La excepcional recuperación del turismo tras la pandemia ha resaltado la necesidad de mejorar la gestión de los flujos turísticos para un crecimiento sostenible del sector. Exposiciones a olas de calor extremas (más de 8 grados centígrados por encima del promedio histórico) reducen la propensión a regresar a España, especialmente entre los británicos y los estadounidenses.