La causa del accidente aún está bajo investigación. Las grabadoras de datos del vuelo y voz (FDR y CVR, respectivamente) han sido recuperadas y fueron enviadas a Brasilia para su análisis y obtención de los datos que permitan conocer las causas que produjeron el accidente.
CENIPA, la unidad de la Fuerza Aérea de Brasil que investiga accidentes e incidentes de aviación, dijo que la tripulación de Pilotos nunca comunicó ninguna condición por radio, y que el avión desde su salida del Aeropuerto de Cascavel (CAC) no había reportado ninguna falla o diferidos en el equipo, por lo que se entiende que estaba 100% aeronavegable. Incluso el avión, fabricado en 2010, había pasado su mantenimiento rutinario la noche anterior sin que se detectaran fallos técnicos. Los cuatro miembros de la tripulación a bordo en el momento del accidente tenían todas las licencias y certificaciones válidas.
El fabricante ATR emitió el siguiente comunicado: "ATR ha sido informada de que se ha producido un accidente en Vinhedo (Brasil) en el que se ha visto envuelto un ATR 72-500. Nuestro primer pensamiento está con todas las personas afectadas por este suceso. Los especialistas de ATR están totalmente comprometidos para apoyar tanto a la investigación como al cliente”.
El avión sufrió un descenso abrupto cuando se encontraba volando a unos 17.000 pies de altitud, y al momento del accidente estaba en vigor un reporte de información Meteorológica Significativa (SIGMENT) que indicaba condiciones de formación de hielo severa en las altitudes donde estaba volando la aeronave.
No hubo sobrevivientes y las autoridades ya han recuperado los cuerpos de todas las víctimas, 58 pasajeros y 4 tripulantes. Afortunadamente no se reportaron víctimas en tierra. Este suceso ha sido catalogado como uno de los peores accidentes aéreos en la historia reciente de Brasil.
El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró tres días de luto nacional tras el trágico accidente.
Portal de América
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