La reciente desaparición física de Don José Villar Gómez generó que nuestro amigo y esporádico columnista, Fernando Mier se decidiera a -como nos dijo- "escribir unas líneas".

Fernando relata con gran naturalidad las circunstancias en las que alguien como Villar, que nada tenía que ver con el turismo "Fue un hombre de origen humilde que nació según el decía “dentro de una bolsa de harina” por ser el sector de la panificación el que lo marcó desde sus inicios y donde se desarrolló siendo muy reconocida su trayectoria al frente de El Maestro Cubano", terminó siendo a nuestro criterio (y el de la gran mayoría) el abanderado histórico en ese cargo, aunque el mismo, con su habitual modestia haya dicho que el mejor de la historia ha sido el Doctor Lescano.

Mier dice con gran acierto:"Fue un eficaz y comprometido coordinador de la actividad turística. Luchó incansablemente para lograr “concienciar” sobre la importancia del turismo y en “romper con la estacionalidad de la actividad turística”. El no se cansaba de decirles a los operadores turísticos que era su representante. Convocó permanentemente a los líderes de la actividad turística, creando un consejo asesor con especialistas en los diversos temas. Se apoyó en las organizaciones gremiales turísticas, siendo la Asociación Uruguaya de Agencias de Viaje ( AUDAVI ) la que mayor protagonismo tuvo inicialmente. Pero también en todas las Asociaciones, Cámaras y Ligas existentes en los Departamentos, provocando sorpresa por ello ya que estas se consideraban totalmente marginadas de las decisiones que se tomaban en el Sector. A las existentes las apoyó y procuró fortalecer canalizando muchas de las acciones a través de ellas y donde no existían fomentó su formación".

¿Cuál fue su secreto?, no otro que aplicar el sentido común, fijarse metas y saber escuchar a los que sabían, a quienes fue convocando uno por uno y de quienes se rodeó.

Nos parece que llegó la hora de reivindicar una verdad que por diferentes circunstancias algunas personas se han empeñado en querer esconder, disfrazar, en definitiva alterar.

Si bien en lo personal (vaya a saber uno la causa real), como lo contamos oportunamente en el Blog Editorial del Portal del Uruguay hace varios años, en determinados momentos tuvimos alguna desilusión, en lo público y en lo relacionado pura y estrictamente a su actuación como Ministro de Turismo, vivimos en carne propia su forma de gestionar, lo que se podría determinar como su "modus operandi", entonces para pintarlo de cuerpo entero, vamos a contar la historia que nos tocó vivir y nos involucra directamente con él.

A inicios de los noventa coproducíamos con SEUSA (La Mañana y El Diario) el suplemento semanal Rutas y Destinos que aparecía los viernes y como siempre, escribíamos un artículo editorial con nuestra opinión.

Hay que retrotaerse en el tiempo más de dos décadas y si en el actual contexto como se sabe, el periodismo especializado en turismo sigue sin desarrollarse en la medida que sería menester, no hay que ser muy idóneo para concluir que en aquella época tildar de incipiente a la profesión podría hasta resultar de mucha generosidad.

Desde que habíamos comenzado con Rutas y Destinos habían transcurrido muy pocas semanas. Personalmente, no sólo no conocíamos al Ministro Villar, tampoco a ninguno de los integrantes del Ministerio y créase o no, jamás habíamos estado en esa sede, la que por entonces estaba en el mismo edificio de Pluna, en Colonia y Libertador.

Nuestro estilo periodístico no solamente no era diferente, veintipico de años más jóvenes, pueden imaginar como era...

Un día, cuando llegamos a la oficina que compartíamos con el entrañable e inolvidable Cacho Porras en la calle Soriano, nos estaba esperando Edgar Ternández, colega periodista integrante del equipo de prensa y difusión del Ministerio de Turismo  que comandaba otro que se convertiría en un gran amigo que se fue, Juancito Caputti.

"Me pidió el Ministro Villar que venga a invitarlo para reunirse con él en el ministerio, tienen mucho interés en conocerlo personalmente y hablar con usted" nos dijo.

Con una gran intriga y hasta pensando si la invitación no era para "retarnos", al día siguiente estábamos sentados frente a Villar en su despacho.

"Mire Herrera, sigo con gran interés su trabajo periodístico (sinceramente, nunca lo hubiésemos ni imaginado), lo leo semanalmente y quiero decirle que es muy útil su crítica, me ha planteado diversas interrogantes y por ello, quise conocerlo y comunicarle que cuenta con todo mi apoyo porque el turismo tiene que tener prensa especializada". Ese fue el mensaje, no recordamos obviamente si fueron esas las palabras.

Las oficinas, el personal, el apoyo incondicional de Villar, hicieron que convocásemos a la creación de lo que terminó siendo el CIPETUR, del cual fuimos los fundadores y el primer presidente.

El empuje, el apoyo y el trato que Villar le dio a la prensa turística nunca más se repitió. ünicamente durante el mandato del Doctor Héctor Lescano de alguna manera se asemejó en algo.

A pesar que como siempre, los perejiles superaban a los profesionales, toda vez que había cualquier actividad sin importar el púnto del país en que fuera, siempre había locomoción, comida y todo lo que se necesitase para hacer las coberturas. Incluso llegamos a lo que en perspectiva ahora vemos era exagerado, como presidentes del Círculo, nos sentábamos junto al Ministro y el Subsecretario en cada evento que se realizara en el interior del país.

En la fiesta de los 90 años de AHRU en el Club de Golf fue la última vez que hablamos con él. Le dijimos que hacía poco tiempo habíamos vuelto a poner en funcionamiento al Círculo y le recordamos que había sido gracias a su iniciativa que se había creado en 1992 y nos respondió: "Sí, pero fue usted el que le puso los pantalones largos".

Nos pareció esta, la mejor forma de homenajearlo a Villar, contando algo que vivimos en primera línea, junto a él y de lo cual, por suerte, hay numerosos testigos.

Descansa en paz quien fuera el mejor ejemplo de lo que debe ser y hacer un ministro de turismo en un país como el nuestro.

SAH

Portal de América