por Redacción Condé Nast Traveler
¿Sueñas, por ejemplo, con lugares recónditos para practicar surf, en los que el amanecer parece que sucede solo para ti y en los que pasar la noche en bungalows rodeados por los árboles oití del Bosque Atlántico de Brasil? ¿O con el bullicio de los puestos de comida callejera en Bolivia en los que se venden zumos picantes y guisos ancestrales que dan ganas de subirse al avión mañana mismo? Tal vez con la posibilidad de navegar en kayak por la región del Chaco de Argentina, donde los jaguares y los osos hormigueros gigantes se escabullen entre los alrededores. Sea cual sea el paisaje que te conmueva –las junglas de cemento o las reales, las más típicas o las más emergentes–, lo encontrarás aquí. Quizás la única forma de responder a esa pregunta imposible sobre cuál es el mejor lugar para visitar en América Central o del Sur sea compartir cuáles son los destinos más imprescindibles en 2025, ya sea por esos nuevos espacios en los que aterrizar (el refugio de surf brasileño, Itacaré, está inaugurando multitud de elegantes villas junto al mar), las últimas aperturas gastronómicas, (La Paz está viviendo su momento estelar con diversos chefs al cargo de nuevos restaurantes) o las originales maneras de acceder al destino (los safaris fluviales están descubriendo el remoto Chaco como nunca antes se había visto). Por esa impresionante combinación entre su encanto tradicional y sus emocionantes novedades, estos son los mejores lugares para visitar en América Central y del Sur en 2025. –Megan Spurrell
Parque Nacional El Impenetrable, Argentina
Por qué ir: por las emocionantes aventuras y la observación de vida salvaje a través de nuevos safaris fluviales.
Río Bermejo, Parque Nacional El Impenetrable, Argentina. Doug Tompkins/Fundación Rewilding Argentina
En Gran Chaco, un terreno de 777.000 kilómetros cuadrados de bosque seco que se extienden por partes de Paraguay, Bolivia, Argentina y Brasil, las temperaturas superan los 37 grados en verano, los jaguares y osos hormigueros gigantes deambulan por los quebrachos y los caimanes negros surcan la superficie del río Bermejo. Es posible que ya conozcas la Patagonia, el Amazonas y las Galápagos, pero el Chaco, hogar de uno de los bosques que más rápido están desapareciendo del mundo, se ha mantenido fuera de los circuitos turísticos. Fue en 2022 que aparecieron aquí rutas de senderismo y alojamientos rústicos, y desde entonces las cosas se han desarrollado a toda velocidad: en 2025, El Impenetrable, parque nacional en el interior del Gran Chaco, ofrecerá safaris por el río de tres días con glamping, que proporcionarán a los visitantes la oportunidad de experimentar en primera persona este entorno natural cambiante y contribuir a su conservación con algo más de comodidad. Ya están abiertas las reservas para 2025 en el recién inaugurado Glamping Los Palmares en la zona oeste del parque y, con solo cuatro tiendas de campaña deluxe disponibles, lo mejor es no dormirse en los laureles. Pasa los días haciendo kayak por sus vías acuáticas, montando a caballo en busca de tapires y conociendo a las comunidades que viven en armonía con este entorno silvestre. —Megan Spurrell
Costa Esmeralda, Nicaragua
Por qué ir: por la escena artística y las olas desiertas –antes de que todos los demás lleguen a ellas–.
