por Sergio Antonio Herrera, desde Dubrovnik, Croacia
Split es la principal ciudad de la costa en la región de Dalmacia con más de 220 mil habitantes y la segunda de Croacia después de Zagreb, de la que dista 380 kilómetros.
Es un importante puerto pesquero y base naval del Adriático, así como un centro cultural y turístico importante; la ciudad antigua es una joya arquitectónica, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1979.
La ciudad creció alrededor de la casa de descanso del emperador romano Diocleciano, quien nació cerca de allí en el año 245 d. C. Se retiró en el año 305 al palacio que había construido cerca de Salona y fue sepultado allí en el 313. El palacio se convirtió después en el núcleo de la ciudad. A principios del siglo VII, después de que la cercana ciudad romana de Salona fuera saqueada por los ávaros (nómadas de Asia central), los refugiados convirtieron el palacio en una ciudad fortificada y el mausoleo de Diocleciano en la catedral de la ciudad.
Buena parte del atractivo de la parte central de Split gira en torno al Palacio, donde se encuentra de todo, desde templos hasta restaurantes, comercios, viviendas turísticas y demás.
Además del muy interesante tour por este casco histórico, hicimos dos excursiones durante la estadía, la primera a Hvar e islas Pakleni y la segunda a la Laguna Azul.
Amabas salidas se pueden apreciar en detalle cuando coloquemos editado el registro audiovisual, pero desde ya decimos que si bien en las dos excursiones los paisajes son maravillosos, el tour a Hvar, operado por Summer Blues para Civitatis, fue uno de los mejores que hemos tenido la oportunidad de realizar en nuestra vida y en el caso de la Laguna Azul, nos resultó como una trampa. Lo hicimos en una lancha a motor, pequeña en la que íbamos 10 personas (inclusive una niña y una mujer embarazada) y la velocidad con la que se condujo el capitán fue exagerada en todo momento y el riesgo era máximo ya que prácticamente no teníamos de donde agarrarnos. Se le solicitó varias veces que aminorase la marcha y en todas decía que lo iba a hacer pero a los pocos instantes retomaba el acelerador a fondo, compitiendo en velocidad con dos colegas suyos que iban en sendas embarcaciones similares, todas de Grey Line, el operador local de Civitatis.
Split es un punto de visita obligado en un viaje a la costa del Mar Adriático.
El Peristilo en el Palacio Dioclesiano.
Puerta del Norte del Palacio
La plaza de Hvar con la catedral al fondo.
La alegría a bordo a tiempo completo pero ya regresando al puerto de Split “se picó” y entre la barra libre con cerveza a discreción y la buena música no hubo quien se resistiera a tirar unos pasos.
El Capitán del catamarán de Summer Blues un “crack de aquellos”. Además de conducir con maestría es un DJ impresionante.
A cuenta de mayor cantidad van dos videos de diferentes momentos a bordo en la excursión a Hvar.