por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

“Artículo 2°.- Prohíbase toda permanencia, amarre o abastecimiento u operaciones “de logística en territorio provincial de buques de bandera británica o de “conveniencia que realicen tareas relacionadas con la exploración, perforación o “explotación de recursos naturales en la cuenca de las Islas Malvinas, sobre la “plataforma continental argentina.

“Artículo 3º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Provincial”

En mi opinión esta ley es inconstitucional ya que viola el artículo 126 de la constitución Nacional que dispone:
“…Las provincias no ejercen el poder delegado a la Nación. No pueden celebrar tratados parciales de carácter político; ni expedir leyes sobre comercio, o navegación interior o exterior; ni establecer aduanas provinciales; ni acuñar moneda; ni establecer bancos con facultad de emitir billetes, sin autorización del Congreso Federal; ni dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal y de Minería, después que el Congreso los haya sancionado; ni dictar especialmente leyes sobre ciudadanía y naturalización, bancarrotas, falsificación de moneda o documentos del Estado; ni establecer derechos de tonelaje; ni armar buques de guerra o levantar ejércitos, salvo el caso de invasión exterior o de un peligro tan inminente que no admita dilación dando luego cuenta al Gobierno federal; ni nombrar o recibir agentes extranjeros…”.


También aparece lesionado el articulo 99 inciso 15 en cuanto reserva al Poder ejecutivo nacional, previo autorización del Congreso, la atribución de ordenar represalias.

Como vemos la ley fueguina se contrapone con la constitución Nacional ya que legisla sobre comercio y navegación exterior, atribución reservada para la nación y además al prohibirse el ingreso de la nave el gobierno provincial ordenó y ejecutó un acto de represalia atribución reservada para el Poder Ejecutivo nacional.

Hicimos esta breve introducción para explicar lo ocurrido en el Puerto de Ushuaia  al que se prohibió el ingreso de dos cruceros turísticos porque portaban una bandera de conveniencia y el origen de la empresa armadora era británico.

Es decir se aplicó una represalia, pese a que los buques contaban con las autorizaciones dadas por el gobierno nacional, según explicaron los representantes de la empresa explotadora, aunque en el caso del Star Princess, la autorización habría vencido 24 horas antes.

Esta decisión tomada aparentemente por la gobernadora de la Provincia originó reclamos por parte del comercio local y de la Cámara de turismo provincial por boca de su presidente Marcelo Lietti.

Aparentemente varias empresas organizadoras de este tipo de cruceros, durante la temporada el Puerto de Ushuaia tuvo  450 recaladas, estarían reviendo la posibilidad de ingresar a Tierra del Fuego y lo más grave a otros puertos cuya atracción genera importantes corrientes de turismo internacional. 
Ushuaia está organizada para el turismo y personalmente estimo que esta industria “sin chimeneas” debe resultar más rentable que el de empresas radicadas en la provincia para obrar como simples maquiladoras utilizando cien por cien de insumos importados.

Poco importó que esta ley, inconstitucional en mi opinión, que podría tener alguna justificación para el caso de naves de guerra que de modo directo o indirecto buscaran abastecimiento en la isla, se aplicara para restringir industrias licitas como el turismo y el comercio cuyo ejercicio garantiza la propia constitución nacional.

De todos modos la atribución para impedir el amarre pertenece al estado Federal.

En fin la Argentina está muy confundida y lo grave en mi opinión es que ahora parecería que imitando a esos programas como “Bailando por un sueño” estamos compitiendo por los mayores disparates creyendo que así nos acercamos a las Malvinas y a los Kelpers, que como lo señaló Jorge Lanata, nos odian y a esta altura no creo que sean los únicos.

El turismo es además una actividad amistosa, nosotros habíamos propuesto en este mismo portal utilizar el turismo como uno de los medios para acercarnos a las Malvinas y a su gente facilitando las comunicaciones y viajes de contingentes en una y otra dirección. Pero no, nosotros hemos dado los primeros pasos para no solo fulminar el ingreso de turistas sino para dividir a los turistas, entre turistas amigos y turistas enemigos, cualquiera sea su nacionalidad.

Hemos convertido al turismo en un medio para mostrar lo peor de nosotros, algo que no reconoce antecedente por lo menos en mi modesto saber y me gustaría conocer al respecto, la opinión del maestro Miguel Angel Acerenza, porque creo que es un caso digno de estudio.

Por otra parte estas medidas, posiblemente tomadas entre “copas” como lo dijo irónicamente Marcelo Lietti, resultan hasta estúpidas ya que en este conflicto que tenemos con el Reino Unido por las Malvinas, que mejor que el propio adversario nos ayude mediante el envió de cruceros con miles de turistas, a recaudar fondos para que nuestra gente viva mejor…especialmente la gente de la Patagonia por su cercanía a las Malvinas.

La verdad no me atrevería a cantar “…no llores por mi Argentina…” más bien cantaría “Argentina lloramos por vos…porque seguís enferma de frustración”.

Portal de América