por Sergio Antonio Herrera, desde Punta del Este
El omnipresente Eiger nos acompaña en un paseo por el pueblo con sus tradicionales casas de madera, y los numerosos hoteles, restaurantes dan un marco singular al entorno. Por supuesto que nos agasajamos con un exquisito y muy caliente chocolate. El panorama alpino es realmente increíble.
El Jungfraujoch, a 3454 metros de altura, es la estación de montaña más espectacular de los Alpes. Desde allí arriba, se tiene una vista directa del glaciar Aletsch, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
El teleférico First de Grindelwald lleva a la montaña de aventuras First, donde por el Cliff Walk se llega al mirador First View para disfrutar de vistas panorámicas de los Alpes berneses.
Con el First Flyer o el First Glider es posible deslizarse por el aire sobre cables de acero. También, como alternativa, se puede descender hasta el valle en mountain cart o en trottibike (una scooter bike); o en invierno, con esquís o una tabla de snowboard.
Debido a la temperatura muy baja y a que ya habíamos experimentado desde Ginebra el ascenso al Mont Blanc, optamos por permanecer en Gridelwald y regresar en tren a interlaken para recorrerla y llegar a la terraza del hotel Metropole a registrar una imágenes impresionantes.
Nos dio el tiempo para disfrutar de un almuerzo tranquilo en un cálido restaurante local.
Regresamos a Zúrich muy conformes de esta gran experiencia.
El sábado por la mañana nos vino a buscar Yasin en un Tesla impresionante (Uber) y en menos de 15 minutos llegábamos al aeropuerto de Zúrich, donde instalados en una muy acogedora Sala Vip, aprovechamos a darle el toque final al registro audiovisual de esta linda aventura, aportando datos muy significativos de este pequeño gran país.