Rafa Nadal, portada del número de verano de Condé Nast Traveler
Jueves, 01 Junio 2023 15:32

Rafa Nadal, portada del número de verano de Condé Nast Traveler Beatriz Janer

Son apenas las nueve de la mañana, el madrugón para llegar a Mallorca en el primer vuelo aún no se nos cae de los ojos y aquí estamos, dando vueltas por Cala Morlanda en pos de la mejor localización posible para la sesión de fotos. Hemos quedado con Rafa a las doce en punto, justo cuando, según la previsión meteorólogica, saldrá un rayo de sol. De momento, un manto de negrísimas nubes otea sobre nuestras dormidas cabezas... pero casi que nos da lo mismo porque ey, hemos quedado con Rafa. Con Rafa Nadal. Como si truena.

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Rafa Nadal en Caló den Rafalino Mallorca

Rafa Nadal en Caló den Rafalino Mallorca

Madrid, 15 de diciembre de 2022. En el hotel Gran Meliá Palacio de los Duques no cabe un alfiler, periodistas llegados de medio mundo esperan impacientes tras la misteriosa convocatoria organizada por el departamento de comunicación del emporio mallorquín. A los pocos minutos el nerviosismo se convierte en sorpresa: Rafa Nadal y Gabriel Escarrer, CEO de Meliá Hotels International, el mejor tenista de la historia y el jefazo de la compañía hotelera más importante de España, anuncian que se han unido, una joint venture en toda regla –“de involucración máxima, absoluta y total para ambos”, en palabras de Escarrer– para lanzar Zel, una nueva marca de hoteles que debutará en Mallorca, dónde si no, en el verano de 2023. O sea, ahora. A esta apertura seguirá una expansión imparable en las otras islas Baleares, México (este mismo año), Caribe, Estados Unidos y grandes capitales europeas como Londres y París. Para 2024 están previstas cuatro aperturas: Madrid, Marbella, Canarias y el sudeste asiático. Pero volvamos a nuestra cala, que parece que ya hemos dado con la localización idónea.

Mallorca, un día cualquiera de (nublada) primavera, 2023. Aquí seguimos, un poco más despiertos ya e igual de sorprendidos que en la rueda de prensa porque... el destino nos ha movido hasta una ensenada de aguas cristalinas llamada Caló d’en Rafalino. Ni hecho a propósito. Azaroso sí que es porque bien sabía Google Maps que íbamos sin rumbo.

Rafa y su equipo nos habían pedido que les mandásemos un rato antes del encuentro la ubicación exacta, pues solo pactamos vernos en algún lugar cercano a Porto Cristo, donde vive el tenista, ya que nuestro madrugón no es nada comparado con su colosal ritmo de horarios y entrenamientos y había poco tiempo que perder. Dicho y hecho. A los pocos minutos aparecen Rafa y Benito Pérez-Barbadillo, su jefe de prensa desde 2006 y jerezano de pro que enseguida nos insta a que el próximo viaje de Condé Nast Traveler sea a su tierra. Anotado queda.

Doce del mediodía y, milagro, entre los nubarrones empieza a abrirse un gran claro que tiñe el mar de un azul intenso, de ese azul que solo sabe pintar el Mediterráneo. Durante la sesión de fotos y el vídeo (que puedes ver en nuestra cuenta de Instagram, @cntravelerspain), el tenista asiente cual deportista de élite, estoico y sonriente, a las peticiones de Beatriz, la fotógrafa: “Rafa, aquí. Rafa, allí. Rafa, sube por esa roca. Rafa, baja por esta otra. Rafa, siéntate. Rafa, levántate”. Lo tenemos. Es momento de charlar.

Antes de nada le pedimos que explique al mundo lo que en la rueda de prensa a todos nos quedó claro y meridiano, pero aún hay quien duda: que su vinculación con Zel Hotels no es promocional, que él no es un embajador de la marca, sino partícipe de una realidad, un proyecto empresarial de presente y futuro.

“Ya ves, estamos aquí haciendo fotos porque entiendo esa parte del trabajo, pero por supuesto que mi implicación es total. Para mí esto significa crear una empresa nueva y también un concepto hotelero diferencial. Queremos llevar la esencia mediterránea por el mundo y por eso es algo que me ilusiona doblemente. Por un lado, como todo el mundo sabe, la hostelería en Mallorca ha tenido siempre un lugar prioritario en el crecimiento de nuestra economía. Y por otro he pasado gran parte de mi vida viajando y viviendo en hoteles. Ahora ha llegado el momento de reflejar todo lo aprendido”.


