La censura tácita en el Uruguay ignora la transparencia
Jueves, 15 Octubre 2015 01:16

La censura tácita en el Uruguay ignora la transparencia

El desarrollo sostenido y el reconocimiento del turismo como actividad generadora de empleo y de divisas, comienza a desarrollarse fuertemente en el mundo occidental al finalizar la segunda guerra mundial y con la salvedad de lo ocurrido en los Estados Unidos que ASTA, la Asociación Americana de Agencias de Viajes fue creada en 1931, la mayoría de instituciones gremiales empresariales del turismo en las Américas nacen con el advenimiento de la paz mundial.

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AMAV, la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes nace en julio de 1945; la segunda más antigua es ACHET, la Asociación Chilena de Empresas de Turismo fundada en abril de 1946. ANATO, la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo es de 1949: luego fueron apareciendo AAAVYT, la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (abril de 1951); AUDAVI, la Asociación Uruguaya de Agencias de Viajes (octubre de 1951) y recién dos años más tarde, en diciembre de 1953 nace en Río de Janeiro ABAV, la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes. En 1957 fue constituída COTAL, la Confederación de Organizaciones Turísticas de América Latina que hasta casi el final del siglo veinte mantuvo el liderazgo en la región.

Ese período fermental liderado por las grandes aerolíneas de bandera de los principales países, por lógica consecuencia generó dirigentes todoterreno y todos ellos provenían de las agencias de viajes. Lisa y llanamente de las agencias de viajes, los touroperadores aparecerían después y en el turismo salvo algnos hoteleros, no había otros actores relevantes.

Casi todas las asociaciones buscaban los mismos objetivos pero para graficarlos y resumirlos, basta con darle una mirada a la página web de AUDAVI donde en la reseña histórica se lee:

"La primera visita oficial que hizo la Directiva de AUDAVI, fue al Representante de Pan American Airways, Don Charles Larrabee, un enamorado del Uruguay, él mismo se apodaba el "gringo" más uruguayo que ninguno. Incentivó a los Agentes de Viajes a reunirse para mejorar la profesión y en forma conjunta con el gobierno promover el Turismo hacia Uruguay. Con este propósito se visitó la Oficina Nacional de Turismo y el Ministerio de Relaciones Exteriores. Los objetivos de A.U.D.A.V.I. fueron y son: 1- Jerarquizar la actividad del agente de viajes en su calidad de profesional del turismo y defender los derechos e intereses de sus asociados en el marco de la más alta y estricta ética comercial. 2 - Estimular el desarrollo del turismo en nuestro país, impulsando la formación de una conciencia turística nacional. 3 - Promover el mejor entendimiento con las empresas transportistas, hoteleras, etc., y con todas aquellas que tengan relación con el turismo nacional e internacional. 4 - Promover, participar y estimular la realización de Congresos, Cursos, Seminarios, etc., que jerarquicen los fines expuestos."

Esos dirigentes eran autodidactas en turismo pero en base a la capacitación permanente impartida por las diferentes aerolíneas a través de cursos de ventas, de tarifas, de promoción, etcétera, fueron logrando un profesionalismo que, sumado a los viajes permanentes y al conocimiento del mundo y diferentes culturas, fueron conformando personalidades en algunos casos muy por encima de la media, convirtiéndose en verdaderos personajes en sus respectivos medios.

Eran épocas de permanentes congresos en los que se debatía, se enseñaba, se aprendía, se promovía, se negociaba y en definitiva, se crecía. ¿Cuánto hace que no hay un congreso de turismo en Uruguay?

Hubo figuras señeras en Uruguay como por ejemplo Ramón Costales de CEVI; Nicolás Barrancos de COT o Federico Gambardella de TURISPORT entre otros, pero hubo uno que siempre citamos como el prototipo de la época: Herbert Buencristiano, quien con gran visión fue el que empezó a acudir a los pocos eventos internacionales que habían entre los que se destacaba el Pow Wow en Estados Unidos, adonde se instalaba con un stand de Viajes Bueme´s, su empresa, al que lo hacía aparecer bien uruguayo, con afiches, fotografías, folletos y demás elementos promocionales. Esa avanzada generó la llegada de los primeros grupos de turistas norteamericanos y hasta de cruceros.

Era usual viajar al exterior con tarifarios impresos de turismo receptivo y visitar agencia de viajes en las principales ciudades. Las aerolíneas colaboraban con los famtours en la promoción de los países.

En ese contexto y mientras duró el formato tradicional de agencia de viajes tipo "Tienda por departamentos", en las que había verdaderos monstruos que cubrían todas las áreas: nacional; regional; internacional; receptivo; cruceros; congresos; etcétera, los agentes de viajes eran los únicos operadores de turismo reales y como tales cubrían todos los aspectos del negocio, también las relaciones públicas, el trato con la prensa, con las autoridades departamentales y nacionales, todo.

En la última década del siglo veinte se crea la Cámara Uruguaya de Turismo y con ella, entran en escena los representantes de los hoteles, de las rentadoras de autos y los inmobiliarios. Al poco tiempo comienza el declive de las agencias de viajes, el crecimiento de los touoperadores, consolidadores y ya en este siglo las empresa online.

Se atomiza el peso empresarial y a la vez se afianza la iniciativa estatal, casi sin anestesia se invierten los papeles y de buenas a primeras los empresarios empiezan a ver como desde la órbita oficial se marca la estrategia promocional del país, el calendario de ferias y eventos y así, casi sin advertirlo, pasan a un segundo plano, el que los engloba ahora, en el que por ejemplo no tienen la potestad de influir en la reglamentación de la ley de turismo a la que deben ceñirse.

Los operadores receptivos no la tienen nada fácil y para colmo, no están unidos.

Los hoteleros trabajan mucho y están bastante unidos pero las reglas de juego les demuestran que la competencia exponencial es generada por el propio Estado a través de la vía libre a las inversiones y la no reglamentación de las economías colaborativas, lo mismo que ocurre a los transportadores turísticos y las rentadoras de autos.

A los empresarios les cuesta unirse como es debido y para peor no entienden que deben trabajar gremialmente, comprometerse. Los pocos que lo entienden tienen problemas porque expresan públicamente sus disconformidad y en muchos casos son denostados en los medios por los funcionarios de gonierno o lo que es peor, son penados con visitas indeseadas en sus oficinas o ven trancadas sus iniciativas que dependen de algún trámite oficial.

La prensa masiva no entiende el negocio e informa de acuerdo a la conveniencia de sus auspiciantes, lo cual entiende a las mil maravillas.

La escasa prensa dedicada al sector también por dependencia publicitaria pero en gran medida por propia convicción, se especializa en publicar gacetillas y en todo caso al cómodo "Tout va très bien, Madame la Marquise".

Entonces, en un país en donde por ejemplo nos indignamos por las prácticas de censura a los medios por parte del gobierno bolivariano, la mayoría se deja envolver por una forma de censura que no se les impone de modo explícito, sino tácito y con ello, desaparece la transparencia informativa de cualquier democracia que se precie.

Portal de América

Comentarios  

Lamentablemente, comparto en gran parte lo que se dice en este artículo, especialmente el párrafo que dice: "A los empresarios les cuesta unirse como es debido y para peor no entienden que deben trabajar gremialmente, comprometerse. Los pocos que lo entienden tienen problemas porque expresan públicamente sus disconformidad y en muchos casos son denostados en los medios por los funcionarios de gobierno o lo que es peor, son penados con visitas indeseadas en sus oficinas o ven trancadas sus iniciativas que dependen de algún trámite oficial" :(

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