La Costa Esmeralda de Nicaragua ha ido construyendo discretamente su reputación como destino de surf poco concurrido en Centroamérica. Oliver Pilcher
Resorts como Hide and Seek, que abrió en Popoyo, Nicaragua, en 2024, están a caballo entre hotel de surf y un elegante hotel boutique. Hide and Seek
En 2013 abrió el primer resort de lujo en la Costa Esmeralda de Nicaragua, Mukul. Su nombre quiere decir “secreto” en tzotzil, una lengua indígena de la familia maya, y durante más de una década fue exactamente eso, un lugar secreto por el que apenas pasaban amantes del golf sin mucho motivo para salir del resort. Este pequeño tramo de la costa Pacífica atraía sobre todo a mochileros con el presupuesto ajustado y a surferos que acudían llamados por la promesa de 300 días de viento marino al año, pero el boca a boca ha ido ampliando el espectro. Ahora los viajeros más informados han empezado a elegir destinos como San Juan del Sur, donde el grupo hotelero internacional Apogeo Collective lleva una residencia de artistas pionera y una casa de huéspedes centrada en viajeros LGTBIQ+ y racializados, o pueblecitos como El Tránsito y El Gigante.
Pero es probable que buena parte de la región viva una verdadera transformación con la llegada de la carretera Costanera, proyectada para 2025. Esta gran transformación vial conectará más de 300 kilómetros de costa Pacífica y mejorará radicalmente el acceso a lugares como Hide and Seek Resort, que abrió en Popoyo en 2024 y ya está llamando la atención de un público joven que busca unas vacaciones con la relajación de una escapada de surf y las comodidades de un hotel boutique. Los dueños, Emileah Miller y Daniel Shade, son australianos, y se nota en el minimalismo de paredes blancas a lo Byron Bay que lucen las suites junto a la piscina. Además, la oferta de retiros de surf dirigidos por profesionales como Nique Miller o Luke Egan está atrayendo a ávidos surferos de todo el mundo. Tanto Hide & Seek como el resort vecino Rancho Santana quedan muy cerca de la playa Jiquelite, una inmensa extensión de arena en la que se suele ver a gente montando a caballo por la orilla al atardecer. No suele haber multitudes, ni siquiera en temporada alta. Tiene el ambiente de Tulum antes de masificarse, o de Santa Teresa antes de convertirse en el destino de surf típico. Es el momento de conocer esta región, antes de que lo haga todo el mundo. —Anna Prendergast
Itacaré, Brasil
Por qué ir: por las nuevas villas ecológicas junto a la playa y el sello de aprobación de las celebrities.
Itacaré es un tramo paradisíaco de la Costa del Cacao de Brasil, donde multitudes bohemias surfean durante el día y se relajan en tranquilos hoteles boutique por la noche. Renata Ghiotto/Barracuda Hotel & Villas. El vanguardista Barracuda Hotel & Villas incorporará 19 bungalows de ultralujo. Barracuda Hotel & Villas
Rodeada de una veintena de playas y miles de hectáreas de mata atlántica, la ciudad costera de Itacaré lleva tiempo siendo un paraíso escondido para surfistas y celebrities de la talla de Leonardo DiCaprio y Gisele Bündchen en busca de un poco de discreción. Su remota ubicación en la Costa del Cacao (así llamada por las plantaciones que trajeron riqueza a la región en el siglo XX) ha ayudado a mantenerla fuera del circuito turístico, ya que para llegar aquí tienes que volar hasta la ciudad portuaria de Ilhéus –donde el Aeropuerto Jorge Amado ha recibido una renovación que ha duplicado su capacidad de vuelos diarios directos desde grandes ciudades, entre ellas São Paulo– y después hacer 90 minutos en coche en dirección norte por una carretera serpenteante que zigzaguea más allá del Parque Estatal de Serra do Conduru. Esta mejora en el acceso implica que el público bohemio que una vez puso rumbo a Trancoso, destino de moda en Bahía, está dirigiéndose hacia el norte, atraído por los hoteles ecológicos llenos de estilo, las playas vírgenes y la amplia gama de actividades de aventuras (de avistamiento de aves a travesías en canoa por los bosques de mangles) de Itacaré.
