por Sergio Antonio Herrera, desde Miami
Esta vez no tuvimos tanta suerte con el encargado de las sombrillas de la playa. Nada de toallas ni mesita de apoyo, veinte dólares cada sombrilla y doce cada reposera (pelada, sin colchoneta). Nos aprovisionamos nuevamente en un Publix y bajamos con la heladerita con bebidas y una buena medida de sandwiches y demás. El parking público en frente a la playa cuesta 1.25 dólares la hora.
Para quienes decidan llegar a este mismo lugar, les recomendamos venir prevenidos a enfrentar a un ejemplar de carpero insoportable, la exacta antítesis de lo recomendable para el turismo pero, aquí está. No estaría mal saber cuanto cuesta comprar sombrillas y reposeras, lo haremos.
La calma de la tarde fue interrumpida por la aparición cerca de la orilla de dos enormes peces que en una primera instancia se pensó eran tiburones y en segundos, no quedó nadie en el agua. Afortunadamente fue una falsa alarma pero seguramente servirá para que los nietos al regresar al colegio puedan contarlo como una gran aventura.
El lugar debe su nombre al Mayor William Lauderdale, comandante del destacamento encargado de construir la primera fortaleza encargada por el Estado durante la segunda guerra Seminola, no obstante, el desarrollo de la ciudad no comenzó sino hasta 50 años después de que la guerra acabara y los fuertes fueran abandonados.
Se construyeron tres fuertes llamados Fort Lauderdale; el primero de ellos junto al río Nuevo; el segundo en Tarpon Bend, en lo que es hoy el barrio Sailboat Bend; y el tercero cerca de la Bahía de Mar Marina.
El puerto de Everglades es origen y destino de varios cruceros al Caribe.
Antes del retorno otra visita de orden, el CocoWalk.
La vereda de la rambla un lugar que invita a ser disfrutado.
Las ofertas en la costa.
¡Ya voyyy!, están todos prontos y reclamándome, partimos hacia Orlando, tratando de mantener la mentalidad positiva, pensando en el objetivo del viaje y procurando no pensar en el atentado al boliche gay y mucho menos en la horrenda noticia de hoy, la del cocodrilo y el niño.
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