Gobernanza sin Pilatos
Miércoles, 20 Noviembre 2019 10:26

Gobernanza sin Pilatos imagen: Prevención integral
De confirmarse el próximo domingo un cambio de signo político en el gobierno de Uruguay, luego de largos, polémicos y en general, desaprovechados 15 años de administración frenteamplista en el turismo, vendrá una era de cambio. Más allá de a cual de los partidos integrantes de la coalición multicolor le toque la responsabilidad de conducir al sector, la tarea no será de ninguna manera "moco de pavo". Pero lo que tendrá de bueno -como todo nuevo proceso-, será que, definido lo positivo que se rescate de las anteriores gestiones, vendrá la hora de estructurar un nuevo perfil de conducción. Buscar el logro de un desarrollo o actualización institucional; trazar la nueva ruta de objetivos (plan nacional que construya política de Estado), en la búsqueda del desarrollo y definición de productos, y por ende, de las metas económicas para generar riqueza. Ello deberá hacerse en un clima de sano equilibrio entre el Estado (en este caso el Mintur); la sociedad civil (todos los sectores involucrados fuera del gobierno) y el mercado de la economía, o sea, el gran escenario en el que habrá que desarrollar con eficiencia, lo que se ha dado en denominar Gobernanza.
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por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay  - @DelPDA

El organismo que visualizamos
 
La coyuntura requiere -como pocas veces antes-, una conducción idónea, profesional, lógica, de consenso.
Al mejor estilo de una corporación contemporánea, bien alejada de la burocracia, debería estructurarse con el equipo jerárquico (Ministro; Subsecretario y Director General), en el papel de una Dirección Ejecutiva, más un board, o directorio o consejo, de notables, en representación de los más importantes subsectores: operación turística; transporte; hospitalidad (alojamientos y hospedajes de todo tipo y gastronomía); economía; tecnología; grandes proveedores; ocio y azar; etcétera.
Renovación a fondo del capital humano, priorizando licenciaturas y tecnicaturas, sin límites de edad. No hay que descartar la experiencia, por el contrario, alentarla.
Uno de los primeros cometidos de la nueva gestión debería ser la creación de dos institutos: 1-Promoción y Marketing y 2-Observatorio.
Conjuntamente el pleno, Dirección Ejecutiva del Mintur; Board y equipo de conducción de cada uno de los nuevos organismos, estructurar el plan de acción, para darle forma en el primero de los casos, a la definición de productos; definición de temporadas; calendario nacional de eventos; promoción; publicidad; asistencia a ferias y eventos, etcétera.
En el caso del Observatorio, abordar la integración tendiente al acceso del conocimiento y métodos, para la búsqueda de información idónea, con el fin de obtener datos estadísticos con el mayor rigo científico posible.
Este organismo deberá tener un fluído y permanente contacto con la Dirección Nacional de Migraciones; Ministerio de Transporte; Ministerio de Defensa; Dirección Nacional de Aduanas; Ministerio del Interior; Ministerio de Economía y Finanzas y demás organismos del Estado, que de una u otra forma tengan relación directa o indirecta con el ingreso y salida de personas del país.
 
El sector privado
 
La dirigencia empresarial del turismo uruguayo necesita más temprano que tarde, una puesta al día de lo que requiere el actual contexto a nivel internacional para poder gestionar con éxito cualquier tipo de empresa relacionada a esta actividad.
Pero una de las principales carencias que tiene -y padece-, el empresariado del sector, es su alarmante incultura gremial.
Quienes se atreven a tomar las riendas de cualquier asociación, sea del rubro que sea, saben que toman un hierro caliente y que, salvo algún funcionario rentado (si la corporación puede pagarlo) y uno o dos amigos cercanos que le ayuden, deberá navegar en soledad por el árido terreno de la interlocución con el Estado; demás corporaciones y con los medios de comunicación.
Existe una gran confusión que se puede interpretar como la creencia de que es "bueno" tener un bajo perfil, "no meterse", "no hacer olas" e inclusive, el summum del disparate, afirmar "no tengo tiempo para esas pavadas, no me interesa figurar, tengo que trabajar".
Si a todo ello le sumamos la contingencia de coincidir con una administración estatal de la actividad como la que termina su tercer período, de corte soberbio, agresivo, de comprobada conducta de instalar el miedo a represalias, a todo lo anterior que caracteriza al empresario medio del turismo uruguayo, lisa y llanamente se convierte en Pilatos y discurrirá por la vida con las manos bien lavadas, al igual que su conciencia.
El turismo, el ocio, nadie discute que sea un derecho humano, pero tampoco que es un negocio, que está inmerso en la economía. No existe la menor duda de que nadie abre una agencia de viaje, un hotel, un restaurante o una transportadora para hacer filantropía ni un bien al prójimo. Son todas actividades insertas en el mercado y en el mismo existe la oferta, la demanda y los resultados, punto, "no hay más perro que el chocolate".
Que disfruten vacaciones quienes no puedan pagarlas, es tarea de los organismos de desarrollo social que todo gobierno bien constituído debe tener. Pero el turismo real, es con fines de lucro y esos fines, los tienen los privados que invierten y esperan rentabilidad y lo tienen los países, que invierten para generar riqueza, que les permita a su vez generar empleo para su gente y recursos para financiar la obra social, el desarrollo, la marcha propia de una nación.
Todo ese andamiaje, debe funcionar con equilibrio. Cada parte cumpliendo con su cometido.
Los funcionarios con lo que les mandata la ley.
Los notables, aportando sus conocimientos y experiencia por el bien común, como una forma de devolver o compartir sus logros, sus éxitos.
La sociedad civil y dentro de la misma los empresarios privados, involucrándose, capacitándose, comprometiéndose y miltando gremialmente, en salvaguarda obviamente de sus intereses personales y el soporte de su propia familia, pero más allá de eso aún, para funcionar dentro de un esquema de responsabilidad social, que brinde a sus colaboradores certezas y bienestar.
Por lo tanto, mirando al futuro, gobernanza sí, Pilatos no.
 
Portal de América

Comentarios  

Esperemos que las nuevas autoridades hayan leído los artículos publicados en el Portal sobre la Gestión Pública del Turismo.

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