Con un telón de fondo de imponentes montañas, valles fértiles y una rica herencia cultural, Salta ofrece una experiencia que combina tradición, folclore, gastronomía regional y hospitalidad.
Salta está dividida en siete regiones turísticas con diferencias paisajísticas y cada una con sus particularidades, que la convierten en un destino con múltiples posibilidades donde, por ejemplo, sus raíces y circuitos religiosos son numerosos y variados.
La arquitectura colonial de sus iglesias son un testimonio vivo de la rica historia y herencia de esta región. La ciudad de Salta cuenta con un circuito de iglesias con la Catedral Basílica y la iglesia San Francisco como máximos exponentes, sólo separadas por pocos metros y que son testimonios de una rica tradición vinculada a las fiestas religiosas más importantes del país.
Desde el tradicional Viernes Santo con su vía crucis, hasta el Domingo de Resurrección, los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en las costumbres arraigadas de la región, mientras exploran los encantadores pueblos coloniales de Salta y participan en sus celebraciones religiosas.
Estas iglesias, construidas durante los siglos XVII y XVIII, reflejan la influencia de diferentes estilos arquitectónicos, desde el barroco hasta el neoclasicismo, creando un conjunto arquitectónico único y cautivador.
Una de las experiencias más emblemáticas de la Semana Santa en Salta es la peregrinación al Cerro San Bernardo. Desde temprano a la mañana miles de fieles y turistas se unen en una caminata ascendente hacia la cima del cerro, donde una cruz monumental y una vista panorámica de la ciudad los aguardan.
La Semana Santa también es un momento para deleitarse con los sabores de la cocina salteña. Los platos tradicionales como el locro, las empanadas, las humitas y los tamales son protagonistas, muchos de los cuales están bajo el paraguas del programa provincial KM0 con certificación Slow Food, al usar productos identitarios de cercanía. Y no se puede dejar de acompañar estas exquisiteces con un vino de altura.
Además de las celebraciones religiosas, los visitantes pueden disfrutar de una variedad de otros eventos y actividades. Salta es reconocida por su rica tradición folclórica, y durante la Semana Santa, se organizan numerosos espectáculos en sus plazas y teatros. Estas presentaciones ofrecen a los turistas la oportunidad de experimentar la música y la danza tradicional de la región en un ambiente festivo y animado. Una parada obligada, es concurrir a las distintas peñas folclóricas en toda la provincia y sumarse a los cantores locales para revivir una rica vivencia histórica en la música.
Durante la Semana Santa, se instalan ferias artesanales, donde los visitantes pueden encontrar una amplia variedad de productos como tejidos, cerámicas e instrumentos musicales, entre otros. Estas ferias son el lugar perfecto para adquirir recuerdos únicos y souvenirs que representan la cultura y el arte local.
Salta ofrece también una gran variedad de rutas turísticas que permiten a los visitantes explorar la belleza natural y cultural de la región. Desde la famosa Ruta del Vino en los Valles Calchaquíes, la mítica ruta provincial 33 que acompaña la transición del Valle de Lerma a la zona más alta de los Valles Calchaquíes, como también la pintoresca Ruta de las Yungas, desde cerca de la ciudad de Salta hacia el norte de la Selva de Montaña y por supuesto el enigmático recorrido del Tren a las Nubes.
Y para los amantes de la naturaleza y la aventura, Salta ofrece una amplia gama de actividades deportivas, como trekking, rafting, ciclismo de montaña y más. Las empresas de turismo organizan excursiones y expediciones especiales que permiten a los visitantes explorar la impresionante belleza natural de la región mientras disfrutan de emocionantes actividades al aire libre.
Cada región tiene algo único que ofrecer, convirtiendo a Salta en una opción muy atractiva para pasar esta Semana Santa.
Portal de América