La superconductividad, que permite una transmisión de energía casi sin pérdidas a temperaturas extremadamente bajas, ofrece una ventaja única para los aviones que utilizan hidrógeno líquido a -253°C, no solo como combustible, sino también como sistema de refrigeración para la propulsión eléctrica. Este enfoque puede mejorar significativamente la eficiencia energética y el rendimiento de los sistemas eléctricos de aeronaves.
Según Grzegorz Ombach, vicepresidente senior de Airbus y responsable de I+D disruptivo, la colaboración con Toshiba permitirá desarrollar un motor superconductivo de dos megavatios, lo que representa un paso decisivo hacia nuevas posibilidades de diseño para los futuros aviones de hidrógeno de Airbus.
Por su parte, Tsutomu Takeuchi, oficial corporativo de Toshiba, destacó que la experiencia de Toshiba en el flujo de corriente superconductiva y tecnología de maquinaria rotativa se alinea perfectamente con las necesidades de la industria aeroespacial, y confía en que esta colaboración será clave para avanzar en la descarbonización del sector.
Este proyecto conjunto fue presentado en la feria Japan Aerospace 2024 en Tokio y representa uno de los primeros logros del Airbus Tech Hub Japan, una iniciativa lanzada en mayo de 2024 para fomentar la investigación y la innovación en la industria aeroespacial japonesa.
Portal de América - Fuente: Actualidad Aeroespacial