Durante dos días de intensas reuniones, expertos del estudio jurídico liderados por Facal se reunieron con legisladores, cámaras empresariales y autoridades de diversas áreas estratégicas, como turismo, medio ambiente, ordenamiento territorial, comercio, accesibilidad y cultura. Cada uno de estos sectores planteó sus inquietudes y expectativas sobre la reforma, con el objetivo de garantizar que la nueva legislación responda a las necesidades del país y de los actores involucrados.
El turismo como motor de desarrollo: visión del sector empresarial
Desde el ámbito privado, la Cámara Nacional de Turismo de Panamá (CAMTUR) y otros gremios empresariales manifestaron su interés en que la nueva ley brinde mayor seguridad jurídica y facilite las inversiones.
“Necesitamos una normativa que nos permita competir con otros destinos internacionales, que reduzca la burocracia y genere incentivos claros para el desarrollo de la hotelería, el ecoturismo y el turismo de convenciones”, explicaron desde ese organismo.
Por su parte, las autoridades representadas por la Licenciada Sara Sánchez; Annette Cárdenas y Gloria de León, destacaron la importancia de adaptar la legislación a las nuevas tendencias de la industria.
“El turismo digital y las plataformas de alojamiento han cambiado la dinámica del mercado. Es fundamental que la regulación contemple estas nuevas realidades sin afectar la competitividad de los negocios tradicionales" dijeron.
Sostenibilidad y ordenamiento territorial: el desafío ambiental
Las autoridades ambientales y urbanísticas hicieron hincapié en la necesidad de que la normativa garantice el equilibrio entre el desarrollo turístico y la sostenibilidad.
“Panamá tiene un potencial enorme en turismo de naturaleza, pero necesitamos reglas claras sobre el uso del suelo, la conservación de áreas protegidas y la infraestructura turística en zonas sensibles" explicaron.
En este sentido, se discutieron alternativas para integrar criterios de sostenibilidad y accesibilidad en la planificación turística.
“Una legislación moderna debe promover un turismo inclusivo, que garantice que todas las personas puedan disfrutar de los destinos sin barreras” agregaron.
El papel del comercio y la cultura en la nueva ley
Otro punto clave en la discusión fue el impacto del turismo en la economía local y la necesidad de fortalecer la oferta cultural del país. Se subrayó que la nueva normativa debe favorecer la integración del turismo con el comercio local.
“Queremos que los turistas no solo visiten el país, sino que consuman productos panameños, desde gastronomía hasta artesanías y experiencias culturales” fue el mensaje concreto.
Desde el sector cultural, se destacó la importancia de incluir mecanismos de protección y promoción del patrimonio.
“El turismo puede ser un aliado en la preservación de la identidad panameña, pero para ello se necesita una normativa que incentive la inversión en cultura y garantice que los beneficios lleguen a las comunidades”, comentó un representante del Ministerio de Cultura.
Un proceso desafiante, pero enriquecedor
El abogado Julio Facal, consultor principal del proyecto y referente internacional en derecho del turismo, resaltó la complejidad del proceso y la responsabilidad que conlleva.
“Esta reforma implica un análisis profundo de la normativa vigente, la integración de estándares internacionales y la construcción de un marco legal que fomente el desarrollo sostenible del sector. El desafío es equilibrar los intereses del sector público y privado, garantizando que la regulación sea eficiente y moderna”, sostuvo.
Por su parte, desde la ATP se destacó que la participación de múltiples actores es clave para garantizar el éxito del proyecto.
“Queremos una ley que responda a las necesidades reales del país, y para eso estamos trabajando con todos los sectores involucrados”, afirmaron fuentes acreditadas.
Panamá avanza hacia una regulación de vanguardia
Con un proceso en marcha que promete sentar las bases para una nueva era en el turismo panameño, Yelpo & Facal Abogados, junto a DELCO y el respaldo del BID y la ATP, encaran una tarea de gran impacto para el futuro del sector. La expectativa es que esta reforma no solo modernice el marco regulatorio, sino que también potencie el crecimiento del turismo como pilar clave del desarrollo económico y social del país.
“Panamá está en un momento crucial para consolidarse como un destino turístico de primer nivel. Una regulación clara, moderna y equilibrada será fundamental para aprovechar todo su potencial”, concluyó Julio Facal.
El proceso de reforma continúa, con próximas instancias de consulta y debate que permitirán seguir afinando los detalles de esta legislación, la que marcará sin dudas un antes y un después en el turismo panameño.