La crítica parte de un estudio llevado a cabo comparando la aviación en Alemania, España, Italia, Reino Unido y, por supuesto, Francia, que concluye que los costes estatales vía tasas o impuestos suponen el 34 por ciento del precio de un billete. Se analizaron varias categorías y en todas Francia o es el país más caro o el segundo, compitiendo directamente con Alemania.
El estudio dedica mucho análisis al llamado TSBA, o impuesto solidario que paga la aviación, y que supone para un vuelo de larga distancia en Francia hasta 60 mil euros. Este impuesto para Air France, por ejemplo, supone más de 5.000 millones de euros anuales. Transavia, según Olivier Mazzucchelli, su director general, ha perdido “decenas de millones de euros” por este motivo.
Pero la FNAM también recuerda los problemas de ineficacia en el control aéreo, que generan costes adicionales. En 2025, dice esta organización, las horas perdidas por el control aéreo aumentaron un 50 por ciento respecto del año anterior, con un coste de 800 millones. Marsella, señalan los denunciantes, es el peor lugar de Francia.
El sector lamenta también la pérdida de turistas que afecta a los museos, hoteles, oferta complementaria y otros productos franceses, con menos ingresos que al final repercuten también en la recaudación pública.
Portal de América - Fuente: preferente

