Te conocimos en FITUR, en Madrid, en enero pasado cuando la presentación del Camino de los Jesuitas de la FEDESUD, ¿comenzamos por ahí?
"Se trata de un producto regional, se presenta de manera conjunta y esto no es algo que se dé de un día para otro. La FEDESUD aglutina a las cámaras de turismo de toda Sudamérica, surge como un anhelo de integración del sector privado en 2012 y en 2018 se produce la firma, la creación formal, en Montevideo, Uruguay.
Desde el inicio, el objetivo era lograr promover de manera conjunta la región y encontrar productos para ello. Entendimos que trabajando integrados había mayores posibilidades de atraer mejor conectividad, cadenas hoteleras, etcétera. Antes de la pandemia ya surgió la idea de trabajar el Camino de los Jesuitas que es un producto que existía en cada uno de los países miembros. Lo innovador y a la vez un desafío, fue hacerlo en forma conjunta".
Luego de esa primera definición de Mauvecin, viene un segmento de la conversación que es recomendable, casi mandatorio, que se aprecie en su real dimensión accediendo al contenido audiovisual a través del QR en este mismo artículo. Se establece en ese pasaje, un intercambio entre el entrevistado y el entrevistador que involucra la mirada profesional acerca no solamente del producto sino de todo lo que representa la idea.
Hay un muy interesante ida y vuelta con el tema de la necesidad de tener algo parecido a un espacio Schengen en la región, señalando las incontables adversidades que se padecen tanto en trámites migratorios como aduaneros y no solamente en el turismo, sino también en lo que atañe al comercio y al transporte de bienes.
Mauvecin dice al respecto: "Uno de los objetivos de la FEDESUD es la facilitación y la misma trasciende a los productos turísticos, impacta en todos los sectores. Para cualquier cámara de comercio exterior significa un flagelo tremendo tener que estar 8 o 10 horas en las aduanas, en cualquiera de los pasos fronterizos de cualquiera de los países sudamericanos. Y esto no pasa porque no exista la tecnología. Es una cuestión de infraestructura tecnológica adecuada y de decisión política, de coordinación. Nosotros vemos en esta oportunidad de trabajo conjunto con el “Camino de los Jesuitas”, como una semilla, como una prueba piloto muy fuerte, importante, que puede desencadenar el desarrollo mucho más aceitado de otros productos, e incluso impactar en otros sectores económicos. Si nosotros lo logramos, habrán otros sectores que verán facilitado su funcionamiento”.
El camino de los Jesuitas
"He aprendido mucho, hay gente que lleva décadas trabajando en esto, me he encontrado con gente fantástica en cada país, trabajan con pasión, debaten, las experiencias que he ido teniendo son emocionantes, fabulosas. Yo nací y estoy en Córdoba, lugar de las misiones jesuitas que marcan; la Universidad de Córdoba es un legado jesuita, fui a la Universidad Católica de Córdoba que es un legado jesuita. Recorriendo, es imposible no emocionarse cuando en Santa Cruz uno escucha una orquesta de niños que hace música barroca; como resaltan en Encarnación el tema de la cultura viva que han dejado los jesuitas. Si uno quisiera abarcar todo el camino, deberíamos llegar hasta San Antonio, Texas. En nuestra región es de gran impacto lo que han hecho estos hombres desde el punto de vista arquitectónico, desde lo educativo, en el arte, la música. Y en la política, no solamente ayudando a las organizaciones sociales, ayudando a la cooperación. Entonces cuando uno va a estos destinos te hablan de cooperativismo, del trabajo".
¿Cuáles son los mercados a los que se apuesta y cuáles los orígenes de los paquetes?
"Todavía no estamos realizando un proyecto de marketing y comercialización. Estamos llevando adelante un proyecto que genera una herramienta, una plataforma de información que va a obtener un input de información de distintas fuentes existentes en toda la región que han sido relevadas oportunamente con la colaboración de consultoras internacionales para ver los indicadores que debíamos tener en cuenta para luego procesarlos en una plataforma de información, generar reportes y tener datos válidos para la toma de decisiones. De ese modo se van a generar herramientas de información dura, concreta, de movilidad del turismo, de necesidad de conectividad, de calidad de servicio, de percepción de los destinos, utilizando y aplicando inteligencia artificial, utilizando Big Data, saber cual es la opinión internacional a través de las redes sobre un destino determinado que tenga que ver con la ruta y a partir de eso poder generar reportes para que luego, gobiernos nacionales, regionales, locales e instituciones, puedan tomar decisiones, ese es el trabajo que hoy hacemos. Recién a partir de eso podemos decidir cuales son los mercados".
¿Cómo se visualiza el funcionamiento?, ¿quiénes lo van a operar?
"Hoy, los gobiernos que lideran el proyecto que son los del Mercosur y asociados y nosotros, estamos viendo la necesidad de crear un espacio público-privado en el que exista una secretaría técnica que procese todo, que trascienda los tiempos políticos y que tenga como prioridad el Camino de los Jesuitas, el SIRTA y si funciona bien, va a ser el espacio donde sentar las bases del trabajo conjunto".
¿Quién paga la fiesta?
"Hay muchos organismos de financiamiento internacional que hacen aportes no reembolsables ya que sus objetivos son los de impactar en el desarrollo. Entonces el BID apoya a los gobiernos y valida con auditorías, entregar fondos. Es fundamental el apoyo del BID para llevar adelante este proyecto. Nosotros ya tenemos en cartera o en vista, la importancia de generar un proyecto que sería el último eslabón, que es el de marketing y comercialización, porque esto, concretamente muere si no se vende el destino y ahí, los principales actores son los operadores del sector privado. No hay sector más comprometido con el desarrollo local que el turismo. Tenemos que saber poner en valor al turismo en todos los ámbitos”.
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