Playas de Asia, por qué
Miércoles, 07 Agosto 2013

Playas de Asia, por qué
¿Qué tienen las playas asiáticas para que merezca la pena dejar nuestro litoral y cruzar medio mundo? ¿Qué vamos a encontrarnos una vez lleguemos que no tengamos aquí? Te damos 5 argumentos que pueden convencerte. O no.
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por Carmen Gómez Menor

1-    Playas desiertas

Esta sea quizá la principal ventaja de nuestras vecinas asiáticas. Sólo tenemos que salir de las principales playas de Tailandia, Malasia o Indonesia para descubrir pequeñas joyas en las que no hay casi nadie. A tan sólo dos horas en coche desde Bangkok, por ejemplo, se encuentra la pequeña localidad de Rayong, un pueblo de pescadores famoso por la calidad de su arena, que exporta a todo el mundo.  Esta es una zona principalmente frecuentada por tailandeses, lo que nos garantiza que mientras el sol esté fuera no habrá un alma en la playa, aparte del ocasional extranjero. Los tailandeses, como la mayoría de sus vecinos asiáticos, huyen del sol que oscurece su piel, ya que identifican el tono moreno con las labores propias del campo. Y así, no es hasta las 5 de la tarde cuando tímidamente empiezan a asomarse a la playa, cubiertos con camisetas y pantalones que les protejan de los últimos rayos, ya a esas horas muy débiles. Lo mismo ocurre con Hua Hin o con playas algo más allá de las más concurridas en Phuket, Samui o Krabi, en Tailandia. En la isla indonesia de Bali, pasando las hordas de italianos que invaden Seminyak cada verano, llegamos a la tranquila Canggu, donde además de surferos y algún jinete a caballo disfrutando de la playa al atardecer, no veremos a nadie. El pelearse por poner la sombrilla o tener que esquivar cuerpos para llegar a la orilla es prácticamente desconocido.

2-    Barato barato

Tailandia, Vietnam y Camboya figuran a la cabeza de los países con los precios de habitaciones de hotel más competitivos del mundo. Lo que en Ibiza o Formentera solo da para un hostal de 3 o 4 estrellas nos garantiza en la mayoría de las playas asiáticas un hotel de lujo. En la mayoría de las playas menos turísticas, se puede costear la estancia por unos 20 euros al día, y la comida puede salir por otros 10.


3-    Experiencias exóticas


Desconecta de los bárcenas, eres y sálvames  con los que nos desayunamos a diario. Termina cada día con un masaje en la playa, báñate con elefantes o conversa con los simpáticos lugareños. La mayoría de las islas del sudeste asiático tiene extensos terrenos de jungla que se pueden visitar si te cansas de la playa. Los fondos marinos de muchas de ellas no tienen desperdicio. En el archipiélago indonesio de Raja Ampat, por ejemplo, se encuentra el punto de mayor biodiversidad marina del planeta.

4-    Una gastronomía muy diferente, sana y barata

Cambia los fritos y las tapas por los fideos, el arroz , el marisco y las verduras del continente asiático. Un plato de fideos o arroz frito con verduras y pollo en Samui, no te costará más de dos euros, y un pescado recién cogido y cocinado en Kep (Camboya) no más de 4. No te pierdas la comida de la calle en Tailandia o Vietnam, famosas por su calidad. Echarás de menos el vino, producto de lujo en Asia. Pero a cambio, podrás disfrutar de sus buenísimas cervezas, ideales para el clima y la comida del continente asiático.

5-    Harás amigos

O no, pero descubrirás que los asiáticos son en su mayoría gente sencilla, amable y con un conocimiento de la liga de fútbol española que te asombrará. Te recibirán con los brazos abiertos y estarán encantados de aprender sobre tu forma de vida. Sus creencias religiosas y su consiguiente sistema de valores les hace estar a gusto consigo mismos y alcanzar algo parecido a la felicidad. No desperdicies la oportunidad de interactuar con ellos y volverás a casa con algo muy valioso en la maleta.

Portal de América - Fuente: www.ocholeguas.com

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