Argentina abrió este lunes su mercado aerocomercial a niveles inéditos, con permiso para que aeronaves y tripulaciones extranjeras hagan vuelos nacionales en el país.
La decisión, a través de un decreto presidencial, es coherente con la idea del presidente Javier Milei de hacer de Argentina "el país más libre del mundo", pero surge, en realidad, como respuesta a la virulenta oposición de los sindicatos aeronáuticos a los planes del gobierno.
El mercado aerocomercial argentino es hoy un caos, con huelgas reiteradas que paralizan los vuelos de Aerolíneas Argentinas, la empresa estatal fundada en 1950, y que destruyen la operatoria de otras, como la low cost Fly Bondi, que en las últimas semanas ha modificado y cancelado incontables vuelos.
Ante la evidencia del descontrol y mientras intenta forzar una privatización de Aerolíneas Argentinas que legalmente hoy no es posible, el gobierno quiere abrir el mercado. Es así que ya se reunió con empresas como la chilena Jet Smart, la brasileña Gol y la colombiana Avianca para estimularlas a tomar posiciones en el mercado interno, al igual que Fly Bondi.
Hasta hoy, la autorización de operaciones aerocomerciales con tripulaciones y aeronaves extranjeras era farragosa y excepcional: estaba en manos del Poder Ejecutivo Nacional, de la presidencia. Ya no es así.
El decreto 844/2024 habilita a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) a "otorgar autorizaciones para que personal extranjero desempeñe funciones aeronáuticas en los servicios aerocomerciales, así como también para la utilización de aeronaves de matrícula extranjera a operar en nuestro país [Argentina] cuando una aerolínea lo requiera".
Este decreto llega días después de que el gobierno declarara "servicio esencial" la actividad aerocomercial. Esto implica que cualquier huelga debe ser anunciada con cinco días de anticipación y que se deben garantizar al menos el 50 por ciento de los vuelos, cosa que hoy no sucede.
A esto se suma el decreto desregulatorio conocido hoy, en el que se habla de que se intentará conseguir "reciprocidad" con los países y líneas aéreas beneficiadas, aunque no obliga a ello. El decreto es tan amplio que las empresas extranjeras ni siquiera deberán instalarse en el país o someter sus aeronaves y tripulaciones a certificaciones.
"Esto es lo último que faltaba en todo el paquete de desregulaciones y lo que permite que puedan venir aerolíneas a operar los vuelos de cabotaje que se están discutiendo, sin necesidad de instalarse, crear empresa acá como era antes", señalaron fuentes de la Secretaría de Transportes.
En teoría, esto permitiría a empresas como las españolas Air Europa e Iberia, que vuelan habitualmente a ciudades argentinas como Buenos Aires y Córdoba, extender sus actividades a vuelos nacionales.
Aerolíneas Argentinas, comprada por Iberia en los años '90 durante las privatizaciones del peronista Carlos Menem, fue re estatizada en 2008 ante la muy mala gestión del Grupo Marsans. Milei quiere hoy privatizarla y, si no pudiera, dividirla y someterla a una fuerte competencia de otras compañías.
"Hay empresas interesadas en la adquisición de Aerolíneas, como Gol y Jet Smart, pero todavía no hay autorización del Congreso y vamos a trabajar en no permitir que se impongan condiciones imposibles. Aerolíneas Argentinas históricamente tiene dificultades", dijo este lunes el jefe del Gabinete de ministros, Guillermo Francos.
El mercado aerocomercial argentino es más reducido en comparación con países vecinos como Brasil o Chile, y volar es también notablemente más caro. Chile, con 1,21 vuelos por habitante, duplica a Argentina, que tiene solo 0,60, según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Portal de América - Fuente: El Mundo de España
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