por Sergio Antonio Herrera, @DelPDA en Twitter
Gallardo sorprendido le dijo que no le faltase el respeto a lo que Mujica respondió que el primero en faltarle el respeto fue el periodista al preguntar si lo iban a dejar pasar, agregando con un gesto de su mano derecha, "¡bueno, retírese!".
Vieja costumbre
Aunque hay dudas acerca de si fue la misma frase (Araújo dice que le dijo "No se haga el nabo"), fue famosa en su momento y despues recreada por casi todas las murgas en el carnaval, la instancia en que Mujica le dijo al por entonces muy influyente colega Néber Araújo: "No sea nabo Néber", ante las cámaras de televisión.
Es imposible, cuando una figura pública está permanentemente expuesta ante los medios, que no sucedan cosas como éstas, apenas alcanza con que el periodista repregunte.
Un hecho similar se vio obligada a vivir la prstigiosa periodista Raquel Daruech cuando Jorge Batlle le expresó también ante cámaras: "usted siempre está mal informada".
Ninguna investidura autoriza a nadie a insultar o faltarle el respeto a otra persona y mucho menos públicamente, como pasa a través de los medios de comunicación masiva.
Lo que hizo el Presidente de la República ante el colega Gallardo, puede esgrimirse quizás en una rueda de café o en una discusión privada, jamás de la forma en que se dio, por lo tanto, a nuestro entender y corriendo el riesgo de ser también adjetivados, sostenemos que corresponde que el señor Mujica, con caballerosidad, le pida formalmente disculpas al señor Gallardo.
La libertad de expresión
Se puede estar o no de acuerdo con el tipo de información o con la línea editorial de determinados medios de comunicación pero, si hay libertad de expresión vigente y una figura pública se detiene para atender a la prensa, debe hacerlo dentro de los elementales códigos de la buena costumbre y del respeto, al igual que los profesionales de la comuniacción.
El señor presidente tiene todo el derecho a no usar corbata, aunque no lo compartamos porque ese hábito no está en consonancia con la investidura de la institución presidencial; tiene derecho a no vivir en la residencia presidencial, aunque tampoco lo compartamos por idénticas razones; tiene derecho a estar permanentemente expuesto ante los medios, aunque tamnpoco lo compartamos porque se corre el riesgo que pasen cosas como las que nos ocupan, además de tener que rectificar posiciones a menudo.
Pero no tiene derecho a destratar a un trabajador públicamente, no es precisamente un buen ejemplo de buena convivencia.
Nos vemos.
Portal de América