Vimos dos magníficos espectáculos de ballet; uno asociado con el fútbol y el otro, con el tango
Domingo, 01 Junio 2025

Vimos dos magníficos espectáculos de ballet; uno asociado con el fútbol y el otro, con el tango

La vida nos ha premiado permitiéndonos que a lo largo de nuestra existencia hayamos tenido la fortuna de asistir en diferentes partes del mundo, a algunos espectáculos maravillosos, de diferente orden. Las Cataratas del Iguazú y el Cañón del Colorado los vivimos volando en helicóptero; el show de David Copperfield en Las Vegas, a escasos cuatro o cinco metros del inmenso mago; Tristán e Isolda en la Ópera de Viena, donde increíblemente me dormí. Con una botella de champagne nacional bien helado, disfrutamos la magia del Crazy Horse en París; y no hace mucho tiempo atrás, en el mismísimo Sambódromo, nos sumergimos en el incomparable Carnaval de Río de Janeiro. En diferentes ocasiones, algunas en familia, vimos, las Rockettes en el Radio City Music Hall, una Misa Gospel en Harlem, y "Los Miserables" de Víctor Hugo, en Broadway, todo en la incomparable Nueva York. Amantes eternos de Buenos Aires, tenemos en nuestro haber una inconmensurable sucesión a lo largo de décadas, de los mejores shows de la noche de Buenos Aires y los grandes títulos del teatro argentino. Todas las veces que durante medio siglo vino Joan Manuel Serrat a Montevideo, estuvimos allí, y también aquí en nuestra ciudad, obviamente, los grandes títulos teatrales incluidos "Boulevard Sarandí", "Esperando la Carroza" y "La empresa perdona un momento de locura", todas, varias veces. Pero también aquí los tradicionales títulos de ópera y ballet como espectadores, en el actual Estudio Auditorio del SODRE montevideano. Y en el original SODRE..., el que se incendió, tuve la osadía de subir a escena durante un par de años como comparsa en mi juventud sobre ese legendario escenario. Y... -se caen de espaldas-, como figurante, en el Teatro Solís, un fin de semana inolvidable de la década del sesenta, actué como soldado romano el sábado en "Britannicus" de Jean Racine, y como invitado a una gala, en "Un fil à la patte" de Georges Feydeau, integrando el elenco de...la legendaria Comédie-Française, aunque ustedes no lo crean. Y vi fútbol, mucho fútbol, y viví fútbol "desde adentro", del mismísimo vestuario en la fabulosa década del 60 y también sufrí fútbol, viajando a Argentina y a Brasil en la Libertadores de antes, tan o más desaconsejable experiencia que la actual.

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por Sergio Antonio Herrera

Por todo ello, nos animamos a decir que lo vivido este sábado 31 de mayo durante la tarde ante el televisor, y luego durante la noche en la sala Río de Janeiro de Enjoy Casino & Resort, estuvo sin lugar a ningún tipo de dudas, a la misma o mayor altura que cualquiera de esas anteriores experiencias.

La final de la Champions

No recuerdo haber visto un equipo que hiciese un juego tan perfecto y sublime durante TODO EL PARTIDO, como el París Saint-Germain de Luis Enrique. Pero lo más increíble es que no lo hizo ante el Sacachispas F.C., fue ante un equipazo como el del Inter de Milán y lo apabulló. Estremecía ver los rostros de los jugadores del equipo italiano, la impotencia y a la vez, la hidalguía de oponerse con lo que podían pero sin caer en la tan habitual antideportividad de la generalidad, sean del país que sean, en situaciones similares.

Nunca como esta vez al mencionar al club, hay que agregar "de Luis Enrique". Ya que en el PSG, de esos jugadores ninguno es divo, están todos lejos del cartel de un Pelé, Messi, de un Mbappé, Maradona, Cruyff, Beckembauer, Di Stéfano o Schiaffino. Pero juntos, y de la mano del gran DT catalán, han dado una lección de fútbol inolvidable.

Libertango

Esta magnífica creación, La Ruta de Piazzolla, de la mano de Iñaki Urlezaga es una fascinante fusión del ballet con el tango, pone sobre la escena un espectáculo maravilloso con la música del gran autor y otros. Estuve repasando y no recuerdo haber aplaudido tanto, tanto tiempo, nunca. Por primera vez en mi vida, grité ¡Bravo!, más de una vez. El Cuarteto de Buenos Aires es sencillamente impresionante; lo integran dos hombres, uno en teclados y otro en contrabajo, ambos excelentes, ¡pero las dos mujeres!!. La joven violinista "la rompe", lisa y llanamente, y la asiática bandoneonista hace magia con el fuelle. La pareja estelar de Bautista Parada y Julieta Paul, junto con las otras cuatro parejas que componen el elenco, dan cátedra, así nomás.

El show es intenso, vibrante, diferente, desde el mismo inicio. Llega al paroxismo cuando interpretan "La Cumparsita", pero la perfección está presente a tiempo completo, cuando uno de los clásicos es bailado solo por los bailarines varones o durante la intepretación de "Adiós Nonino" y de "El día que me quieras", que directamente emociona.

Resumen

Además de las inmensas individualidades históricas del fútbol adentro de la cancha, de vez en cuando, del otro lado de la línea de cal, aparecen los Cruyff, los Menotti, los Ancelotti, o los Guardiola, pero este Luis Enrique, me impactó como hasta ahora ningún otro.

Gardel habrá sido maravilloso, no lo niego pero...paso, dame Julio Sosa y el Polaco Goyeneche. D´Arienzo fue quien primero me llamó la atención; Pichuco Troilo me gustó mucho, pero Astor Piazzolla a esta altura, creo que no quede nadie que lo discuta (¿o sí?) y para Iñaki Urlezaga mi admiración.

Gracias Enjoy Punta del Este por traer esta maravilla. Y para el final, la anécdota. Luego de la función, cenando en Las Brisas, a pocos metros de nuestra mesa estaban todos, Iñaki incluido, y pudieron comer tranquilos, nadie se les colgó del cuello y tampoco hubo paparazzis. La calma chicha de este lado del río. Estuve a punto de quebrarles la calma, simplemente para decirles "bravo!!" de nuevo, pero confidencialmente, y como buen uruguayo promedio en situaciones como estas, no me dio la nafta...

Portal de América

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