por Juan Francisco Rivero, desde Madrid
Cuenta la historia que en la zona donde hoy se halla la Plaza Mayor, el mismo centro de Madrid, junto a la hoy popular puerta del Sol, era conocida en el siglo XVII como la Plaza del Arrabal, donde había numerosa gente de malvivir y donde el escritor del Siglo de Oro español Lope de Vega ponía a los picaros de sus obras teatrales, Años más tarde otro prestigioso de la literatura española el canario Benito Pérez Galdós puso en esta zona urbana a los personajes de sus novelas, entre ellas “Fortunata y Jacinta”. Desde entonces a este barrio se le llama el Madrid galdosiano. Y Pérez Galdós era adicto al típico plato denominado “callos a la madrileña”, elaborados con tripa de vaca, además de chorizo, pimentón y a la que se le acompaña de vino blanco.
Pero hoy, el restaurante Botín, es uno de los establecimientos centenarios más populares de la capital de España, que el famoso escritor norteamericano Ernest Hemingway le gustaba tanto su cocina tradicional que en los años 60 eran numerosos los estadounidenses que se sentaron en su mesa. En su popular libro Fiesta escribió: Comimos en Botín en el comedor de arriba. Es uno de los mejores restaurantes del mundo. Tomamos cochinillo asado. Yo comí un buen almuerzo y bebí tres botellas de rioja alta. Por aquí han pasado los reyes de España, artistas, toreros políticos y hasta gente del cine como Ava Gadner o Woody Allen
Por una de esas calles, cercana a la Plaza Mayor, abrió, en 1725, una casa de comidas el cocinero francés Jean Botín, quien estaba casado con una española. Un sobrino de Botín fundó una posada en la calle Cuchilleros. El negocio se fue ampliando con una casa de comidas y en el siglo XIX se abrió además una pastelería que ofrecía a sus clientes los famosos pastelillos, pestiños, suizos y bollos de crema.
Y ahora qué es lo más típico que ofrece este restaurante que se alza en un edificio típico de cuatro plantas decoradas al estilo madrileño. Pues bien, si quiere ir a comer o a cenar en él ha de pedir cochinillo o cordero asados al horno, un horno antiguo que no se apaga nunca desde su fundación Los cerditos y los corderitos se traen semanalmente de las mejores ganaderías de la región de Castilla la Vieja, ahora denominada Castilla y León. En invierno puede comenzar con una sopa castellana y en verano con el típico gazpacho, todo ello regado con un buen vino español. Y de postre, tarta Botín.
Un servidor que ha comido allí varias veces le desea un buen provecho.
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