“Consumo quiere obligar a 50 millones de pasajeros a contratar servicios adicionales que no necesitan, en contra de la normativa europea”. Así de tajante se muestra la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que rechaza frontalmente la sanción histórica de 150 millones impuesta por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 a Ryanair, Vueling, Easyjet y Volotea. Y es que, de no prosperar sus recursos, España tumbará su actual modelo de negocio.

El verano del 22 fue muy bueno, pero sólo Ryanair se benefició de verdad; el de 2023 ya alcanzó a todas las aerolíneas, con especial intensidad en el caso de las tres grandes low cost europeas, Ryanair, Easyjet y Wizz Air. Entonces los expertos esperaban que 2024 ya no fuera a ser tan espectacular. Pensaban que no puede haber un crecimiento indefinido.

Reino Unido podría asestar un duro golpe al fenómeno low cost. El país ha anunciado que está planeando una nueva legislación con la que impondría a las aerolíneas la obligación de ofrecer el precio final desde el inicio.