por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay
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Vi el video del edil riverense hablando en portuñol como respuesta al cuplé de Campiglia y no solamente no me gustó, sino que me pareció desacertado.
Sin entender nada de derecho, me llamó la atención que se eligiese la vía penal para la denuncia efectuada desde Rivera, contra Cotelo y sus compañeros de programa.
Leo con indisimulado espanto por todos lados que "bueee, se le fue un poco la mano, pero es humor y como es humor, no se puede coartar la libertad de expresión..."
O sea, a todos los habitantes de un departamento de nuestro país, en aras del humor se les puede decir que son retardados, que son monos, que habría que matarlos como mató Rivera a los indios, que se los quede Bolsonaro porque siempre fueron brasileños, y que si les dicen hisopado traen un tupper.
Que quede claro, todo eso si es humor, se puede, no pasa nada, no hay sanción de ninguna índole.
Que quede claro, no sé si la mayoría pero una muy buena parte de nuestra población está de acuerdo en que no merece sanción.
Además, hay que tener en cuenta que Cotelo no sufre ningún problema de doble personalidad aunque declare que su personaje es todo lo contrario a lo que él es y a lo que piensa.
Como no logro entender entonces, a santo de qué escribió y dijo la sarta de disparates que dijo, es que acepto que debo ser un desubicado.
Como comparo este humor no solamente con el de Decalegrón, el de Les Luthiers, el de Gila, el de Landriscina o el de Verdaguer, sino hasta con el de Roberto Barry y Los Capablanca, y me doy cuenta que la mayoría de quienes lean esto no van a entender esa comparación porque ni deben saber quienes son los comparados, es que acepto ser anticuado.
Y al final, como miro a las generaciones posteriores entre las cuales está algún familiar, algún conocido, y seguramente algunos lectores y la aplastante mayoría de los militantes de redes sociales, aceptando este nuevo humor y quizás, mirándome sobre sus hombros, hasta con cierta condescendencia y lástima por decir estas cosas, tal vez sea oportuno que les dé el gusto de aceptar que soy retardado, igual que todos los riverenses.
Por lo tanto, perdón por todo ello, no quiero molestarlos.
Si cuando empiece el próximo programa de cada una de estas luminarias contemporáneas, ven que no estoy entre la audiencia, arranquen nomás, empiecen sin mí.
Portal de América






Comentarios
Solo escribo para apoyar TODA esta nota y comentarte que si yo la hubiera escrito, hubiese puesto las mismas palabras, puntos y comas que vos pusiste.
Un abrazo
Julio Suárez