Desde 1965 a 1969 trabajando como cadete en Cielmar Ltda. en la esquina de Rincón y Juncal, cuando teníamos enfrente a Jetmar (con Jorge Martínez en el primer escritorio, tapado de pasaportes que esperaban la visa a Estados Unidos o Australia), Cambytur del Gordo Balseiro y Turinter de Moris Dalva, a media cuadra por Juncal la Gondrand del Comendatore Bóffano y también a media cuadra pero por Rincón, la Viajes Tei de la familia del mismo nombre. Todos los días llevábamos las fichas de datos a Pluna (con cada emisión de boleto) para que el Negro Scarpa o Casavalle las introdujeran en unos muebles de madera con reparticiones cual palomares y también íbamos al correo, a despachar sobres de correo aéreo, de papel muy liviano conteniendo hojas del mismo tipo escritas con pluma fuente por el Doctor Publio Vadora. Esas cartas eran por ejemplo las solicitudes de reservas para cada servicio requerido para las excursiones por Europa que operaba la empresa que tenía una sucursal en Buenos Aires, en la Avenida Córdoba y estaba a cargo de un señor Adjemianz y donde trabajaba un gran amigo llamado Hugo Temporale y otra sucursal en San Pablo, desde donde vino una vez uno de sus integrantes que quizás por ser el primer nombre que conocíamos de ese origen nos quedó grabado: Alipio Gama Lopes.

Por esa misma época, fuimos invitados a integrar el equipo de fútbol de los cadetes uruguayos que en Buenos Aires, en un predio de la empresa Esso, jugamos contra los pares porteños y nos trajimos la Copa CAUSA, luego de golearlos 7 a 0. Por supuesto volamos en el Constellation de CAUSA y el DT era el inolvidable Pocho González de Varig. Al poco tiempo jugamos la revancha en Atlántida, en el Country y ahí los argentinos trajeron un cuadro totalmente nuevo y empatamos cero a cero. En ese viaje y en ese equipo, figuraba un pibe que era cadete de Jetmar que se nos escapa el nombre a quien le dijeron que como hacía calor, abriese la ventanilla del avión y se puso a buscar la manija...

Al aeropuerto de Carrasco llegaban Air France, KLM, SAS, Lufthansa; Panamerican, Alitalia, Varig, Braniff, Aerolíneas y por supuesto, CAUSA (Compañía Aeronáutica Uruguaya S.A.) la que por cierto también operaba los hidroaviones que iban a Buenos Aires. Cursos de tarifas y de ventas con desayunos memorables en las oficinas de Panamerican y Varig y fiestas a cada rato con una rareza para la época: mucho whisky escocés.

Al puerto de Montevideo llegaban barcos de pasajeros españoles, italianos, franceses y argentinos entre otros. Esporádicamente algún crucero, otra rareza. Algunos nombres clásicos de esos navíos: Cabo San Vicente, Cabo San Roque, Augustus, Giulio Césare, Enrico C, Ana C, Laennec, Provence. A Cielmar siempre venían unas señoritas muy arregladas, pintadas, normalmente exhuberantes en sus formas a comprar pasajes en alguno de esos barcos a Buenos Aires, a Santos y a tan corta edad nos llamaba la atención ese tipo de clientes y preguntamos. La respuesta fue muy contundente, los tripulantes vienen de 15 días de travesía a pico seco...

Todas la noches a las 21 horas, desde el puerto, salía el Vapor de la Carrera a Buenos Aires cumpliendo una travesía en la que se ofrecía la posibilidad de disfrutar una cena, en algunos casos había espectáculo y baile y se pernoctaba en cómodos camarotes. Desde la Estación Central de Ferrocarril llegaban y salían trenes al interior. No había terminal de buses, cada empresa tenía sus salidas desde sus propias oficinas y por ejemplo, en la Plaza Libertad, prácticamente todo el lado sur estaba ocupado por la ONDA y desde el lado opuesto, junto a lo que fue el Cine Plaza tenía su terminal TTL con un pasaje que tenía salida por la calle Paraguay. CITA salía primero desde la Avenida Agraciada y luego desde la Plaza Independencia, en donde también operaba COT.

El Radisson se llamaba solamente Victoria Plaza y tenía solamente el edificio de adelante. No había otros hoteles de esa categoría en Montevideo, mientras que en Punta del este, lo mejor era el San Rafael. No había cadenas de comidas rápidas pero en cada esquina había al menos un bar o como por ejemplo en 18 de Julio y Yi, cuatro: el Facal, el Latino, el Chivito de Oro y Sokos. Como no había Shoppings el paseo comercial principal era 18 de Julio y la mayor actividad se daba en las galerías y mientras estuvieron, en las grandes tiendas por departamento, como London París, La Madrileña, Angenscheidt, Aliverti, Soler.

Los viajes regionales se hacían preferencialmente vía terrestre (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay), los viajes a Europa  tenían una duración mínima de un par de meses y eran muy pocos los que viajaban a Estados Unidos o al Caribe.

No solamente no había Internet, tampoco había tarjetas de crédito y los viajes eran financiados por bancos o empresa financieras pero en una gran proporción, por los propios operadores. El crédito de viajes era uno de los más seguros, prácticamente no existían los clavos.

Un buen día me invitaron a ver la nueva sección reservas de Varig en la calle Río Negro. Cuando ví varias filas de computadoras y al Negro Pereira sonriente y orgulloso parado ante ellas, nuna me pude imaginar que empezaba otra historia, la cual tiene su lado positivo también pero...

Sergio Antonio Herrera

PD: Agreguen nomás a través de los coemntarios, todas y cada una d elas cosas que me olvidé o no incluí.

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