Si no fuese porque estamos en un país en donde la aviación comercial para el gobierno es como chino básico y en base a ello el retraso es entendible por simple inoperancia, podríamos sospechar (¿podríamos?)que la puesta en marcha de Alas Uruguay está siendo demorada adrede, para beneficiar a......¿hace falta decirlo?.

Pero, no seamos mal pensados y supongamos que la culpa la terminarán llevando las autoridades aeronáuticas de los países vecinos por no habilitar la operación de la nueva compañía uruguaya en tiempo y forma (claro habría que determinar de qué tiempo y de qué forma hablamos).

Sea por lo que sea, al no poder operar vuelos regulares y para no perder la alta temporada digamos que se decide la operación de charters.

Hay gran avidez por la contratación de charters y la capacidad de los Bombardier es ideal para el tráfico entre Uruguay y Brasil que es de lo que estamos hablando.

Pero...

¿Quién va a poner las condiciones?

Aparentemente habrían "seguros", tres CRJ900.

Sabemos que hay operadores uruguayos interesados en contratar los aviones para vender paquetes con destino en Brasil.

También sabemos que es muy difícil que alguien se la juegue en contratar más allá de fines de enero y todos, querrán aviones para Carnaval y por supuesto, para Semana Santa.

No hemos escuchado nada, pero tal vez aprovechando la coyuntura a las autoridades del turismo uruguayo les interese promover la posibilidad charter para incentivar la llegada de brasileños, abaratando costos, quizás subvencionando insumos.

Podemos equivocarnos pero, se nos hace un tanto difícil pensar que haya operadores brasileños dispuestos a arriesgar capital nuevamente. Está muy fresca la herida de Pluna.

Todos sabemos que en alta temporada, los operadores turísticos que contratan charters además de rezar para que el tipo de cambio esté favorable; rezar para que haya buen clima; rezar para vender todos los asientos, en este caso de los CRJ900, también deberán rezar porque no exista ningún impedimento sorpresivo que los deje sin aviones. Es impensable conseguir en esas fechas equipos sustitutos y si se consiguiesen, sería a precios de ópera.

Todos nuestros lectores son testigos que hemos navegado en solitario apoyando este proyecto, desde la primera hora.

Mientras pudimos tratamos de ser positivos, de ser optimistas, como dicen los pibes, "darle para adelante" al proyecto.

Por diversas razones, somos parte interesada en que se concrete el inicio de la operación de Alas uruguay.

Pero...

Como viene la mano, nos resulta muy difícil mantener enhiesta la esperanza.

Una cosa es ser optimista sin perder la ecuanimidad, la ponderación y otra muy diferente es serlo siendo necio.

La inacción, la postergación de Alas Uruguay, solamente favorece coyunturalmente a ....¿hace falta decirlo?

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