por Mario González Olivera
Y el éxito que consiguieron en esta aventura se podría calificar de espectacular, pues en el corto tiempo trascurrido desde su partida en Chiclayo, ciudad de la costa norte del Perú, hasta su clausura en la ciudad de Tarapoto en San Martín, quedaría demostrado que el corredor biológico que une a los departamentos mencionados posee una extraordinaria diversidad de aves, pues fueron avistadas nada menos que 864 aves diferentes; importantes cifras considerando que en el Perú se calcula habiten 1,837 aves diferentes entre endémicas y migrantes, lo que ubica a este país como el segundo poseedor de mayor fauna alada del mundo, después de Colombia que cuenta con alrededor de 60 aves más pero que debido al grave desorden social que sufre en algunos lugares de su medio rural este país fue puesto de lado por el aviturismo internacional, que actualmente considera al Perú como el más propicio en el mundo para la visita de los cultores de este turismo especializado.
Esta preferencia fue precisamente la que tomaron en cuenta los directivos de la ONG Inka Terra Asociación – ITA, organismo de protección ambiental presidido por José Koechlin y el Vice Ministerio de Turismo con Prom Perú, para organizar y convocar a los “wirdwatcher” que vinieron el año 2012 al país para intervenir en la primera jornada de la competencia llamada Birding Rally Challenge, que se realizó entre los departamentos de Cusco y Madre de Dios, lográndose el primer descubrimiento ó “lifer”, de un “vencejo negro” que hasta ese momento era desconocido para la ornitología peruana.
Chiclayo fue el punto de partida
Como anotábamos anteriormente, la prueba fue iniciada en Chiclayo con la participación de 24 avituristas procedentes de los Estados Unidos, Gran Bretaña. España, Sudáfrica y Brasil que desplazándose en vehículos especialmente acondicionados, conformaron seis equipos que contaban además con un guía peruano cada uno. A este convoy le seguía las unidades automotores de los jueces Thomas Valqui y Barry Walker y de los organizadores con José Koechlin y José Purisaca. De los resultados del primer día de competencia que comprendió el recorrido por Laquipampa, Pomac y La Viña, en el departamento de Lambayeque; nos dijo José Purisaca Puicón, nuestro informante: - “Quienes hemos vivido la época en que se descubrió la pava aliblanca en la quebrada Querpón del distrito de Olmos, sentimos una alegría muy especial ver a esta ave frente a nosotros en su propio hábitat en el Refugio de Vida Silvestre de Laquipampa en Incahuasi, lo que también deleitó a los avituristas visitantes”.

Mas tarde recorrieron parte del Santuario Histórico Bosque de Pomac, donde admiraron las huacas sicanes medio ocultas por los algarrobales que bordean el río La Leche. Aquí gozaron también de una verdadera fiesta de avistamientos al encontrar bandadas de “cortarramas”, “arroceros”, “chiscos”, “putillas”, “chilalas”, “urracas” y “tordos chivillos” entre otras avecitas, así como a “huerequeques” que intrigados los miraban desde los pajonales vecinos al río. En el Bosque de Pomac también tuvieron la oportunidad de conocer el algarrobo milenario que al parecer, cansado de seguir erguido soportando el peso de su inmensa floresta, hoy la arrastra por el suelo ofreciendo a muchas aves un cómodo refugio entre sus coposas ramas.
Y finalmente la excursión de este día concluyó con un recorrido por el amplio reservorio de la antigua ex -hacienda “La Viña”, donde constataron la sorprendente abundancia de aves típicas de cursos de agua dulce que posee, como “garzas”, “gallaretas”, “pollas de agua”, “bandurrias”, “guacos” y variedad de patos. “- Al terminar aquel día; prosigue don José,- los informes de los jueces nos permitieron contabilizar el avistamiento de 163 aves diferentes entre todos los equipos, habiendo ganado el equipo de los Tigrisomas de la Universidad de Louisiana de los Estados Unidos con 113 especies, seguidos por el Forest Falcons, del Reino Unido con 110; Tramuntana de España con 107; Zululanders de Sudafrica con 106; los Ararajubas del Brasil con 90 y cerrando el equipo E-Birders de la Universidad de Cornell, también de los Estados Unidos, con 88 especies”.
Puerto Eten, también en Lambayeque fue el destino del siguiente día, recorriéndose los humedales de la desembocadura del río Reque y las playas y farallones al sur de este balneario, para sumar otras 45 especies diferentes de fauna alada como “guanayes”, “piqueros”, “milanos marinos”, “potoyuncos”, “pelicanos”, “gaviotines”, “gaviotas”, “chorlitos”, “zarcillos” y “pingüinos” y otras más, que dieron la cifra de 208 aves diferentes avistadas solo en el departamento de Lambayeque.