La exdiseñadora nacida en São Paulo Juliana Ghiotto y su marido, Daniel Lima, el que fuera surfista profesional procedente de Itacaré, son los visionarios responsables del hotel Barracuda Boutique de nueve habitaciones, que fundaron en 2013 junto a un grupo de amigos suecos. A finales de 2024 el hotel estrenará dos nuevas suites y un concepto de bar-restaurante cuya renovación se inspira en el árbol oití nativo, que tiene su entorno ideal en la mata atlántica y produce una fruta pulposa parecida al mango. El grupo también es propietario de Barracuda Hotel & Villas, muy centrado en el diseño y ubicado en 25 hectáreas a las afueras de Itacaré: a principios de 2026 expandirán su ya amplia propiedad aún más con el estreno de una colección de 19 bungalows de ultralujo suspendidos sobre las copas de las ceibas, las higueras y los árboles tapirira, algunos de ellos equipados con amplias terrazas y piscinas privadas. Aun entonces, solo se habrá desarrollado el 10% de la propiedad, y el resto se mantendrá como zona de conservación.
Aun así, la playa sigue siendo el gran atractivo de Bahía. Si quieres alojarte en una de las mejores extensiones de arena de Itacaré, Txai Resort & Spa Itacaré, una antigua granja de cocoteros en la famosa playa Itacarezinho, es la opción ideal: a finales de 2026, desvelarán al público diez villas de lujo renovadas. Otra forma de explorar esta hermosa costa es navegar con la línea de cruceros de expedición Swan Hellenic, que cuenta con dos nuevos itinerarios estrenados en octubre de 2024. Estas travesías de entre cuatro y seis noches ponen rumbo al sur desde la capital de Salvador en el SH Vega, una embarcación de estilo yate (y con espacio para solo 158 huéspedes) con parada en Itacaré para poder explorar las coloridas calles de la ciudad. —Siobhan Reid
La Paz, Bolivia
Por qué ir: por los nuevos restaurantes, la comida callejera y la fiesta del 200º aniversario del país.
Restaurantes de La Paz como Phayawi, dirigido por la chef Valentina Arteaga, están dándole nuevos giros a platos tradicionales como la sopa de maní (en la foto). Phayawi.
No son solo los nuevos restaurantes los que hacen de La Paz un destino gastronómico apasionante, sino también la sensación auténtica de los mercados y los platos caseros que las caseras (vendedoras) sirven a locales y visitantes. Julien Capmeil
Nunca ha habido mejor momento para conocer La Paz, que tiene una de las escenas gastronómicas más infravaloradas de toda Sudamérica, que ahora que Bolivia está a punto de celebrar su bicentenario. Están los clásicos de siempre, como el Mercado Rodríguez del centro, que es una de las paradas habituales de vecinos y viajeros en busca de mazorcas de maíz y otros platos típicos. Las caseras, vestidas con coloridas polleras y característicos bombines, sirven cuencos de wallake, un caldo de carachi, pescado endémico del lago Titicaca, de enormes ollas, con trozos de pescado, patata y verduras.
Varios chefs jóvenes están volviendo de sus estancias en el extranjero a reinterpretar platos tradicionales del Altiplano. En Phayawi, Valentina Arteaga le ha dado un toque de sofisticación a la sopa de maní boliviana típica añadiéndole aceite de cúrcuma, como hacía su abuela. Su cocina ya tiene seguidores en ciudades tan lejanas como Washington D.C., donde Phayawi montó su primer pop-up internacional en octubre.
En Ancestral, la carta está fuertemente influenciada por las técnicas de cocina sobre llama abierta, y la street food nocturna favorita de La Paz, el anticucho, ha servido de inspiración para su entrada más emblemática: pommes soufflées rellenas de chili, cacahuetes y carne de corazón.
