“Hemos descubierto que es un gran problema con las reservas de aerolíneas donde a los consumidores se les cobran tarifas elevadas por extras básicos, como la reserva de asientos”, apunta el gobierno.

Según cuenta el diario Simple Flying, la intención del ejecutivo británico es acabar con los conocidos como “precios por goteo”. Es decir, aquellas ofertas que tienen un precio inicial más atractivo para los consumidores, pero, a la hora de llegar al proceso final de compra, se incluyen otros cargos adicionales.

Esto podría golpear especialmente a compañías como Ryanair y Easyjet, que tendrían que modificar sus ofertas actuales. Teniendo en cuenta el coste por exceso de equipaje y la reserva de asientos, el incremento de los precios podría rondar los 90 euros con esta normativa.

Esta probabilidad no ha sentado nada bien en el sector aéreo. Airlines UK considera que las ofertas auxiliares ofrecen un mayor abanico de posibilidades a los pasajeros y hace que volar sea más accesible. En su opinión, “cualquier medida para revertir esto claramente no redunda en interés de los consumidores, y responderemos a las propuestas del gobierno cuando tengamos más detalles”.

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