Se calculan más de 50 heridos, cuatro de ellos en estado crítico, y una de ellas víctimas es un menor de edad que en el momento de la colisión subía al vehículo de la mano de un familiar,
El autobús de Juliá estaba estacionado en la parada oficial de autocares de la Diagonal,a la altura del número 361, en la intersección de la calle de Roger de Llúria con la de Rosselló, recogiendo a un grupo de que zarpaba del Port de Barcelona a las seis y media de la tarde y el choque ha provocado el desplazamiento de este autocar que se ha subido a la acera y ha frenado tras impactar contra un árbol y una farola que ha derribado.
Los heridos eran un grupo de 50 estudiantes italianos que estaban alojados en un hotel de Lloret de Mar y que realizaban hoy una visita a Barcelona. Todos ellos, según La Vanguardia, se encuentran fuera de peligro, con golpes o contusiones en la cara, y tenían previsto volver a Lloret a cenar. El herido más grave en el accidente ha sido precisamente el guía del grupo, que viajaba en el autocar y sigue hospitalizado.
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