Portugal: por fin llegamos y lo disfrutamos #PDAenEuropa2019
Viernes, 16 Agosto 2019

Portugal: por fin llegamos y lo disfrutamos #PDAenEuropa2019

En Vigo, última escala de nuestra visita al norte español, devolvimos el vehículo alquilado y viajamos el miércoles 24 de julio desde allí, en tren hacia Oporto adonde llegamos por la noche. Temprano en la mañana siguiente del jueves, ya nos estaban recogiendo para iniciar una visita de día entero a Guimaraes y Braga, un paseo en el que se destaca la belleza de los paisajes y la ostentosa y apabullante riqueza exhibida en los templos que conforman el reconocido triángulo de la Fe: La Sé de Braga y los Santuarios de Bom Jesús y Sameiro.

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por Sergio Antonio Herrera, desde alta mar, navegando el Mediterráneo - @DelPDA

Al final de este tour, llegamos a las inmediaciones de la Torre de los Clérigos, para visitar la mundialmente famosa Librería Lello.

El viernes 26 en Oporto, comenzamos visitando la catedral de la Sé, calificada como Monumento Nacional y la Estación de Sao Bento, con sus más de 20 mil azulejos que representan los momentos más importantes de la historia y la cultura de Portugal.

Recorrimos el Centro Histórico, la Plaza de Batalha, la calle Santa Catarina, el Café Majestic (al cual volvimos e ingresamos posteriormente), el Mercado del Bolhao (en reparación), y la Avenida de los Aliados.

Visitamos una bodega tradicional donde se produce uno de los más famosos vinos de Oporto, de nivel planetario. En la degustación maldijimos un malestar estomacal que nos limitó la misma a "apenas probar", lo que es un verdadero néctar.

La parada obligatoria para "reponer energías" en un típico restaurante de la ribera del Duero, donde por primera en la visita a territorio luso, el bacalao nos defraudó, pero sirvió igualmente para conocer un plato típico del lugar, la Francesinha, una especie de bomba de tiempo que tiene distintas carnes y embutidos, recubierta de queso y con una salsa que la baña. Existe un desafío allí para quien pueda comerse un plato de estos, que pesa 4 kilos. Quien lo logra tiene un premio, que puede ser una estadía de fin de semana en algún destino o a veces, en metálico. Quien no lo logra, suponemos que el 99,99%, debe pagar 35 euros.

El paso posterior fue embarcarnos en una de las embarcaciones tradicionales para hacer el Crucero por el Duero, los típicos rabelos. En la travesía se ven los seis puentes que cruzan el río y comunican a Oporto con Vila Nova da Gaia. Este es uno de los puntos altos de la visita a Oporto, el paisaje es maravilloso y es todo un tema la sucesión de bares y restaurantes de la ribera de este famoso río.

La noche de ese mismo viernes en tren de alta velocidad, recorrimos los más de 300 kilómetros que nos llevarían a la capital, Lisboa. Nuestro alojamiento estaba previsto en el barrio Restauradores, una muy buena ubicación, desde la que se pued ir caminando a los puntos más importantes de la ciudad.

El sábado temprano nos dirigimos a la Plaza del Marqués de Pombal, lugar desde donde se inician todos los tours, para disfrutar de "Lisboa y Belén al completo".

Atravesamos desde allí la Avenida da Liberdade, la cual al decir de los locales, pretende emular de algún modo, el estilo de la avenida parisina de los Campos Eliseos, lo cual logra en lo ancho y en la presencia de locales de marcas famosas, pero...

Viistamos Plaza del Rossío, Plaza de Comercio, la Torre de Belén ubicada en la ribera del Tajo. Es una fortaleza que sirvió de cárcel y también, como punto de partida de los navegantes. En la zona conocimos el Monumento a los Descubrimientos con su particular Mapa Mundi y el Monasterio de los Jerónimos, declarado Patrimonio de la Humanidad y en su iglesia encontramos por ejemplo, la tumba de Vasco da Gama.

En Lisboa fue donde tuvimos nuestra segunda frustración con el bacalao. Nos recomendaron un restaurante "de aquellos" y para ubicarlo, caminamos bastante, terminamos tomando un taxi pero, el premio era el bacalao asado, y...no, tampoco cumplió con nuestras expectativas.

El domingo, por nuestra cuenta desde la estación del Rossío, tomamos un tren hasta Sintra, para realizar una travesía de poco más de media hora. Al llegar, tuvimos la acertada idea de comprar tickets del "hop on hop off", que por 20 euros cada uno, nos permitió recorrer este maravilloso lugar y visitar la Quinta y Palacio da Regaleira; el Cabo da Roca y el impresionante Palacio da Penha.

Al final de la tarde, tomamos un taxi rumbo al aeropuerto lisboeta para embarcar en un vuelo de TAP hacia Madrid. Arribados, otro taxi nos depositó en el Hotel Praga donde pudimos descansar brevemente, para iniciar temprano en la mañana, el tour de 11 días "Andalucía y Marruecos", pero, esa es otra historia, la que vendrá a continuación en estas Crónicas de Viaje, cuando el ritmo de nuestra experiencia e internet, nos lo permita.

Portal de América

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