"Difícil de creer. Que el FA cuestione los números difundidos por Turismo -al menos a nosotros-, nos mueve a risa. La actual administración básicamente utilizó mismo método que ellos. Pero fue carcajada leer la duda de si se contabilizaron como turistas los argentinos en tránsito a Brasil. Remembranzas!" Ese fue el texto de nuestro posteo en redes adjuntando el enlace a una nota del diario El País titulada El Frente Amplio cuestiona cifras oficiales sobre turismo divulgadas por el ministerio El texto lo inician así: "El exsubsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff, desconfía del gran incremento de viajes dentro del país: los datos presentados ofrecen “dificultades de interpretación”, cuestionó".
por Sergio Antonio Herrera, desde Punta del Este
@DelPDA - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Liberoff, además de atomizar a todos quienes integran algún chat de gente del turismo uruguayo siendo siempre "el no del sí", en su condición de suplente del senador Bergara, aparece de vez en cuando ocupando una banca en el Senado de la República y en esos breves períodos alterna su presencia en medios variados para cumplir con su tarea eterna de cuando es oposición, pegarle a la administtración del momento.
En el texto que compartiremos más adelante figura la anécdota vivida por nosotros en Lima en 2014, que confirmó lo que se decía acerca suyo, que se hacía presentar como ministro de turismo en el exterior cuando apenas era primero asesor, luego también se hacia llamar Director Técnico o Director Nacional hasta que en el gobierno de Mujica logró que se crease este último cargo con su nombre y apellido.
En la entrevista de El País Liberoff cuestiona la información acerca del turismo interno, lo hace quien tuvo la osadía de un buen día, allá por 2007 de inventar que el turismo uruguayo generaba mil millones de dólares al año y para justificarlo, sumaba los supuestos 600 millones de divisas por receptivo con los 400 que solamente él imaginaba que generaba el turismo interno, contabilizando por ejemplo que quien firma, era turista cuando iba a su casa de fin de semana en la Costa de Oro...
El 19 de julio de 2007, en el Portal del Uruguay bajo el título: Ministro Lescano: mil millones y sistema colapsado; un imposible y un disparate estratégico hablábamos de esto, recomendamos leer ese artículo que en la parte medular decía:
"Eran épocas en que se sostuvo por mucho tiempo desde el Ministerio de Turismo que esta actividad generaba ingresos por mil millones de dólares. Lo increíble del caso es que se llegaba a esa cifra sumando 600 millones de ingresos de divisas más 400 millones de dólares -que se decía-, movía el turismo interno. Nosotros afirmamos durante meses que esa operación (ingresos de divisas más movimiento interno) era lo mismo que sumar peras más zapallos. Al poco tiempo, en un recordado acto realizado en la Plaza Independencia en el cual se armó un gran escenario sobre el cual el por entonces presidente Tabaré Vázquez caminaba de un lado al otro con el gabinete en pleno sentado detrás suyo, el primer mandatario desmintió a los portavoces ministeriales afirmando con gran orgullo que "el turismo había generado 657 millones de dólares. En esta misma edición reproducimos una nota de El País titulada Turismo interno mueve US$ 500 millones anuales publicada este miércoles en la cual leemos: "La ministra de Turismo, Liliam Kechichian dijo que los datos constituyen "la primera información seria que tenemos para diseñar una política pública en acuerdo con el sector privado". Al afirmar que es la primeras información seria ¿Está confirmando que los 400 millones de 2007 eran zapallos?."
En fin, para redondear la reflexión acerca de su coyuntural aparición en los medios, compartimos el artículo publicado en octubre de 2015 en el que quien aún no lo conoce tendrá la oportunidad de saber más de él y para que quines sí lo conocen, refresquen la memoria.
Benjamín Liberoff: amo y señor del turismo uruguayo
De no haber sido por su desprolijidad administrativa la cual le costó la renuncia en el primer gobierno de Montevideo del FA, cuando Tabaré Vázquez lo designó Director de la División Turismo capitalina, Benjamín Liberoff habría sido en 2005 sin dudas el primer ministro de Turismo de la izquierda en la historia. Por aquella causa el designado fue el Doctor Héctor Lescano quien casi nada entendía del tema y Liberoff fue designado asesor. La inteligencia y la sabiduría política del Doctor Lescano hicieron que durante siete años el apetito voraz de trascendencia y de poder del entonces asesor no creciera, marcando el ministro su propio camino y dejando una huella muy importante por su compromiso con el sector.
De todos modos Liberoff fue haciendo un trabajo de hormiga, de gran compromiso y contracción, entregándole a su función prácticamente todas las horas de cada jornada desde su llegada al edificio contiguo al puerto de Montevideo, tomándose atribuciones que de ninguna manera correspondían a un asesor y haciéndose llamar por casi todo el mundo Director Técnico (función ignorada por el FA salvo un breve pasaje que ante la insistencia de muchos, con nosotros al frente, se designó a una desconocida total de apellido Dogliotti) o también Director General o Nacional de Turismo, cargos inexistentes hasta que en el final del segundo período, Liberoff consiguió que se creara el de Director Nacional para sí mismo. Nos habían dicho que se hacía presentar como Ministro de Turismo en el exterior y lo comprobamos directamente en Lima en 2014 cuando visitamos la Universidad de San Martín de Porres donde había estado un rato antes que nosotros en calidad de Ministro, presentado así desde la Embajada Uruguaya según nos dijo el propio rector.