Un rincón de Mallorca a pocos kilómetros de SantanyíUn rincón de Mallorca a pocos kilómetros de Santanyí

Gabriel Escarrer podría habernos acompañado pero, seamos honestos, fue tal la emoción de citarnos con Rafa que olvidamos ese pequeño detalle. Él sabe que siempre contamos con él pero, en todo caso, su nuevo socio no duda en recordar cuán importante ha sido su amistad y confianza para forjar Zel: “Siento que crear este nuevo proyecto junto a Meliá y con Gabriel es el paso adecuado. Ellos atesoran la experiencia y el éxito que da haber sido pioneros en el turismo vacacional. Sobra decir que además todo queda en casa, ambos somos mallorquines y ahora compañeros de viaje y socios, así que la funcionabilidad del día a día es más sencilla”.

Pero... ¿cómo empezó todo? ¿Cómo se fraguó ese momento? “Siempre he tenido claro que quería vincularme al viaje. Ya tengo la academia –la Rafa Nadal Academy by Movistar, su escuela de tenis ubicada en Manacor, con 140 plazas residenciales, a la que pronto sumará otra en Málaga–, pero está unida directamente al deporte y Zel es ocio, relajación, experiencias y recuerdos. Siempre tuve la ilusión de algo así. Un día, como siempre sucede con estas cosas, Gabriel me garabateó cuatro puntos básicos en una servilleta, no sé si un trozo de papel. El caso es que solo con eso vimos que no podíamos estar más de acuerdo y enseguida nos pusimos manos a la obra”. Mientras lees estas líneas, en Cala Blanca trabajan contra reloj para ultimar los detalles de Zel Mallorca, que abre sus puertas el 1 de julio.

Rafa Nadal en Mallorca

Rafa Nadal en Mallorca

De momento es Rafa quien nos da pistas de por dónde irá el espíritu de los Zel, palabra que, por cierto, es un guiño al cielo, “cel” en mallorquín. “Me gusta que los hoteles me hagan sentir cómodo, ni sobreatendido ni desatendido, que se respire un ambiente familiar. Reconozco que cuando me gusta un hotel suelo repetir, pero no necesariamente tiene que ver con que sea súper lujoso. Solo busco que me haga estar bien y que, de alguna manera, me permita conectar con el lugar, con las personas y con el ambiente. En los hoteles también es clave que cada cual encuentre sus espacios, esos rincones en los que te encuentras cómodo y te sientes tú”.

Ya, pero ¿y Zel? “Es fácil. El estilo de vida mediterráneo conlleva cosas bonitas, sencillas, sin un extra de decoración si no es necesario. Es como ahora mismo: estamos aquí, delante del mar y podríamos pasar horas contemplándolo. A veces no hace falta más”.

Charlamos también de viajes, de presente y de futuro, de soñar con otros mundos, y es ahí donde reconoce Rafa la dificultad de compaginar el ocio viajero con su ritmo de trabajo: “He estado infinidad de veces en lugares que no he podido conocer bien. Resulta complicado, mi vida implica muchas horas de entrenamiento y, además, cuando eres una persona conocida no siempre es sencillo hacer lo que quieres cuando quieras. Recuerdo que una vez estaba en Roma, quise visitar El Vaticano y no logré entrar. Puedes imaginar que me apetece vivir este tipo de cosas como cualquier otra persona... pero no siempre puedo. Desde luego, confío en seguir viajando en el futuro, espero que por trabajo pero también por ocio y por la inquietud y la ilusión de conocer mundo”.

Rafa Nadal en Caló den Rafalino Mallorca
Rafa Nadal: alma mediterránea.

Ese es el lujo, decimos, dándonos cuenta de que la manida palabra sigue adoptando matices nuevos, más aún desde la pandemia. “Lujo es tener a mano la posibilidad de viajar. Creo que en el futuro seguirán creciendo los servicios, las experiencias, la necesidad de conocer. Tras el parón vivido en 2020 la gente está dispuesta a invertir su dinero en viajar porque sabe que enriquece. Todos queremos disfrutar la vida al máximo, compartirla y celebrar... nos hemos dado cuenta del valor de la libertad”.

Benito nos mira ya con cara de “corten” mientras el nubarrón, ese que tuvo la delicadeza de dejar pasar al sol cuando llegaron, vuelve a teñir de gris el cielo. Rafa tiene que seguir y, conscientes de su preocupación por sus lesiones, le deseamos suerte infinita. Nosotros ya la hemos tenido por compartir este rato con el mejor tenista de la historia que, quién nos lo iba a decir, a partir de ahora se colará en las historias de Condé Nast Traveler a través de sus hoteles. Hay Rafa Nadal para rato.

Portal de América - Fuente: Condé Nast Traveler

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