Mar del Plata
Martes, 28 Agosto 2012
Decidimos con Claudia pasar el último fin de semana en Mar del Plata, pese a que el tiempo se presentaba muy lluvioso y frio pero los pronósticos nos indicaban relativo buen tiempo para el sábado y domingo así que allá fuimos y la acertamos. Viajamos el 24 en el vuelo 2610 de Austral que debía salir a las 18.15. El vuelo estuvo “en horario” hasta las 17 50 momento en el que se anunció una demora en la partida hasta las 20.00. Realmente cuesta entender que una demora de esa magnitud, teniendo en cuenta que se trata de un vuelo de 40 minutos, solo se anuncie minutos antes del embarque. Según nos contó un empleado de la empresa el inconveniente se debió a que el avión afectado cumplía un vuelo entre CORDOBA y AEROPARQUE y se demoró a último momento (sic).
por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires
Lo cierto es que con mi IPad, un libro y mi mujer el tiempo se nos pasó “volando” aunque estuviéramos en tierra.
De paso les cuento que dos tazas de té y dos medialunas nos costaron $ 45.00, la zona del pre embarque no estaba bien calefaccionado.
Hacía frío, la sensación térmica a esa hora estaba en los siete grados.
Llegamos finalmente a Mar del Plata pasadas las nueve de la noche con una temperatura de solo cinco grados, una llovizna fría que se nos metía en los huesos, pero ya respirando otro aire.
El remise hasta el hotel Continental en la calle Córdoba al 1900, entre Moreno y Belgrano del que somos viejos clientes cuesta $ 65.00, unos u$s 15.00 al cambio “único oficial” y el viaje demora unos 20 minutos.
Habíamos reservado para la once de la noche una mesa para cenar en “VIENTO EN POPA” el restaurante sito en las cercanías del Puerto de Mar del Plata de don Ñeco Cioffi.
Es un lugar al que la mayoría de los comensales son gente de Mar del Plata o asiduos clientes como es nuestro caso lo que de por si es una garantía de calidad y buen precio.
Movilizarse en taxi en Mar del Plata no es caro, la bajada de bandera tiene un costo de $ 6,30 y por cada cien metros cae una ficha de $ 0,63 lo que hace que un viaje del centro de la ciudad al Puerto cueste alrededor de $ 35,00, si le pedimos al chofer que vaya por la costa.
En los últimos años Mar del Plata ha mejorado mucho y se han realizado obras que potencian su atracción.
El recorrido desde el Casino hasta el Puerto por la costa, es un regalo para la vista aunque en la zona céntrica haya que lamentar que se hayan permitido construir edificios de varios pisos sobre la costanera marítima que constituyen un feo lunar para la vista.
Entre las calles Rivadavia y San Martin y la Costa, pleno centro de la ciudad, persiste un edificio de por lo menos 20/25 pisos que en la parte inferior quedó sin terminar y la estructura de cemento sin ningún tipo de mantenimiento es una de las muestras reales de la desidia, la falta de presupuesto tanto de los propietarios del edificio como por parte de las autoridades municipales que hasta ahora permiten que esa obra siga inconclusa.
La gente local se lamenta por la calidad de los servicios ferroviarios que por el pésimo estado de las vías no solo se ha reducido la oferta de este medio de transporte sino que la duración del viaje con suerte lleva seis horas, cuando hace unos 30 años ese mismo viaje se hacía en 4 horas.
El viaje por ruta desde Buenos Aires suele deparar sorpresas ya que pese a que se trata de una autovía, hay tramos en los que la velocidad se reduce a 60 Km por largos trechos de cuatro o cinco Km sin que uno advierta la racionalidad de esa limitación ya que excede largamente lo que serian los accesos a los pueblos o lo que se da en llamar “zona urbana”.
La cuestión es que si uno excede los límites de velocidad aunque fuera unos pocos kilómetros por hora, sufrirá severas multas que encarecen ilógicamente el viaje.
Claro se trata de una cuestión de diseño de la ruta ya que cuando se la convirtió en autovía se siguió la misma traza que hace que atraviese varios pueblos lo que claramente resulta inadmisible en pleno siglo 21.
La conexión aérea comparada con años anteriores se ha reducido y el aeropuerto registra un promedio de 4 movimientos de lunes a viernes, dos de ellos con una capacidad ofrecida de 96 asientos en el tramo hacia y desde Aeroparque, los otros con aviones de menor porte. Sábado y domingo solo hay programado un vuelo regular. En la temporada de verano la oferta suele incrementarse.