Para el tercer día el convoy de avituristas salió por la Carretera Panamericana hasta Olmos y de allí enrumbaron hacia el oriente, siguiendo la ruta de penetración al río Marañón para ascender al abra de Porculla, y cruzar la Cordillera Occidental de los Andes para bajar a los valles de selva alta de Jaén y San Ignacio, provincias del departamento de Cajamarca; no sin realizar paradas de avistamiento a lo largo de esta ruta con características ecológicas muy diferentes al monte seco costeño que habían dejado atrás, y uno de los lugares que visitaron con sumo interés fue el Reservorio de Limón, parte integrantes del Proyecto Hidroenergético de Olmos para derivar las aguas del río Huancabamba originalmente orientadas hacia el Océano Atlántico, y llevarlas a las pampas de Olmos en la cuenca del Pacífico.
En Cajamarca, Amazonas y San Martín
La riqueza de avifauna alada que les salió al paso en los parajes y bosques propios de la selva alta cajamarquina lo sumió en el asombro. Este era el hábitat indiscutido del “pepitero orejablanca”, del “batará” y del “pitajo”; así como también de la “tinamilla”, del “pijuí”, del “pecholuna del Marañón”, del “carpintero colorado”, y de muchos loros y pericos y otras hermosas aves. Siguiendo el viaje dejaron atrás a Bagua, ya en el departamento de Amazonas, para llegar a Pomacochas y recorrer las riveras de esta hermosa laguna cercana al poblado de la Florida para avistar “gorrones”, “zorzales” y aves acuáticas como la “gallineta pijuca”, la “gaviota andina” y “martines pescadores”, así como falcónidas propias de estos lugares. Después, al proseguir por este departamento, el Birding Rally Challenge cruzó el abra Pardo Miguel sobre la Cordillera Oriental de los Andes y bajó hacia las cabeceras del río Mayo donde buscarían ansiosamente el grácil “colibrí cola de espátula”, una de las aves más bellas del Perú.

En esta ruta, acompañando al río Mayo en su discurrir hacia el río Huallaga, avistaron al “traupido gritador”, al “raboparejo peruano”, a la “zancuda verdugo” y muchas vistosas aves más hasta llegar a Tarapoto, donde los esperaba Carlos González Henríquez, empresario hotelero de la región que los alojó en su hotel de esa ciudad, para guiarlos días después a diferentes lugares de la zona como Lago Lindo, embalse natural cuyas frondosa riveras son el hábitat preferido de un numeroso mundo alado donde proliferan los “tucanes”, “piguichos”, “colibríes”, “horneros”, “barbudos franjiescarlatas”, la “pavita puca cunga”, “pollas sultanas”, “coquetas”, “gallinetas” y escandalosos “shanshos”. Al octavo día y en hotel Puerto Palmeras de Tarapoto se clausuró este rally en que los 24 participantes lograron observar en conjunto, la respetable cantidad de 864 aves diferentes, lo que ha sido noticia mundial; pero el alborozo resultante de esta exitosa prueba deportiva-científica se opacó semanas más tarde con el lamentable fallecimiento por causas naturales de Carlos González Henríquez, el anfitrión y guía de los avituristas en el departamento de San Martín.
“Este Campeonato Mundial; nos informó José Purisaca; con la presencia de estos afamados buscadores de aves despertó tanta expectativa en la población local que las comunidades peruanas por donde pasarían se prepararon para recibirlos, hecho que marcó profundamente en los competidores que no esperaban ese recibimiento, como lo sucedido en Pomac, Ferreñafe, donde un Comité de Madres elaboró artísticos bolsos de tela notex que adornaron con bellas figuras de pájaros de la localidad; bolsos que por su calidad y bajo precio fueron adquiridos en gran número por los avituristas visitantes.
Además, dijo –“ El rally asimismo ha permitido demostrar que la observación de aves es un buen recurso para el fortalecimiento de nuestro orgullo regionalista al revalorar lo que atesora nuestra naturaleza, y enfatizó; -es una buena alternativa para el desarrollo económico de poblaciones locales pues contribuye a una buena cimentación de la organización comunal, permitiendo además implementar una verdadera inclusión social ya que puede generar empresas inclusivas, y por tanto contribuir en gran manera a la disminución de los índice de pobreza de las comunidades más deprimidas de nuestro país”; concluyó el Gerente General de la ONG Inka Terra.
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