por Eliseo Sequeira, desde Montevideo
Más allá de haber realizado una buena estimación de las cifras del 2018 que finalmente iban a ser divulgadas por las autoridades, nos choca lo apartado de la realidad del discurso oficial, crudamente relatado en nuestro Editorial (Punta del Este: "Aquí no anda ni el loro...y van a andar menos...").
Por ello, centraremos nuestros comentarios en el análisis de algunos de los datos y comentarios oficiales, para acercarlos a la realidad.
Lo primero, la costumbre de "medir" la temporada por el número de visitantes. Analizando los últimos 15 años, observamos que entre 2004 y 2009 este número apenas creció un 12,1%. Pero en los dos años siguientes el crecimiento fue del 41% !! Luego de este crecimiento el número de visitantes se mantuvo relativamente estable el 2015, y en base a este número se dio un gran desarrollo de la construcción hotelera y de viviendas. Un segundo "salto" del número de visitantes se dio entre 2015 y 2017, esta vez del 32,9%. Nunca se dio una razón fundada para estos crecimientos, ni para la estabilidad observada entre 2011 y 2015. Pero es evidente que esta vez el crecimiento no es estable. Según la proyección realizada por la ministra, si la reducción del 16% en el número de visitantes durante enero la extendemos al primer trimestre, y el número en los restantes trimestres se mantiene en el nivel de 2018, estaríamos cerrando 2019 con menos de 3:500.000 de visitantes oficiales.
Seguimos con el gasto medio por visitante. En el 2018 fue de U$S 580,5, apenas un 2,5% por debajo del de 2017 y del 2015. Pero si vamos a la serie, entre 2009 y 2014 este gasto medio estuvo siempre por encima de los U$S 600, y en 2011 y 2012 por encima de los U$S 700, siempre en base a los datos oficiales. El efecto de este fenómeno en la rentabilidad de las empresas turísticas ha sido nefasto y ha sido expuesto "En un año cayó un 27% en pesos constantes el gasto promedio por visitante" publicado en febrero de 2018.
Otro elemento a considerar es la nacionalidad y características de los visitantes. Históricamente los visitantes "en tránsito" (aquellos que están menos de un día en el país y que por lo tanto no pueden ser considerados turistas) han oscilado entre un 8% y un 12% de las cifras oficiales. Y su gasto medio es muy bajo, en general inferior a U$S 50 per cápita. En cuanto a la nacionalidad, argentinos y brasileños gastan en el entorno del promedio general, en tanto que el resto de las nacionalidades gastan más (chilenos y paraguayos mucho más). En cambio, los uruguayos residentes en el exterior gastan entre un 20% y un 30% menos que el promedio general, lo que significa que cuanto mayor sea su proporción en los visitantes llegados, más bajará dicho promedio.
Se podría ahondar en estas y otras cifras, así como sus implicancias, pero para muestra bastan. Y el gran problema que seguimos teniendo es que las únicas cifras sistemáticas a las que tenemos acceso siguen siendo las oficiales. Con más información se mejoraría el análisis, y por qué no, alguna posible propuesta.
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