Los vuelos de LADE y SOL conectan con Aeroparque, Bahía Blanca, Puerto Madryn, Trelew Comodoro Rivadavia, Rio Gallegos, Rio Grande y Calafate.
El sábado amaneció con sol y si bien hizo frio fuimos caminando desde el hotel hasta la calle Güemes en su cruce con Garay o Alvarado, son más o menos unas 30 cuadras que se recorren en unos 35 minutos, donde se encuentras buenos negocios de todas las marcas conocidas y con buenos precios.
En algunos locales admitían el pago en dólares a un tipo de cambio que rondaba los $ 5,05/5,25, según las circunstancias y supongo el poder de negociación del turista.
En esa zona es excelente la oferta gastronómicas, sea sobre la propia Güemes o las laterales, y se destaca Hardi al 2900 donde siempre es difícil conseguir mesa, nosotros no tuvimos suerte y debimos pasar de largo y tomamos el café en otra confitería también muy bien atendida.
En ese sentido debemos decir que la calidad de la atención de los servicios turísticos ha mejorado notablemente, con una virtud, no cae en el servilismo.
Luego del almuerzo nos tomamos un taxi para hacer un recorrido hasta el faro y seguir disfrutando de la costa marplatense que ofrecía ese encanto invernal del cielo celeste, algunas nubes totalmente blancas y chaparrones intermitentes que junto con el reflejo solar irisaban el paisaje.
Desde el faro volvimos por la costa hasta la calle Belgrano donde nos bajamos y pagamos los $ 100,00 que habíamos convenido con el taxista para esa vuelta.
En la Fonte d’Oro de Belgrano y Buenos Aires tomamos otro café con las ricas cortesías que suelen ofrecer y desde allí al hotel para descansar un rato. Serian las 5 de la tarde.
A la noche cenamos en la casa de los Fernandez, entrañables amigos y disfrutamos de pizzas caseras y buenos vinos.
Esa noche nos olvidamos del colesterol, los triglicéridos y todos esos enemigos de la existencia que suelen acosarnos con la complicidad de su invisibilidad...
El domingo luego de participar en la misa de las 11 fuimos a disfrutar de otro paseo costero, esta vez caminando que nos llevó casi hasta la altura del hotel Las rocas y durante el trayecto como no podía ser de otra manera, sacamos fotos, nos salpicó alguna ola, y gozamos de otro día de ocio.
Durante la caminata sentíamos el calor del sol pero en cuanto alguna nube lo ocultaba la intensidad del frio nos hacia recordar que aun estábamos en invierno. Así que en ese tramo según se portara el sol nos desabrigábamos y nos volvíamos a abrigar, en esos menesteres casi perdemos bufandas, gorros y guantes y obviamente nos culpábamos mutuamente por nuestras distracciones. Obvio yo era siempre el único culpable como suele ocurrir en toda pareja bien habida.
Se hizo la hora del regreso, nos despedimos de la gente del Continental, el remise nos pasó a buscar a la hora estipulada y nuestro avión de Austral, esta vez salió puntualmente en horario.
En el trayecto al aeropuerto pudimos ver un intenso tránsito de autos que suponíamos se dirigían a Buenos aires y zonas aledañas.
Mientras esperábamos en el aeropuerto el momento del embarque, llegó Hugo Moyano el Secretario General de la CGT elegantemente vestido con un saco de cuero negro, con su hijo Facundo y su mujer y un séquito de personas desconocidas para nosotros.
Obvio no abordaron el avión de línea y también advertimos que el control que les hizo la policía aeronáutica fue más bien superficial comparando con el que nos tocó a nosotros y a los demás pasajeros.
Llegamos a Aeroparque a las 2055 y el remise hasta casa, en el barrio de Recoleta, nos costó $ 92,00.
Como dato de interés les cuento que en los traslados a y desde los aeropuertos gastamos $ 300,00 unos u$s 65.00 al cambio único libre y oficial aunque no se sabe para quién; al otro cambio se reduce a u$s 45,00.
Hoy otra vez en la brecha, pero el placer del descanso hizo que este lunes nos resultara simpático, pobre lunes se lo merece...porque domingos a la tarde y lunes son tiempos que deberían saltearse como el piso 13 en los EEUU...
Nuestros próximos viajes serán a Santiago de Chile para conocer a nuestro nuevo nieto, Matias, nacido ayer 26 de agosto a las 2030, hora local de Chile y luego a Colon Entre Ríos para disfrutar durante un fin de semana la cordialidad de ese simpático pueblo.
Portal de América






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