por Sergio Antonio Herrera
(seguimos firmando editoriales, no tenemos arreglo)

Por qué no lo hacemos? 

Cuál es la causa por la cual los supuestos entendidos que conducen los destinos de una actividad  tan determinante para nuestra economía como es el turismo tanto en la esfera pública PERO SOBREMANERA en la actividad privada en la que se invierte mucho dinero para maratónicas promociones por aquí y por allá y no se logra mover las agujas del reloj de las estadísticas ni un poquito, no han hecho nada para agregar dos semanas a la agenda anual de la propuesta turística lo que equivaldría a que en vez de una sola gran semana (Santa o de Turismo) tuviésemos tres del mismo tipo con lo que implicaría en generación de riqueza y empleo?.

Como siempre, Enjoy

No nos cansamos de reiterar que nuestro turismo para “aggiornarse” no debería inventar nada, solamente tendría que adecuar a nivel nacional el exitoso Plan de Marketing de Enjoy (chárteres aéreos incluidos) y poco más.

La noche del domingo 24 pasada fue un contundente ejemplo de cómo debe organizarse una fiesta de nivel, donde quien puede y decide invertir el precio fijado para vivir una “velada como debe ser”, la viva en todo su esplendor, comiendo y bebiendo lo que le plazca, escuchando, disfrutando y bailando música muy querida y además, siendo espectadores de un show espectacular como el de Experiencia Queen, al que no le falta nada para transportar al espectador en el tiempo,  y mostrarle “lo más parecido” a lo que debe haber sido un show de Freddie Mercury en la legendaria época de furor de la fabulosa banda británica.

Quienes tuvimos la fortuna de estar en el Centro de Convenciones del emblemático hotel puntaesteño en esta Noche de los Recuerdos, vimos a un 99% de los asistentes vestidos de elegante sport y con calzado adecuado a una noche del estilo (nosotros al menos no vimos ni un par de championes), y entre tanta cana y tanta calva presente, vimos rostros felices a tiempo completo, que seguramente fueran los mismos con los que nos cruzábamos hace cuarenta o cincuenta años en las coquetas Zum Zum o Ton Ton, donde reinaban las infartantes minifaldas o los sugerentes hot pants de un lado, y los ajustados y sin bolsillos pantalones Oxford del otro, o quizás un poquito más allá en el tiempo en Sukata, Dominique o A Baiuca, a ellas de traje o pollera larga y a nosotros de traje y corbata.

También (como hay siempre, en todos lados) hubo unos pocos ridículos de ambos géneros que le erraron completamente al vestuario, pero, ya se sabe, es parte del paisaje.

Queda hecha la invitación para que, a quienes les corresponda, planteen en alguna futura mesa para “pensar el turismo”…(existen?)  el debate acerca de si no sería conveniente incorporar al calendario de eventos (ja ja, este sí que no existe), las semanas de “Las llamadas” y “La Nostalgia”.

Ah! El que se atreva a ponerla sobre la mesa puede decir que es SU idea.

Ni Perucho Argul ni nosotros vamos a reclamar. No importa quien firme los autógrafos, solo importa que innovemos.

Portal de América