En el popular barrio de Calacoto se encuentra otro de los favoritos de la lista 50 Best Restaurants: Gustu lleva tiempo empleando solamente productos bolivianos en su cocina, incluidos el vino y el singani. Tras una década de trabajo en su cocina, la galardonada chef Marsia Taha, recién nombrada Mejor Chef Femenina de Latinoamérica, ha decidido seguir por su cuenta, y está a punto de abrir su propio restaurante de inspiración amazónica en el barrio de Achumani. El 65% del territorio boliviano queda comprendido dentro de la cuenca del Amazonas, por lo que la carta de Taha contará con una amplia variedad, entre la que destacan el paiche y el carancho, además de emplear técnicas culinarias propias del Amazonas como el lampe, un método de fermentación tradicional mediante jugo de yuca. Una vez se confirme el calendario de eventos de cara al bicentenario, habrá aún más motivos para decidirse y reservar ese vuelo a La Paz. —Sorrel Moseley-Williams
Magallanes, Chile
Por qué ir: por los paisajes inmaculados, la rica fauna y la fascinante historia náutica.
Magallanes Chile. En el extremo sur de Chile, la región de Magallanes suele ser una simple escala en el camino hacia destinos más remotos como la Antártida. El nuevo Parque Nacional Cabo Froward, cuyas primeras rutas de senderismo se inaugurarán en la segunda mitad de 2025, ofrecerá a los viajeros una de las muchas razones para venir aquí y quedarse. Oscar Aguilera Orellana/Tompkins Conservation
Los viajeros en busca de naturaleza salvaje y relatos marinos verán todos sus sueños cumplidos en Magallanes, una región poco poblada de Chile en el accidentado extremo del continente sudamericano. La capital de la región, Punta Arenas (población de unas 100.000 personas), no suele ser más que una parada técnica fugaz de camino al Parque Nacional Torres del Paine al norte o a la Antártida, en el sur. Pero, con un nuevo parque en el horizonte, alojamientos ampliados y paradas de crucero más cómodas en 2025, los viajeros querrán explorar esta histórica ciudad y sus encantadores alrededores.
Rodeada de verdes estepas y delicadas vías acuáticas, la ventosa Magallanes tiene menos población que el vecino sur de Argentina y una fauna abundante, como un safari patagónico lleno de juguetones guanacos, encantadores ñandúes, regios cóndores y pingüinos barbijos. Durante la segunda mitad de 2025 abrirán las primeras rutas de senderismo en las 120.000 hectáreas del Parque Nacional de Cabo Froward, el parque nacional más reciente de Chile, a menos de una hora en coche de Punta Arenas en dirección suroeste. Mantén los ojos abiertos para no perderte las especies más raras de Chile, como el huemul, el puma austral y, entre noviembre y abril, las ballenas jorobadas que rompen el agua en el Estrecho de Magallanes. Hasta entonces, tu mejor opción es navegar por la costa a bordo de un catamarán para 120 pasajeros de Solo Expediciones.
Magallanes, así llamada en honor al explorador portugués que atravesó el estrecho, lleva siglos atrayendo a marineros y naturalistas por igual. Los amantes de la historia se embelesan con el Museo Naval de Punta Arenas y las réplicas a tamaño real de los históricos galeones europeos que una vez navegaron hasta estas costas lejanas; los modernos pasajeros de crucero disfrutarán de la ampliación de muelles que se revelará a finales de 2025 y que implicará que las grandes embarcaciones ya no tengan que soltar anclas lejos de la costa y acercar a los pasajeros en gabarra sorteando rocas traicioneras. Si quieres pasar la noche en tierra, el icónico Hotel Cabo de Hornos, en la plaza arbolada de la ciudad, ha ampliado su capacidad con una impresionante nueva torre de 70 habitaciones en noviembre de 2024, perfecta para los viajeros que buscan un acceso cómodo al Faro Lounge del hotel, donde cada noche las mesas se llenan de pisco sour, jugoso cordero y cangrejo real, y donde las historias sobre Charles Darwin y el explorador de la Antártida Ernest Shackleton pasan de boca en boca despertando la imaginación de quienes las escuchan. —Patricia Garip
Amazonas peruano
Por qué ir: barcos fluviales, casas en los árboles y experiencias íntimas en la vida silvestre.
