El "Chapa-Marketing" de Perucho Argul
Lunes, 26 Diciembre 2016

El "Chapa-Marketing" de Perucho Argul

Si bien cuando hice el viaje desde la Costa de Oro a Piriápolis era lunes, no dejaba de ser 26 de diciembre, o sea, cuando ya hace unos cuantos días comenzó la alta temporada. Si bien cuando venía por la carretera vi varios coches con matrícula argentina, un lugar que es un verdadero barómetro para evaluar ingreso de turistas "a ojo" es el estacionamiento del Argentino Hotel de Piriápolis y allí, pude ver que habían muy pocos coches argentinos y que la inmensa mayoría son uruguayos. Todas las comunidades tienen un Patriarca, un Caudillo, un Gurú, pues uno de los más notorios del turismo uruguayo es sin dudas Damián Perucho Argul, un hombre que no solo vive en el turismo sino que lo entiende como pocos y lo comunica como nadie. A lo largo de los años me fue dejando enseñanzas varias y una que recuerdo y pongo en práctica cada verano es el "Chapa-Marketing" que consiste por ejemplo en controlar la cantidad de matrículas argentinas que uno ve en las calles y rutas nuestras en comparación con las locales. Invariablemente eso da una idea bastante certera de "como viene la mano".

Hotel 5to Centernario - 1250x115
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CIFFT 1250x115
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TSTT-1250x115
MINTUR 1250x115 - B2

 

 

por Sergio Antonio Herrera, desde Piriápolis - @DelPDA


En ruta se puede decir que vimos varios coches de allende el Plata pero al menos hasta ahora, en Piriápolis no tantos.

Vale hacer la precisión que justamente es el mercado uruguayo el que alimenta de turistas a Piriápolis habitualmente, por lo que tampoco nuestra primera impresión hay que tomarla como un dato indesmentible.

A las dos de la tarde el Puertito de Don Anselmo, otro barómetro inequívoco del lugar estaba con muy pocas mesas ocupadas.

En Piriápolis, contrariamente a lo que pasa con Punta del Este, el nivel de los precios es decisivo. Aquí no caben números disparatados, hay que cobrar "igual que en Montevideo en el resto del año".

Comimos seis personas (dos adultos y cuatro niños). Siete platos en total; cuatro refrescos de medio litro, un agua mineral y una botella de 3/4 de Chardonay argentino y la factura fue de 3.700 pesos (algo más de 130 dólares) pero con el descuento de la tarjeta de un diario capitalino y el del 9% de IVA por pagar con plástico, la cuenta bajó a poco más de 2.800 pesos (unos cien dólares).

El postre no lo incluimos porque es religión ir a tomar un helado a El Faro después de almorzar por aquí. Una delicia.

Mientras espera el proceso que lo lleve a la adjudicación de la nueva concesión, el Argentino Hotel de Piriápolis sigue siendo uno de nuestros lugares en el mundo. Hace unas horas que legamos y lo estamos disfrutando a pleno.

Portal de América

Comentarios  

Muchas gracias, Antonio.Sos muy generoso y aparte intelecutalmente muy honesto.
Es bueno que a uno de vez en cuandoen lo traigan del exilio.

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