Los colegas eligen como título: "Libro sobre la gestión de Campiani afirma que López Mena negoció para integrarse a Pluna y luego abrió BQB imitando los planes que le mostraron" para agregar de inmediato: "Tenfield pagó el vuelo chárter de Pluna que llevó gobernantes y futbolistas en 2008 a Venezuela". Esto último es la interpretación que da Búsqueda a la información que consta en el libro indicando que el servicio fue pagado con un cheque firmado por Nelson Gutiérrez.

Más adelante dice Búsqueda: "En el texto de 302 páginas el periodista Sergio Antonio Herrera revela detalles de hechos ocurridos entre 2007 y el cierre definitivo de la aerolínea en julio de 2012. Entre ellos recuerda un vuelo chárter a Venezuela en 2008 en el que viajaron José Mujica, Eduardo Bonomi y Enrique Pintado junto a ex futbolistas; según dice, ni a la ida ni a la vuelta pasaron por Aduana ni Migraciones".

En otro pasaje, hablando de las fuentes dice Búsqueda: "El propio Campiani, su padre Eduardo Campiani y el broker Paul Elberse, entre otros, son las principales fuentes del libro en el que la mayoría de los representantes del gobierno rechazaron participar. Apenas el ex ministro de Transporte Víctor Rossi aceptó prestar su testimonio".

El semanario destaca: "Además, asegura que antes de abrir BQB Juan Carlos López Mena mantuvo una reunión personal con Campiani para “ingresar” a Pluna. Allí le mostraron información y al poco tiempo estaba solicitando con su propia aerolínea rutas que pretendía Pluna".

Refiriéndose concretamente al capítulo "El charter del Pato Celeste", cuenta Búsqueda que en la mañana del 27 de agosto de 2008, mientras desayunaba y leía las noticias, Campiani se enteró de la molestia de Mujica con Pluna. El enojo del entonces senador respondía a que la aerolínea no autorizaba la salida de un vuelo chárter en el que esa noche viajaría a Venezuela, junto a autoridades nacionales, un equipo de la Mutual de Futbolistas para jugar un partido a beneficio. y agrega: "Según relata Herrera en el libro, Gustavo Torena —el “Pato Celeste”— había solicitado el avión pero nadie había ido a pagarlo, por lo que la aerolínea no prestaría el servicio. Además de Mujica viajarían el presidente de Ancap, Raúl Sendic, el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, y el diputado Enrique Pintado.

Esa mañana Campiani atendió en su celular una llamada de Sendic, con quien nunca había hablado hasta entonces. “Sé que ha habido inconvenientes y también que no se les ha pagado a ustedes este servicio pero, por diferentes motivos, es muy importante la realización de este viaje. Entonces lo estoy llamando para decirle que puede autorizar sin problemas la operación. Yo me hago responsable del pago total del chárter”, le dijo Sendic.
Campiani accedió y aprovechó para intentar hablar con el presidente de Ancap sobre las deudas que mantenían y el precio del combustible. Sendic lo invitó a viajar esa noche con ellos para charlar tranquilos.

El libro cuenta que durante el vuelo a Campiani le presentaron a Alcides Ghiggia. Ahí se enteró de la existencia de la hazaña de Maracaná. Luego conversó durante todo el viaje con su compañero de asiento sin saber que quien iba a su lado era Enzo Francescoli.

Herrera asegura que al llegar al Aeropuerto de Caracas el grupo no tuvo que pasar por Migraciones ni por Aduana. Allí mismo, Mujica partió en un helicóptero que lo esperaba. Al regreso, la delegación uruguaya tampoco pasó por Migraciones ni por Aduana.

El pago del chárter a Pluna se hizo por medio de un cheque firmado por el directivo de Tenfield Nelson Gutiérrez. Torena fue el encargado de hacer llegar el pago a Campiani e incluso se tomaron una foto sonrientes sosteniendo el cheque."


El Error notorio.

Más adelante dice Búsqueda: "Herrera sostiene que López Mena tuvo una “participación muy activa antes, durante y después” del proceso de cierre de Pluna. En uno de los capítulos asegura que el 10 de octubre de 2008 hubo una reunión entre Campiani y López Mena en la que negociaron un posible ingreso a Pluna del propietario de Buquebus.

El propio ex director ejecutivo de Pluna le confirmó al autor el encuentro. “Estuvimos negociando su posible ingreso y en esas conversaciones obviamente le dimos información”, le confió.

A principios de 2009 López Mena presentaba a BQB, su propia aerolínea, que comenzaría a volar a Salto y Colonia. Además anunciaba un juicio por plagio a Pluna por solicitar esas mismas rutas.

En el libro Campiani sostiene que fue López Mena quien incurrió en plagio. “Casualmente luego (de la reunión) decide hacer las gestiones por esas rutas”, afirma, y atribuye la jugada a que por primera vez alguien le hacía mella a Buquebus en el transporte de pasajeros en el Río de la Plata.

Consultado por Herrera, Eduardo Campiani considera que “uno de los errores más notorios” de su hijo fue no hacerle firmar un “acuerdo de no competencia” a López Mena. “Le hizo firmar uno de confidencialidad pero no algo que le impidiera, como hizo después de ver los libros, después de que le mostraron todo, ponerse a armar BQB”.

Jazz

Búsqueda se refiere también a otro pasaje del libro, cuando Jazz vino a negociar luego de la salida de LeadGate de Pluna y lo hace de la siguiente manera:

"Herrera también reconstruye cómo fue que Jazz, que tenía prioridad para adquirir las acciones de Pluna SA tras el alejamiento de Leadgate, decidió no hacer uso de la opción. A fines de junio llegaron el director ejecutivo de la aerolínea canadiense, Joe Randell, y el gerente financiero, Rick Flynn, para evaluar la operación.

El 27 de junio Campiani, que tenía preparada una cena esa noche para a los ejecutivos canadienses, recibió un llamado de Randell. “Nos vamos, Matías. No hay nada que negociar con esta gente. Ya tienen decidido con quién lo quieren hacer”, le dijo en referencia a López Mena, y con un tono de voz que Campiani nunca le había escuchado".

El remate de la crónica del influyente semanario se realiza interpretando una parte del capítulo final así:

"Campiani no terminaba de asumir su derrota. El 3 de julio (de 2012) mantuvo en San Pablo una reunión con el director de la aerolínea brasileña Trip, José Mario Caprioli, para convencerlo de que comprara al fideicomiso esas acciones. Acordaron reunirse en los días siguientes en Montevideo.

Cuando iba hacia el aeropuerto para tomar el vuelo de Pluna de regreso a Montevideo, Campiani se enteró de que el viaje estaba cancelado por el paro de los trabajadores. Dos días más tarde el gobierno resolvió la suspensión por tiempo indeterminado de las operaciones de la aerolínea".

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