Con una inversión de más de USD 20 millones, la nueva tecnología de última generación permitirá a las aeronaves operar con las máximas condiciones de seguridad, incluso en situaciones de meteorología adversa con niebla y condiciones de visibilidad mínimas.
Las obras comenzaron en enero de este año y se desarrollaron dentro de los plazos previstos. Incluyeron la instalación de un sistema de radioayuda, una estación meteorológica avanzada con sensores distribuidos a lo largo de la pista principal y un sistema de balizamiento LED compuesto por 2.000 luces.
Este proyecto mejora la infraestructura aeroportuaria nacional, elevando los estándares de seguridad, operación y servicios para la aviación, y potenciando la conectividad de Uruguay. Además, el sistema eleva la categoría del Aeropuerto Internacional de Carrasco, colocándolo al nivel de los mejores de la región y del mundo.
Otros beneficios incluyen la reducción de demoras, desvíos, reprogramaciones y cancelaciones de vuelos, ofreciendo una mejor experiencia para los pasajeros. Además, permitirá mayor precisión, seguridad y eficiencia a las aerolíneas, mejorando la predictibilidad en la operativa en el Aeropuerto de Carrasco, y por tanto ofrecerá una ventaja competitiva para el desarrollo de la aviación y de la conectividad en el país.
Además de las obras necesarias para la instalación del ILS, Aeropuertos Uruguay trabaja junto a los distintos actores del ecosistema aeronáutico para seguir avanzando en las calibraciones técnicas, capacitaciones, la elaboración de nuevos procedimientos instrumentales y manuales de operación necesarios para el nuevo sistema.
Finalizada la obra civil, será el turno entre otros de la DINACIA, para completar los procedimientos técnicos y administrativos relativos al ILS CAT IIIb. Una de las primeras instancias ocurrirá el 7 de enero de 2026 cuando se realice el Flight Check. Luego, con la intervención de la OACI, se pondrá en conocimiento a todas las aerolíneas de que está operativo este sistema en el Aeropuerto de Carrasco, proceso que puede llevar entre 60 y 90 días, y a partir de allí el aeropuerto comienzará a operar a full con el nuevo sistema.
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