por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay
Cumplida la formalidad del implícito derecho a réplica, paso a expresarme en mi carácter de editor responsable.
La columna de nuestro compañero y amigo Luis Alejandro Rizzi, distinguido analista y actor de la industria, que nos honra con su colaboración casi desde los inicios de nuestra historia digital, es la más palmaria demostración de la pluralidad y ausencia de censura que impera en el Portal de América a la hora de informar, editorializar y opinar. Es que personalmente pienso bastante diferente a Luis respecto al tema puntual.
Quienes tenemos la dicha de llevar sobre nuestras espaldas más de medio siglo en la actividad, tenemos grabadas en la memoria, imágenes imborrables de lo que era la camaradería que imperaba entre las aerolíneas y las agencias.
"Consulte a su agente de viajes", más allá del mensaje relacionado a estrategías comerciales, era un código ético imperante.
Pero al igual que en todos los ámbitos, "la piqueta fatal del progreso" se llevó puesta la ética junto a las comisiones y todo cambió.
Aparecieron los fees. Hemos jugado aquí en el PDA con la recomendación a mis excolegas que aprovecharan que las palabras agentes y asesores empiezan con la misma letra la a y de ese modo no tendrían que cambiar el nombre de las asociaciones.
Nunca hemos compartido la idea que una ley nacional obligue a un intermediario a garantizar la falta de un proveedor final, lo que pasa en algunos de nuestros países, obligando a la agencia de viajes a responsablizarse ante el cliente ante por ejemplo, la quiebra de una aerolínea.
Todos sabemos lo que ocurre cuando un agente de viajes "se toma el buque" y con él, se lleva mucho dinero de clientes y proveedores, pero también sabemos, lo tenemos bastante fresco, cuanto de estrepitoso tiene la quiebra de una aerolínea y el tendal que deja.
Pero al menos, las agencias de viajes, las inmobiliarias, las casa de cambio, al registrarse deben constituir garantía real, lo que no pasa con las aerolíneas ya que nadie se los exige.
Como lo venimos diciendo, no estamos en desacuerdo con la preocupación expresada por el FOLATUR el mes pasado, refrendada con la carta de ACHET que nos ocupa, del mismo modo que tampoco estamos en desacuerdo con la preocupación que en el actual contexto tienen las aerolíneas ante el alevoso hackeo de algunos agentes que llenan y vacían vuelos buscando el punto justo del Revenue Management que les favorezca.
Como dice un conocido colega televisivo, "así está el mundo amigos".
Nos vemos.
Portal de América