La Aviación Civil, en respuesta al caos, ha permitido a las compañías que exijan a los pilotos que vuelen sin respetar sus descansos establecidos por normativa. Y las cosas no parece que vayan a mejor.
El primer culpable es IndiGo, que, al parecer, ha programado incontables vuelos para los que no tenía pilotos. A partir de eso, como las cosas funcionan como funcionan, el desastre se ha extendido a todo el sistema, con los aeropuertos a rebosar de maletas y pasajeros, todo fuera de su lugar. Lo que sí es inexistente es la información. Ni los empleados de las aerolíneas saben qué pasa.
Este viernes hubo un banquete masivo de una boda en la que los que se casaban entraron por Internet porque no pudieron viajar. Lo que da una idea del caos.
Un factor del problema es que la Aviación Civil india ha dado más horas de descanso a los pilotos, lo que ha conducido a las cancelaciones. Air India ajustó sus vuelos a las nuevas exigencias, pero IndiGo se comporta como si los pilotos fueran a volar en las horas libres que les han dado.
El caos es tal que el gobierno se ha echado atrás en las horas de libranza para los pilotos. Y no se sabe si eso es lo que buscaban las aerolíneas.
Pero también aparece otro problema añadido: la ausencia de derechos del pasajero y de información. Todo ello ha convertido al país en un desastre. IndiGo dice que la semana que viene tiene que empezar a mejorar la crisis, aunque este viernes aún estaba empeorando.
Portal de América - Fuente: preferente