En la franja de selva amazónica de Perú, las inauguraciones de lujo atraen a viajeros que anhelan la aventura sin tener que sacrificar las comodidades. ¿Entre ellas? La primera casa en un árbol de lujo del país, Alta Sanctuary, que se inauguró en enero de 2024 y se eleva 33 metros por encima del dosel de la selva tropical. Alta Sanctuary
Casi toda la atención se la lleva el Machu Picchu, pero más del 60% de Perú queda cubierto por el Amazonas. Aquí, en los pulmones del planeta, nos aguardan aventuras increíbles el año que viene.
El crucero de río Pure Amazon tendrá su viaje inaugural desde Iquitos en junio de 2025. Esta embarcación de la agencia de viajes de lujo Abercrombie & Kent tiene espacio para 22 huéspedes y promete espectaculares vistas desde sus amplios ventanales. Tanto desde el propio crucero como durante sus excursiones inmersivas se podrán ver caimanes, perezosos y descomunales anacondas. Diseñado por la arquitecta milanesa Adriana Granato en colaboración con artesanos locales, el primer crucero de río de Abercrombie & Kent en Latinoamérica busca hacer un homenaje a las culturas locales y ofrecerá tratamientos de bienestar a bordo inspirados en prácticas de sanación amazónicas.
AndBeyond también tiene preparadas excursiones por el Amazonas con su nuevo yate de expediciones de río, que empezará a funcionar a principios de 2026. Aunque aún no hay información muy concreta al respecto, el director ejecutivo y CEO Joss Kent ha afirmado que “la biodiversidad del Amazonas peruano lo convierte en el destino ideal para nuestra marca de turismo de lujo sostenible”. Seguimos a la espera de más detalles.
De vuelta en tierra firme también tenemos interesantes novedades. La primera casa en el árbol de lujo de Perú, Alta Sanctuary, de Tamandua Expeditions, se inauguró oficialmente a principios de año, y está ofreciendo a amantes de la naturaleza la base de operaciones perfecta para observar aves y explorar la jungla con la ayuda de guías indígenas. Construida a más de 30 metros sobre las copas de los árboles del Amazonas y muy cerca de la frontera con Bolivia, llegar hasta ella es parte de la aventura: son cuatro horas de viaje en jeep y barco desde el aeropuerto de Puerto Maldonado.
También puedes pasar la noche sumergido en la gran orquesta de sonidos de la naturaleza del Amazonas en la torre de observación de 700,000 Heures Impact, una agencia de viajes dedicada al turismo regenerativo. Se encuentra sobre el bosque nublado de la Cordillera Escalera, cerca de Tarapoto. Aunque el alojamiento habitual para las estancias de cinco días suele ser una cabaña cerrada, los huéspedes podrán elegir pasar una noche en la torre, a la que se llega con un paseo de 45 minutos por el bosque. Tras cenar a la luz de las velas con los cantos de los pájaros y los sonidos de otros animales como banda sonora, podrán dormir al aire libre, aunque con una comodísima cama y, afortunadamente, mosquitera. —Joel Balsam
Santa Marta, Colombia
Por qué ir: por el patrimonio afrocolombiano, las impresionantes rutas de cruceros y las celebraciones culturales.
La ciudad caribeña de Santa Marta, que celebrará su 500º aniversario en 2025, es una puerta de entrada a algunos de los entornos naturales más deslumbrantes de Colombia, como el Parque Nacional Natural Tayrona, que está a solo una hora de distancia y ofrece experiencias de turismo indígena, senderismo y paseos en bote. Paola + Murray
La ciudad más antigua de Colombia se encuentra en una bahía, frente a las aguas turquesas del mar Caribe. Santa Marta se estableció en 1525, por lo que en 2025 celebrará nada menos que su quinto centenario. Habrá más de tres semanas de eventos varios, con festivales gastronómicos y de música y exposiciones de cultura indígena que celebrarán la herencia diversa y rebelde de la región. Y es que en esta zona fue donde ocurrió la revuelta que dio lugar al palenque de La Ramada. Esta comunidad de esclavos africanos que se rebelaron contra los colonos españoles se estableció en 1529, más de 300 años antes de la abolición oficial de la esclavitud en el país. Muchos elementos de la cultura de Santa Marta beben de estas raíces africanas, desde los sonidos de la cumbia hasta platos como el cayeye, que se prepara con plátano macho triturado.
