por Sergio Antonio Herrera, desde Blois
Desde el hotel al Castillo de Blois, símbolo del lugar, no hay más de 10 minutos andando. Instantes antes de salir nos asomamos a la vereda para comprobar el clima y no había viento, por lo cual la temperatura estaba más que soportable ya que hasta brillaba un poco de sol. Salimos a los cinco minutos, dimos vuelta la esquina, se levantó viento y empezó a llover. Sin paraguas, llegamos ensopados al castillo.
El Castillo Real de Blois
Es uno de los castillos del Loira que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2000.
Fue construido sobre el castillo medieval de los condes de Blois, y fue una de las residencias principales de los reyes de Francia durante el Renacimiento, desde el reinado de Luis XII (1498-1515) hasta Enrique III (1574-1589).
Está en el casco histórico de la ciudad, en la orilla derecha del río Loira, y muestra un panorama de la arquitectura francesa desde la Edad Media hasta la época clásica.
Es uno de los lugares más emblemáticos del Valle del Loira. Residencia de 7 reyes y 10 reinas de Francia.
Fue escenario de una sucesión de tramas y acontecimientos históricos, con drama, intrigas y juegos de poder:. Este castillo narra el destino de 7 reyes y 10 reinas y desvela los secretos de la Corte francesa.
Catalogado como monumento histórico desde 1845, el Castillo Real de Blois es un ejemplo único de la evolución de la arquitectura francesa de los siglos XIII al XVII, y reúne en torno a un mismo patio 4 fachadas diferentes, 4 monumentos, 4 épocas, 4 cumbres. Entre las 30 habitaciones suntuosamente amuebladas, los pisos reales le sumergen en la vida cotidiana de la realeza.
Un recorrido gratificante
Bajamos desde lo alto hasta la orilla del Loira para maravillarnos con la rotunda imagen del puente Jacques Gabriel que fue construido a principios del siglo XVIII precisamente bajo la dirección del arquitecto del rey Luis XIV, Jacques V Gabriel. Es el último puente alomado existente sobre el Loira.
Conocimos la iglesia de San Nicolás, la Catedral de San Luis y llegamos hasta "La escalera de Denis Papin", el médico y físico protestante francés que durante su exilio en Londres, terminó el proceso que le convirtió en el inventor de la olla a presión.
A pesar de que vinimos en enero y el recorrido lo hicimos un lunes, valió la pena llegar hasta aquí.
Esta noche en el hotel, antes del whisky o el cognac (*), vamos a ordenar algo para comer...
(*) Hay veda alcohólica en Blois