaje lo tuvimos que cargar y descargar nosotros en la bodega (y todos los demás pasajeros) mientras los choferes nos miraban desde una altura entre soberbia y sobradora. El taxi que tomamos el jueves al llegar a Liubliana nos quiso cobrar 50 euros por un trayecto de unas diez cuadras, y el que nos llevó en esta jornada para hacer el trayecto inverso para salir a Zagreb, nos cobró 5...

Luego de la maravillosa experiencia del retorno a Milán, con más tiempo y mejor información que en ocasiones anteriores, emprendimos en la mañana del jueves 25 desde la terminal de Lampugnana un singular viaje en bus. La singularidad pasa porque en más de 9 horas de viaje no bajamos de la unidad "ni para ir al baño" (hay a bordo y bien presentado) y mucho menos para comer o beber algo. El transporte terrestre en Europa, ya sea ferroviario o carretero no se detiene mucho a pensar en los turistas como en nuestro caso, que se mueven por su cuenta. Hay que estar con "las antenas paradas" a tiempo completo, un error y adiós todo lo previsto. De pura casualidad no perdimos el bus ya que buscábamos todo el tiempo alguno con el logo enorme sobre verde que tiene la compañía que habíamos comprado los pasajes pero...era uno alternativo, de otra empresa, con un cartelito pegado abajo a la derecha del parabrisas que decía el destino: Budapest. Afortunadamente, desde la cara de asco que nos atendió del otro del vidrio en la oficina de tickets, atinamos a deducir que nos decía que el destino final del bus era precisamente la capital húngara y que pasaba por nuestro destino: Liubliana. En el plano a la hora de la reserva elegimos los asientos delanteros de un doble piso...Nos tocaron los dos de adelante de un bus convencional.