A la apodada Perla del Caribe tampoco le faltan encantos naturales. Su intrincada red de lagos y marismas, al pie de una de las montañas costeras más grandes del mundo, Sierra Nevada de Santa Marta, da paso a uno de los paisajes naturales más impresionantes de todo el país. El Parque Nacional Natural Tayrona, al que se puede llegar en coche o en barco en más o menos una hora, también tiene una fascinante historia que se remonta a 500 años atrás: es el hogar ancestral de cuatro comunidades indígenas diferentes, los kogui, los arhuacos, los wiwa y los kankuamo, que siguen siendo guardianes de estas tierras y gestionan el parque en colaboración con el gobierno local. Aquí, donde se encuentran la tierra y el mar, abundan los bosques nublados y tierras altas perfectas para el senderismo, y los manglares y formaciones coralinas de la costa invitan a descubrirlas en barco. Si quieres aprender más sobre la armonía entre el ser humano y la naturaleza en la ladera de la montaña, puedes apuntarte a experiencias organizadas por agencias de viajes llevadas por la comunidad indígena, como Wiwa Tour, que lleva a los viajeros a conocer en persona a estos grupos ancestrales.
Si te alojas cerca del centro, Bello Horizonte y Playa Blanca son dos de las playas de bandera azul de Colombia, y han obtenido este sello gracias a las perfectas condiciones en las que se encuentran y a su compromiso con la conservación. Con todo esto por descubrir, no es de extrañar que Seabourn vaya a fijarse Santa Marta como destino dos veces en 2025: el Ovation pasará por allí en febrero, como parte de su itinerario de 14 días por el Caribe; y el Sojourn lo hará en diciembre, en su crucero de 22 días por el canal de Panamá. —Kristin Braswell
Punta Gorda, Belice
Por qué ir: por las experiencias en la jungla, ahora con un acceso más fácil gracias a una conectividad aérea mejorada.
En la tranquila región sur de Belice encontrarás lugares como Copal Tree Lodge. Durante 20 años, este eco-resort escondido en la selva tropical ha atraído a viajeros interesados en la compañía de tucanes, monos aulladores y lugareños emocionados por mostrar la diversidad del paisaje. Francis Fraioli/Copal Tree Lodge
Los resplandecientes arrecifes y cayos de Belice reciben un flujo casi interminable de visitantes, pero para aquellos que buscan salirse del camino marcado, la sierra Maya y la selva pluvial virgen que la rodea parecen un secreto que solo conocen los iniciados. En esta parte del país, Punta Gorda, un pueblo pesquero en la costa del Caribe que consta de 5.000 residentes permanentes, hace las veces de centro neurálgico de la zona. En 2025, Copal Tree Lodge (un alojamiento ecológico de lujo de diecisiete suites que emergió como uno de los principales destinos de agroturismo de Belice y un punto de entrada a la zona más meridional del país) celebra su vigésimo aniversario; fundado por un ávido conservacionista de vida marina, el hotel ofrece acceso a casi 6.500 hectáreas de selva pluvial protegida y utiliza el dinero del turismo para combatir la deforestación y el desarrollo urbanístico excesivo en las regiones vecinas. Las suites de estilo casa del árbol sumergen a los huéspedes en la vida salvaje de la jungla: pueden verse tucanes y monos aulladores a través de las ventanas panorámicas de la ducha y desde los porches con mosquitera mientras te tomas el café de la mañana. A pesar de su sensación remota, Copal Tree es un punto de entrada a lo mejor de la cultura y la cocina de Belice, ya que celebra cenas temáticas que ensalzan la diversidad de las comunidades garífuna, maya y de India Oriental de la región, a la vez que dan a los huéspedes la oportunidad de participar en la cosecha de la caña de azúcar para hacer ron Copalli, que se produce en la destilería que hay en la propiedad.
