Pluna, el riesgo de volar alto
Con muy buena aceptación en el universo del turismo y de la aviación comercial, sobre todo en lo que tiene que ver con la reciente debacle que llevó al imprudente, impulsivo y no meditado decreto presidencial que determinó la muerte de Pluna, apareció en plaza, escrito por Sergio Antonio Herrera, el libro: “Pluna, el riesgo de volar alto”.
Testimonio fiel de lo acontecido a nivel político y empresarial en torno a los últimos suspiros de la aerolínea de bandera, con precisión quirúrgica y una postura objetiva que merece el reconocimiento ciudadano, el autor lleva de la mano al lector por los caminos y vericuetos que pautaron el terrible desenlace, en donde sobresale el lavado de manos de los políticos y gobernantes que trataron el tema con liviandad, desconocimiento y ligereza culpable.
Responsables todos, presidente de la república y ministros afines, extendido el lazo al Banco de la República y empresarios del transporte probadamente carroñeros.
Párrafo aparte se lo lleva la oposición política que buscó rédito en la balanza, y que auspició con su actitud que José Mujica, por un quítame de allí esas pajas luego de un copioso mediodía, haya descendido en tirabuzón para liquidar de un plumazo 75 años de historia en el transporte aéreo uruguayo.
Dios no se lo va a demandar al presidente, pero sí la Historia, con mayúscula, cuando las generaciones se refieran al desgraciado suceso.
El libro de Herrera es un fiel testimonio de estos últimos tiempos, y su obligada lectura servirá a quienes pretendan especializarse en el tema.
Pluna, descansa en paz.
Ricardo Garzón
Portal de América
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