Argentina no tiene la culpa por el menor número de turistas en Uruguay
Jueves, 14 Agosto 2014 22:31

Argentina no tiene la culpa por el menor número de turistas en Uruguay
El encarecimiento en dólares que experimentó la economía uruguaya en los últimos años posibilitó un mayor consumo de la población y una mejora del bienestar. Pero una situación así no es sostenible a lo largo del tiempo, y a la larga termina afectando negativamente el nivel de actividad global, incluso a sectores en los que el país cuenta con ventajas comparativas y competitivas, que se ven superadas por los costos crecientes.
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por Horacio Bafico y Gustavo Michelín

El sector turístico es uno de los que realizó avances importantes en los últimos años, posicionando al país como un destino atractivo. Pero el encarecimiento del país, y no los problemas de Argentina, han determinado que otros destinos le resten público. Ello impacta negativamente en el nivel global de actividad, dada una amplia gama de actividades conexas que también se ven afectadas.

Los contingentes de turistas que visitan Uruguay lo hacen no sólo atraídos por las bellezas naturales y la relativa seguridad, sino también por el imán de algunos destinos puntuales como Punta del Este que se ha posicionado como uno de los lugares de descanso más sofisticados del mundo. Ello habla de por si de un turismo de alto poder adquisitivo, que tras de sí viene acompañado de inversiones en el sector inmobiliario de alta categoría.

El imán que genera el glamour de Punta del Este, atrae a las cercanías a otros turistas de menor poder adquisitivo que también contribuyen al desarrollo del sector y sus servicios conexos. Pero los turistas y sus inversiones no apuntan sólo a la costa balnearia, sino que otras zonas del país también los atraen, como Colonia y las termas.

Por cercanía geográfica y una serie de lazos históricos y culturales, Argentina es el principal origen del turismo que visita al Uruguay. En los últimos 20 años en promedio el 60% de los turistas que visitó nuestro país eran de ese origen. En ningún año representaron menos del 50% y se registraron algunos picos cercanos al 70%.

Desde ese origen también provienen las principales inversiones extranjeras volcadas a la construcción y servicios turísticos. Se trata de un público sofisticado que en el caso particular de Punta del Este contribuyó a su posicionamiento como un destino exclusivo. La constante presencia de importantes figuras del espectáculo de la vecina orilla y las inversiones que realizan en el balneario contribuyen en buena medida a ello.

Sin embargo, tras alcanzar un pico de 1,8 millones de visitantes argentinos en el año móvil finalizado en el primer trimestre de 2012 (la temporada turística más exitosa de los últimos tiempos), comenzó a disminuir el flujo, contabilizándose 1,5 millones de turistas argentinos en el año móvil finalizado en el primer trimestre del presente año.

Si bien el descenso ha sido continuo a lo largo de los dos últimos años, la gran caída se produjo en la última temporada turística, en la que según cifras uruguayas vinieron 155.000 argentinos menos respecto al año anterior. Según los datos oficiales argentinos, el descenso fue un poco menor (124.000). La diferencia puede atribuirse a turistas que al salir de Argentina declaran un destino final distinto, por ejemplo Brasil, pero que en su trayecto atraviesan Uruguay.

El menor ingreso de argentinos determinó que la última temporada no haya sido de las mejores. Las dificultades económicas por las que atraviesa el país vecino y los controles impuestos a la salida de divisas fueron los factores a los que se señaló como las causas principales de esa evolución.

Sin embargo, cruzando la información de turismo receptivo por origen en Uruguay y turismo emisivo por destino en Argentina, se constata que ello no fue así. Si bien es cierto que en la última temporada turística fueron menos los argentinos que viajaron al exterior, el descenso fue muy pequeño, apenas unos 70.000 viajeros menos. Es más, el único destino que cae es Uruguay (124.000 turistas menos) y aumentan los restantes (52.000 más). Por otro lado, en lo que a gasto se refiere, pese a los controles, los argentinos gastaron en el exterior en el primer trimestre del presente año los mismos dólares que un año atrás.

Sin embargo, en Uruguay gastaron US$ 210 millones menos y en los otros destinos del US$ 214 millones más.

Las razones del menor ingreso de turistas al país (no sólo argentinos, ya también disminuyeron los provenientes de otros orígenes) hay que buscarlas por otro lado. No hay que ahondar mucho para concluir que el problema está en el encarecimiento de Uruguay, que determina a su vez que aumente el número de uruguayos que viaja al exterior.

El destino de turismo de argentinos que más crece es Norteamérica y Europa. A esos destinos también ha crecido de manera muy importante el número de uruguayos que viaja al exterior, triplicándose en los dos últimos años (ver gráfico).




El encarecimiento en dólares, en este caso en Uruguay, que comienza afectando primero al sector exportador, a la larga repercute negativamente en toda la economía. En el caso particular del turismo, lo afecta directamente por ser una actividad exportadora. Pero indirectamente termina perjudicando a las distintas actividades relacionadas. La construcción de alta gama asociada a este público se ha frenado en los últimos tiempos debido a los altos costos internos y los inversores buscan otros horizontes como por ejemplo Miami, donde las perspectivas de rentabilidad son mayores. A su vez es un destino de turismo de alta gama que compite directamente con Punta del Este, con la ventaja de un clima cálido a lo largo del año. Pero no afecta sólo a la construcción y la hotelería, sino también al comercio por los mayores viajes al exterior, el menor ingreso de turistas y las compras por Internet.

La economía uruguaya necesita recomponer sus precios relativos. En el último año el peso se devaluó casi 25%, pero ese es un fenómeno que en mayor o menor grado se da a escala mundial. Las políticas globales de gasto interno enfrentan el gran desafío de posibilitar que la devaluación del peso sea real (abaratamiento) y no nominal (inflación alta), para revertir la pérdida de competitividad y no seguir afectando a las actividades productivas.

Portal de América - Fuente: www.elpais.com.uy

Comentarios  

Todo lo que detallan es correcto, pero a mi entender el principal problema son las trabas para llegar a Uruguay. No hay vuelos a precios razonables y diarios, los valores de Buquebus son un disparate en Dolares. Practicamente considerando una estadía corta el 50% del gasto es en transporte. Si consideramos el tiempo de viaje son los pasajes mas caros del mundo. En tempoprada alta no se consigue un pasaje por menos de 350 dolares y en la baja 200 dolares. Un pasaje a Santiago de Chile cuesta 213 dolares. Con 350 dolares se llega a Rio de Janeiro.
A Ustedes la conclusión

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