Otros han usado el ejemplo de Copal Tree como punto de partida para sus propios proyectos: Tanager Rainforest Lodge, más hacia el interior, en Big Falls, tiene cabañas de madera dura y techo de hierba que colocan a los huéspedes junto a una de las rutas migratorias más importantes para las aves de América del Norte y del Sur, y está a poca distancia en coche de ruinas mayas como las de Nim Lit Punit y Lubaantún, así como del Santuario de Vida Silvestre de Agua Caliente Luha, donde los viajeros pueden hacer senderismo, explorar cuevas y darse un chapuzón en los baños termales. Para aquellos que busquen una experiencia más cerca del océano, Beya Suites es un hotel boutique de diez habitaciones con muebles hechos de madera local y está a poca distancia a pie del mercado y de los bares playeros de la zona.
Si sientes la llamada de los cayos más famosos de Belice, al norte, la locura de los grandes nombres hoteleros sigue en todo su apogeo y nos ofrece otro año de deslumbrantes aperturas: Six Senses y Four Seasons son solo dos de los recién llegados en 2025, a Cayo Ambergris y Cayo Chapel, respectivamente. Los nuevos itinerarios de vuelo pretenden dar refuerzo a la infraestructura de los nuevos resorts que se están estableciendo aquí: United lanzará un vuelo directo de temporada el 21 de diciembre de 2024 de San Francisco a la Ciudad de Belice, lo que facilitará la llegada y salida del país, elijas la parte que elijas para explorar. —Jillian Dara
Costa vinícola de Uruguay
Por qué ir: por los blancos y los rosados, que se disfrutan mejor en las nuevas salas de degustación y en los restaurantes junto al mar.
En los últimos años han surgido unas cuantas bodegas boutique en la costa este de Uruguay, incluida Luz Culinary Wine Lodge, creando una nueva ruta para los amantes del vino. Luz Culinary Wine Lodge
La escena vinícola de Uruguay, muy apreciada pero aún con muchas cosas por dar a conocer, está a punto de dar un importante salto con la inauguración de Las Espinas, el nuevo restaurante junto al mar de Bouza, una galardonada bodega de Montevideo. Ubicado a 200 metros de altura sobre una colina, queda a menos de una hora en coche de las playas de Punta del Este, lo cual añade uno más a la lista de motivos para visitar la riviera uruguaya de moda.
Tras un paseo por las instalaciones de elaboración de vinos, los visitantes podrán pasar una tarde relajada en el propio restaurante, un edificio con amplios ventanales con vistas a los bosques de eucalipto y las olas del Atlántico en el que se sirven carnes locales a la parrilla y vinos propios. Fundada hace más de dos décadas en el terreno de un viñedo abandonado al norte de la capital uruguaya, Bouza se ha incorporado a un selecto grupo de bodegas boutique que han ido apareciendo por la costa este en los últimos años, entre las que se encuentran Cerro del Toro, Luz Culinary Wine Lodge y la bodega oceánica José Ignacio.
La brisa marina de esta región y sus colinas rocosas son el entorno perfecto para degustar unos blancos y rosados que no tienen nada que envidiar a los de importantes regiones vinícolas de Europa o California. Son variedades más ligeras, principalmente albariños y sauvignon blancs, que complementan a la perfección los tintos tánicos que Uruguay lleva produciendo más de un siglo. Si te has quedado con ganas de más, puedes desviarte unos 60 kilómetros hacia el interior hasta Pueblo Garzón, un diminuto pueblo en el que un precioso hotel rústico será la base perfecta desde la que visitar la bodega cercana, Garzón, que atrae todas las miradas con sus impresionantes instalaciones y espectaculares vinos. —Paola Singer
Portal de América