La magnitud de lo que se viene, debe obligar a todos a plantear y escuchar las ideas, y opinar si así lo entienden, lo más desapasionada y objetivamente posible. Cierto que no es fácil dejar de lado broncas, subjetivismos y diferencias de todo tipo, pero en pos del bien común, se puede. Y lo sé, porque en más de una reunión internacional me tocó estar sentado entre la URSS y USA.
Pasada esta reunión, volverá a funcionar el verticalismo de las estructuras, seguirán los grupos e individuos trabajando, habrá fisiones, fusiones y coordinaciones, se mantendrán o modificarán proyectos y acciones en función de lo hablado y escuchado, se eligirá escuchar y seguir a los que saben, o a los que dicen que saben, según la opinión de cada quien. En fin, todo lo que sucede durante y después de una reunión de este tipo. Lo que no se puede poner en duda, es que todos los que participemos, en mayor o menor medida habremos enseñado y aprendido algo.
También se debe tener en cuenta que lo que viene será muy diferente a lo que pasó. Posiblemente en pocos años se vea un nuevo orden mundial donde la participación del Uruguay sea mayor a lo que estamos acostumbrados, porque ya se están "relojeando" que las soluciones "a la uruguaya" como la del 2002, a pesar de lo que nos costó a los ciudadanos, funcionan.
Algunas ideas de cómo puede ser afectado el turismo, se pueden leer en las columnas "La fabulosa sabiduría de saber decir "no sé"", "¿Afectará la crisis mundial al transporte aéreo y el turismo?" y el artículo de opinión "Sistema cazatontos para editores desavisados (en reiteración real)".
Después, no digan que no avisamos, pues si se los lleva el vendaval, recuerde que se agotaron los cuartitos para llorar.
Nos vemos en OBJETIVO TURISMO.
Portal de América - Por Eliseo Sequeira