por Nicolás Raffo Menoni, desde Montevideo
Es un hecho que en Uruguay tenemos Municipios como los de Montevideo con algunos de ellos con más de 200 mil personas como el A y en el interior del país tenemos Municipios que apenas superan los 260 habitantes, como es el caso de Arbolito en Cerro Largo. Esta referencia es inevitable para poder señalar que las realidades son bien distintas y ante ello las necesidades y también las posibilidades de gestionarlos.
Hay un total de 125 Municipios a nivel país, distribuidos en los 19 departamentos y Montevideo con casi el 40% de la población del país cuenta con apenas 8.
Aclarado ese punto, podemos adentrarnos en el tema de referencia del artículo, que pasa por el uso y aprovechamiento de las posibilidades tecnológicas que tenemos al día de hoy.
Las TICs han evolucionado en una forma exponencial, que por un lado facilitan muchas acciones cotidianas de la gestión pero por otro lado plantean una serie de desafíos que los Municipios deberán ser capaces de resolver si quieren hacer un buen uso de esas potenciales oportunidades.
Planteo una tabla con algunos de los desafíos y oportunidades que se tienen a la vista:
Las oportunidades y desafíos mencionados anteriormente son solo algunos y a modo de ejemplo, porque sin dudas podrían agregarse otros más.
Pasos y acciones a seguir
Lo que me interesa mostrar en esta publicación son algunos pasos y acciones necesarios para que el uso de las TICs disponibles sea efectivamente de real ayuda y apoyo a la gestión.
Y a modo de listado me gustaría mencionar:
- Siempre partir de un diagnóstico situacional inicial que permitirá saber dónde se está parado y cuál es el punto de inicio.
- El punto anterior requiere de identificar a las personas y las organizaciones correctas que pueden colaborar y además ver en donde hay carencias y hay que preparar mejor a esas personas y organizaciones para que sean parte del proceso de gestión.
- Aprovechar las posibilidades que hay en materia de desarrollo de las TICs.
- Comunicar adecuadamente lo que se quiere hacer y cómo, cuándo y dónde se va a hacer para que la ciudadanía lo sepa, se involucre y además para que todas las personas sepan qué se espera de ellas en este proceso de mejora de la gestión.
- Para mejorar la comunicación pueden apelar al uso de códigos Qrs, Chatbots, Apps, Centros de respuesta, señalética inteligente y otras opciones que hoy son bien viables si se preparan bien.
- Identificar las necesidades territoriales y de la ciudadanía de cada lugar, para a partir de ese conocimiento poder definir una estrategia adecuada de implementación de ayudas y apoyos en base a las TICs. Si no se sabe lo que se quiere gestionar o solucionar, será lo mismo optar por una u otra opción, porque no habrá claridad en cuanto a los logros a obtener.
- Focalizar y definir claramente las realidades sociales, económicas, ambientales y territoriales a intervenir para poder definir la estrategia de gobernanza más apta.
- A partir de ese conocimiento se pueden mapear, inventariar recursos, generar circuitos de interés y con contenidos propios.
- Se puede lograr una mejor interacción con los demás territorios que coexisten dentro de un departamento pero también a nivel país e incluso interactuar con los diferentes niveles de gobierno que están por encima de los Municipios.
- Se pueden establecer consejos asesores que ayuden a estudiar y definir las mejores estrategias digitales a aplicar en el territorio, integrando en esos consejos a personas idóneas y también a operadores del territorio que ya vienen aplicando estrategias de digitalización y que traccionan dentro del territorio.
- Se les puede consultar a los propios ciudadanos del territorio de maneras mucho más eficientes y evitando solo la presencialidad.
- Se puede recurrir a la búsqueda de apoyos externos para implementar y asesorarse en base a buenas prácticas que se desarrollen en otros territorios y que pueden ser de aplicación y utilidad, y que además ahorran tiempos y posibles errores de aplicación.
- Solicitar apoyos a la academia que tiene y forma técnicos y profesionales que podrían ser de gran ayuda para esa correcta implementación. Incluso se podrían facilitar pasantías que redundarían en una mejor gestión si se llevan a cabo de la manera adecuada.
- No olvidarse de la asignación de los recursos necesarios no solo para la implementación, sino también para la sostenibilidad de esas estrategias. Cuando alguien inicia algo nuevo probablemente tenga un costo inicial, pero no se puede olvidar el mantenimiento y la mejora de ese comienzo, porque las TICs seguirán evolucionando cada vez más.
- Y por último siempre tener un plan B o de contingencias, para que no pase como recientemente en España, donde un apagón dejó a muchas ciudades literalmente en la edad de piedra o al menos muy comprometidas en su gestión.
Si todos los pasos y acciones anteriores se piensan y desarrollan antes, las posibilidades de aprovechar los adelantes tecnológicos para la mejora de la gestión podrá ser un hecho, en el caso contrario no debería de sorprendernos que la gestión pueda verse comprometida o que presente fallas antes o después.
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