Ante los organismos internacionales como el BID o la OMT tuvo la habilidad de situarse siempre como el referente principal del organismo a tal punto que los principales conductores de la Organización Mundial del Turismo, nos lo hicieron saber personalmente en alguna oportunidad que tuvimos que planificar alguna actividad de capacitación como las de Objetivo Turismo. Con respecto al BID fue quien manejó a su antojo siempre los apoyos de este organismo que dieron nacimiento por ejemplo a algunos centros de información inexplicables como el de Colonia y a la increíble historia de los famosos clusters, buenos para nada en el turismo uruguayo.
Llamativamente, el instituto de capacitación del cual era socio, al cual renunció para ingresar al turismo fue uno de los que más le facturó en planes de capacitación a todo lo que tuviese alguna relación con el turismo como intendencias, municipios, estaciones de servicio de ANCAP y la cuantiosa etapa de la preparación de idóneos para una conocida empresa de cobranzas que abrió más de 400 sucursales en todo el país con los consiguientes idóneos requeridos obviamente desde el Mintur.
De acuerdo a su voluntad, su estado de ánimo o la inquina que le pudiese tener a algún medio que le solicitase publicidad al Ministerio de Turismo, iba la posición del pulgar de Liberoff, para arriba o para abajo.
Intervino en todas y cada una de las iniciativas que haya tenido cualquier actor del sector que necesitase el apoyo o el auspicio del Mintur para la realización de eventos con el sonsabido criterio del pulgar arriba o abajo dependiendo exclusivamente de su decisión personal. Es OBLIGATORIO en cualquier evento que auspicie el Mintur, sea de lo que sea, que Liberoff haga uso de la palabra. haga presentaciones o de alguna manera se pare delante de las audiencias a las que suele "examinar", preguntando y cuestionando.
Es el gran responsable de la piedra libre que le dio este gobierno a la inversión extranjera en el turismo que nos deja con una gran sobredosis de hoteles en Montevideo que habría que investigar para que se construyeron y a quien o a quienes benefició ese hecho.
Desde que a principios del primer gobierno nacional del Frente Amplio, la actividad privada con el asesoramiento directo del Doctor Julio Facal comenzó a elaborar su proyecto de Ley de Turismo para sustituir la caduca vigente desde 1974, Liberoff marcó claramente su posicionamiento adverso a la idea y como siempre, se tomó el trabajo de hacer redactar, a su gusto, la ley de turismo que terminó siendo presentada al Parlamento nacional, que fue la que terminó siendo admitida.
En las últimas horas, una vez más los empresarios trabajaron codo a codo con el Mintur para redactar varios decretos que reglamentan la referida ley de turismo y a la hora de presentarlos, el Mintur volvió a dejar en blanco al empresariado y los presentó a su ¿leal? saber y entender o sea, al gusto del mandamás.
En los medios sale un día sí y otro también información relacionada al entredicho de la ministra Kechichian con el empresariado de Maldonado; en 2013 Kechichian encabezó el desaire a toda la industria al no asistir a la inauguración de la Exp VTN en Maroñas cuando Bañales había mandado a Mujica a "lavarse las patas". Poco antes había parado en seco a los empresarios del turismo receptivo que fueron a pedirle acciones contra el monopolio de López Mena respondiéndoles, "es el mercado ¿de qué se quejan?" y ahora, la nueva burla en el tema de la redacción de los decretos para reglamentar la nueva ley de turismo.
Debe recordarse que Kechichian ingresa al turismo trabajando en el instituto de capacitación de Liberoff que es quien posteriormente la lleva a la Intendencia de Montevideo y también quien años después, la hace designar en el Mintur cuando en 2006 renuncia Alberto Prandi a la Subsecretaría. Es también quien junto a Liberoff y el resto del equipo, siguen en el Ministerio cuando Mujica cesó a Lescano en 2012.
Mientras el empresariado del turismo receptivo en Uruguay se cae a pedazos; mientras la crisis en Punta del Este es inocultable; mientras en Montevideo hay más camas en oferta que gente y Uruguay sigue sin conectividad con la región inmediata, el Ministerio de Turismo en manos de Liberoff, avalado por la máxima jerarquía (su propia creación), continúa en su limbo y no hay nadie que los llame al orden como se debe o como se dice en el barrio "que les pare el carro". Ni desde el Estado donde Liberoff para la fuerza política que gobierna es poco menos que Dios ni desde el sector privado donde Liberoff para casi todos es el diablo, a pesar que a la inmensa mayoría no les dé la nafta para decirlo públicamente.
Comentarios